Canelo busca inspirar a más campeones mexicanos en su pelea en Guadalajara, aunque no ha sido un éxito rotundo en la taquilla, como lo es en Estados Unidos
No será fácil encontrar a un mexicano campeón en cuatro diferentes divisiones. Solo hay cinco mexicanos que han alcanzado eso en la historia del boxeo profesional.
Tampoco será sencillo encontrar a un boxeador mexicano que esté en los primeros lugares de atletas con más ganancias, pues la fortuna del Canelo se estima que está alrededor de los 180 millones, según la Revista Forbes, y tienen ganancias anuales por encima de figuras como Steph Curry y Kevin Durant.
Será muy complicado encontrar a otro campeón indiscutible en peso supermediano, división en la que ha barrido Álvarez con todos los monarcas. Álvarez es el primer campeón latino indiscutible de esa categoría y primer dueño de todos los títulos en la era de los cuatro cinturones.
El viernes, un día antes de la pelea, reunió a más de mil aficionados afuera del Teatro Degollado, que desafiaron el fuerte calor, solamente para verlo pasar, sin esperanzas de entrar al histórico edificio inaugurado en 1866, acostumbrado a tener un concierto de la Orquesta Filarmónica de Jalisco y no un pesaje de uno de los deportes más violentos.
La gente coreaba su nombre y con justa razón, Saúl Álvarez (58-2-2, 39 KOs) no ha organizado una pelea en esta ciudad desde el 18 de junio al 10 de junio de 2011, cuando venció por nocaut en un asalto al británico Ryan Rhodes. Este sábado, regresará a la Perla Tapatía para enfrentar a John Ryder (32-5, 18 KOs), en el Estadio Akron, donde juegan las populares Chivas, defendiendo sus títulos de peso supermediano de todas las organizaciones (AMB, FIB, OMB y CMB).
A sus 32 años y en plena cúspide de su carrera, para muchos aficionados, periodistas y expertos, Canelo aún no ha hecho lo suficiente para ser considerado entre los mejores boxeadores mexicanos de la historia. Muchos no reconocen que en una era en la que no existen grandes exponentes de divisiones en las que ha reinado, como Andre Ward, Marvelous Hagler, Sugar Ray Robinson, Carlos Monzón o Bernard Hopkins, Álvarez ha barrido con lo mejor que existe en su época.
Sus tropiezos fueron cuando apenas tenía 23 años ante un Floyd Mayweather Jr., quien puede considerarse un fuerte candidado al “mejor de todos los tiempos”, y la otra cuando recientemente trató de reinar en los semipesados, una división a la que no debió de ingresar, pues un campeón fuerte y sólido como Dmitry Bivol lo paró en seco.
Para sorpresa de muchos que vienen desde afuera, Canelo no ha sido un éxito rotundo en la taquilla en Guadalajara, pues el viernes aún quedaban muchos boletos, los más caros, en las zonas cercanas al ring del Estadio Akron, con capacidad oficial de 48,071 aficionados. En el mercado negro, los boletos para la pelea abundaban el viernes y el jueves había una oferta al “2 x1”. Como se esperaba, los primeros boletos que se agotaron fueron los más baratos, de 350 pesos mexicanos, aproximadamente $19 dólares. El gobierno también entregó por medio de dinámicas y concursos entre 8,000 a 10,000 boletos gratis para niños y gente de bajos recursos.
En contraste, en mayo de 2021, en plena pandemia, Álvarez llenó el AT&T Stadium Stadium, casa de los Cowboys de Dallas, al registrar 73,126 aficionados para su duelo ante Billy Joe Saunders, un récord de aficionados para un evento de boxeo a puerta cerrada.
“Por más que digan que cualquiera puede ir a la pelea, la economía del país no permite comprar un boleto con esos precios”, indicó Elmur Souza, periodista tapatío que trabaja para MGL Medios.
“Canelo no es un ídolo en Guadalajara, es un producto de mucho esfuerzo y mucho sacrificio, de mucha disciplina, pero no es un ídolo porque no ha querido tener un acercamiento”, agregó Souza.
