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Como en la final de la MLS, Bale golpea en el momento preciso y hace pagar caro ahora a EE.UU.

Wales' Gareth Bale celebrates
Gareth Bale, de Gales, celebra tras marcar el primer gol de su equipo durante el partido del grupo B de la Copa del Mundo entre Estados Unidos y Gales, en el estadio Ahmad Bin Ali de Doha, Qatar, el lunes 21 de noviembre de 2022. (AP Photo/Ashley Landis)
(Ashley Landis / Associated Press)
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Al final del partido, el defensa galés Neco Williams se arrodilló en la cancha. Sus ojos jóvenes despedían lágrimas y se dirigió a la televisión.

“Eso fue para ti, Gales”, dijo el jugador de 21 años, que al igual que el resto de su selección, dejó la piel en su regreso a un Mundial y de paso, hizo pagar caro a Estados Unidos con su juventud. La selección estadounidense, la más joven en el Mundial, parecía que se llevaba el triunfo la noche del lunes en Doha, Qatar, pero terminó conformándose con un 1-1 ante un Gales que regresó a una Copa del Mundo por primera vez desde 1958 y que jugó como tal.

Al final, el equipo de Gregg Berhalter parecía que tenía los tres puntos en la bolsa pero una jugada de Walter Zimmerman, en la que derriba a Gareth Bale al minuto 80, terminó con costarle dos puntos. Bale, un jugador que a sus 33 años camina los partidos pero que ataca con su veneno en el momento preciso, empató el juego ante 43,418 aficionados que vieron un gran partido en Ahmad Bin Ali Stadium.

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El empate dejó a ambos con una unidad en un sector B que domina Inglaterra con tres puntos. En la próxima jornada, EE.UU. enfrentará a Inglaterra y Gales a Irán.

Estados Unidos dominó el primer tiempo y reflejó ese control de balón al minuto 36 cuando Christian Pulisic hizo una jugada magistral y Timothy Weah anotó con clase. Parecía que el equipo de las barras y las estrellas podía aumentar la ventaja pero no pudo ampliar el resultado, lo que al final le costó muy caro.

Ante un equipo joven, Gales se movía por amor propio, gracias a sus miles de aficionados que rugían detrás de la portería de Matt Turner y cuando Bale fue derribado faltando 10 minutos, el estadio se estremeció. Bale remató con violencia por arriba de la meta defendida por Turner, un experto en atajar penales, dejando a EE.UU. con un empate con sabor a derrota.

PRESENTIMIENTO DE DOLOR

José Beltrán, un aficionado del LAFC, presentía que iba a ser difícil vencer a un equipo que no había llegado al Mundial en décadas y que tenía a uno de sus grandes héroes del campeonato en la MLS jugando en contra.

“Bale siempre rinde al final y eso es algo para preocuparse”, presagió Beltrán, de Los Ángeles. “Me encanta el Real Madrid también, pero el salir de ese equipo y el que haya hecho grandes cosas, así como ir a Los Ángeles y darle el título a mi equipo, es siempre bueno verlo”.

IR A MUNDIALES, CULTURA FAMILIAR

Como miles de aficionados de Estados Unidos, que fueron mayoría en Ahmad Bin Ali Stadium, Byron López, en su tercer mundial, llegó a Doha junto a su papá, su esposa Olivia y su hija.

“Pudimos agarrar boletos de EE.UU., que no pudo lograr llegar a Rusia y con suerte, llegamos aquí”, declaró López, quien asistió en Rusia 2018 y Brasil 2014. “La gente aquí es bien amable, no tengo nada que decir ahorita”.

López, Del Valle De San Fernando en Los Angeles, comenzó a ir con Olivia a los Mundiales desde Brasil 2014 y decidió traer a su hija a su primera Copa del Mundo. También trajo a su papá Carlos, originario de El Salvador, pero que el lunes por la noche portaba una camiseta de EE.UU.

Veronica Ucic, nacida en México pero criada en Los Ángeles, llegó con su esposo en su segundo día en Doha, y notó algo importante: “Mi parte favorita es la fiesta latina, el amor latino se siente. Venimos de otros países y tenemos lo mismo, que es que nos gusta el futbol y venimos a un evento super especial”.

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