Análisis: ¿Serán suficientes la buena vibra y las nuevas adiciones para que los Lakers se metan a playoffs?

El fin de semana del Juego de las Estrellas de la NBA representa una oportunidad para los que no participarán en las festividades, que se celebrarán en Salt Lake, Utah, para tomarse un respiro de unos días y revitalizar sus energías para la segunda parte del campeonato.

Para Lakers, el tiempo de descanso le permitirá enderezar el barco porque cada vez falta menos para los playoffs de la NBA y con los cambios importantes en su rotación que hicieron recientemente, no tienen mucho margen de error.

Tras el triunfo del miércoles ante los Pelicans de Nueva Orleans, los angelinos ocupan la posición 13 de la Conferencia del Oeste, a dos triunfos de la décima posición que permite la entrada al Play-In Tournament, en donde buscarían la clasificación a los playoffs.

Los Lakers (27-32) buscaron de cualquier forma reforzar su nómina con canjes antes del cierre del mercado de traspasos de la liga, del pasado 9 de febrero, que incluía deshacerse de los servicios de Russell Westbrook. Después de varios intentos, los Lakers lograron canjear al guardia y se hicieron de los servicios de un viejo conocido del quinteto angelino, D’Angelo Russell, Malik Beasley y Jarred Vanderbilt, además de involucrar a otro equipo para lograr eso.

Las cosas no se detuvieron ahí, pues el último movimiento pareció sorprender a muchos cuando se anunció que Patrick Beverley, uno de los mejores jugadores del equipo en lo que va en la temporada, fue canjeado por el centro Mo Bamba que arribó del Magic de Orlando. El conjunto de la Florida anunció el domingo que no contarían con los servicios de Beverley.

La salida de Beverley fue notoria, no sin antes dejar muchas dudas por lo que dijo durante su podcast sobre porqué las cosas no funcionaban con Lakers y los resultados no se daban.

“No era básquetbol… no era básquetbol… eran otras [explícito], pero otras [cosas] que no podías señalar”, dijo el jugador. “Va y viene, un poco aquí, un poco allá. La vibra de pronto estaba prendida y de pronto apagada. Las vibras inconsistentes te llevan a tener partidos inconsistentes”.

Durante la celebración del gran logro de LeBron James al superar la marca histórica de anotación que por casi 40 años sostuvo Kareem Abdul-Jabbar, muchos señalaron que Anthony Davis no acompañó al resto del equipo para acompañar a la superestrella. Según Davis, su preocupación era el no estar arriba en el marcador ante el Thunder de Oklahoma, juego que perdieron a final de cuentas, por lo que no estaba de ánimos celebratorios.

Esta marcaría la primera vez que se señala un comportamiento frio de Davis hacia algún compañero, por lo que no está claro si Beverley podría referirse a ese caso como un ejemplo.

Lo que, si ha sido claro, es que el mismo Beverley y Westbrook, fueron señalados por tener personalidades conflictivas que creaban tensión en el vestidor. Los Lakers quizá notaron esto y, para la sorpresa de todos, Beverley fue incluido entre los cinco jugadores que se despidieron de Los Ángeles.

Westbrook no era necesariamente el favorito para los medios de comunicación por su manera de expresarse, pero la afición lo apoyó mayormente este año por su mejora en los partidos a comparación de la temporada pasada. De igual forma, la relación no tenía salvación y los Lakers optaron por agradecerle por sus servicios.

Con estos movimientos de la directiva de Lakers, ha tratado de refrescar el vestidor e inyectar una nueva energía en el vestidor para avivar las esperanzas de entrar a los playoffs y soñar con un título. Lo curioso del caso es que, Russell, quien fue seleccionado como segunda elección en el draft por los Lakers en 2015, fue canjeado eventualmente en 2017 por un problema en el vestidor con su excompañero Nick Young.

Magic Johnson, quien era en ese entonces el director de operaciones de Lakers, admitió que el prometedor guardia fue canjeado porque Russell había grabado secretamente a Young cuando admitió haberle sido infiel a su novia Iggy Azalea. Russell publicó ese video en la red social Snapchat causando la separación de la pareja.

Ha pasado un tiempo y Russell, quien ha pasado por tres equipos antes de volver a casa, ha mostrado madurez y agradecimiento por una “segunda oportunidad”. Como jugador, Russell ha tenido buenos momentos, además de la experiencia de jugar en los playoffs y ser parte del Juego de las Estrellas, por lo que en cuestión de talento no hay duda de que será importante para la segunda parte del torneo.

Los Lakers tendrán siete días de descanso gracias al Juego de las Estrellas que se desarrollará el fin de semana y que le permitirá a los angelinos trabajar en su propia química dentro del vestidor.

Los jugadores se han mostrado optimistas con los canjes y la vibra por el momento parece haber entrado en una etapa menos tensa, en particular porque las personalidades de las nuevas adiciones no son de confrontaciones.

El miércoles, con todos los jugadores disponibles, incluyendo a James que no jugaba desde el 7 de febrero, vencieron con gran facilidad a los Pelicans (30-29), demostrando un gran poder ofensivo y más coordinación defensiva… algo que permite a los aficionados soñar con un levantamiento importante y como premio ser parte de los playoffs.

A falta de 23 juegos para los Oro-Púrpura, no es imposible pensar que puedan lograrlo, pero todo tiene que pasar rápido dentro del vestidor para cambiar el camino… ¿podrán hacerlo? Solo el tiempo lo dirá.

Los Lakers recibirán a los inconsistentes y actuales campeones defensores de la NBA, los Warriors de Golden State, el próximo 23 de febrero (7 p.m., Spectrum SportsNet) en el Crypto.com Arena.