Álvarez se ha conocido a través del tiempo como una persona muy reservada, con un círculo de amigos y confidentes muy cerrado. Tampoco sus peleas se conocen por tener muchas presentaciones públicas con la afición. Para este duelo, Canelo no hizo un entrenamiento público, cercano a la semana de la pelea, como algunos pugilistas acostumbran para calentar el duelo y el acceso a los medios ha sido más controlado aún que una de sus peleas en Las Vegas.
Curiosamente, parte del éxito que ha tenido Canelo se debe a sus críticos en las redes sociales, que seguido le reclaman que “ha esquivado a los mejores oponentes”, su doping por clembuterol en 2017, así como su manera de “escoger a sus rivales”. Debido a esa división de opiniones, el deporte del boxeo, en el que muchos pagan para ver perder a un peleador, ha sido benévolo con Álvarez, pues sus ganancias fueron de $90 millones el año pasado, según Forbes.
“La mayoría de las personas lo quiere mucho, hay mucha gente envidiosa, mayormente mexicanos, desgraciadamente, que no lo quiere”, dijo Ana María Barragán, madre del Canelo, durante el pesaje del viernes. “Pero hay más gente que lo quiere que la gente que no lo quiere”.
El viernes, niños y niñas atletas de la Selección Jalisco y de escuelas de boxeo del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (CODE) fueron los invitados por parte del gobierno de Jalisco en Teatro Degollado para presenciar el pesaje y corearon el nombre de Canelo al verlo llegar, algo que Álvarez calificó que “para él era todo” y que buscaba “sembrar la semilla que alguna vez sembraron en él”.
Uno de los que Canelo ha calificado como una gran inspiración ha sido la leyenda Julio César Chavez padre, quien estuvo presente en el pesaje en Guadalajara para trabajar con una empresa de televisión. El viernes, la gente en el Teatro Degollado lo recibió con aplausos y corearon también su nombre. Las comparaciones entre Canelo y Chávez padre, tres veces campeón en tres divisiones diferentes y mejor boxeador “libra por libra por The Ring de 1990 a 1993, nunca faltan y es algo con lo que Canelo ha tenido que vivir desde hace años.
“Es una comparación injusta, tiene 32 años y ha logrado muchísimas cosas”, declaró Salvador Rodríguez, periodista de ESPN. “La gente lo quiere ver sufrir arriba del ring para decir, ‘viene de menos a más como somos los latinos’. La gente latinoamericana es medio sufridora, eso quiere ver la gente en Canelo”.
“Canelo ha inspirado a muchos como Julio César Chávez inspiró a muchos, incluyéndome a mí. Hay muchos campeones en la actualidad gracias a Chávez”, dijo Rigoberto Álvarez, el mayor de los seis hermanos varones de Canelo, quien llevó a Saúl en su infancia antes de que se lo entregará en las manos de Eddy y Don Chepo Reynoso, sus entrenadores de toda su carrera profesional. “Saúl es un muchacho que va a inspirar a muchos otros muchachitos y ojalá que tengamos buenos boxeadores, que tengamos buenos profesores en los gimnasios, que tengamos buenas condiciones y que se hagan las cosas bien, para que otros muchachos sigan soñando”.
El sábado, el sobrino de Canelo, Johansen Álvarez, subirá al ring en las preliminares y muchos ya lo señalan como un succesor. Para la mamá del Canelo, su nieto Johan (6-0-1, 5 KOs), de 19 años, será el próximo gran campeón de México, al igual que el hijo del Canelo, Saúl Aldiel, de solamente cuatro años.
Actualmente, México, además de Canelo, tiene a los campeones mundiales Rey Vargas (peso pluma CMB), Emanuel Navarrete (pluma, OMB), Luis Aberto López (pluma, FIB), Juan Francisco Estrada (supermosca, CMB), Julio César Martínez (mosca, CMB) y Daniel Valladares (paja, FIB). Martínez peleará mañana en la coestelar de Guadalajara ante el panameño Ronal Batista.
“Viene una gran generación de boxeadores, eso es lo bonito del boxeo mexicano, es un deporte que siempre le va a dar gloria a República Mexicana”, expresó Rodríguez.
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