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Acabó la sequía de 25 años de los Pacers sin Finales. Ahora quieren alcanzar la cumbre de la NBA

El centro Myles Turner de los Pacers de Indiana alza el trofeo de campeones
El centro Myles Turner de los Pacers de Indiana alza el trofeo de campeones de la Conferencia Este de la NBA luego de la victoria ante los Knicks de Nueva York, el sábado 31 de mayo de 2025.
(AJ Mast / Associated Press)

Los Pacers finalmente acabaron la sequía de 25 años de la franquicia sin alcanzar las Finales de la NBA, logrando lo impensable después de comenzar con un récord de 10-15 y parecer cualquier cosa menos un contendiente al título.

Ahora, Indiana intentará exorcizar los demonios de su historia plagada de mala suerte durante décadas y realmente ganar el título cuando los Pacers se enfrenten a Oklahoma City por el campeonato de la liga.

“Es realmente algo especial lo que sucedió hace 25 años, yo ni siquiera tenía seis meses de edad”, dijo Tyrese Haliburton. “Hay muchos fanáticos que nunca han visto el éxito de esta organización, especialmente personas de mi edad. No estaban vivos para verlo.

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“Así que es realmente especial lo que estamos haciendo, y solo estamos tratando de seguir haciendo de este un lugar especial, un lugar al que la gente quiera venir”, añadió.

Los Pacers juegan en un estado donde el baloncesto se trata como una religión, los equipos campeones se convierten en realeza y los jugadores y entrenadores emergen como figuras reverenciadas cuando logran lo inesperado como estos Pacers.

Pero Indiana no siempre ha sido ese destino soñado para los jugadores de la NBA, siendo etiquetada en su lugar como una franquicia plagada de mala suerte durante la mayor parte de sus 48 temporadas en la liga.

— Después de ganar tres títulos de la ABA, se necesitó un teletón para salvar al nuevo equipo de la NBA en apuros financieros en julio de 1977.

— Los Pacers hicieron solo una aparición en los playoffs durante su primera década en la NBA, perdiendo ambos juegos ante Filadelfia.

— Los fanáticos abuchearon ruidosamente cuando los Pacers usaron una selección de primera ronda del draft para tomar a Reggie Miller en 1987 en lugar del favorito local Steve Alford.

— Sus intentos por atrapar un campeonato en la década de 1990 parecía inexorablemente estrellarse contra los Bulls de Michael Jordan o los Knicks de Patrick Ewing. Avanzaron as las Finales de 2000 solo para perder ante Shaquille O’Neal, el fallecido Kobe Bryant y los Lakers.

Y aunque Miller todavía jugaba a un alto nivel, ha tomado otro cuarto de siglo para regresar.

El viaje no ha sido fácil.

Este equipo de los Pacers se unió para eliminar a otros oponentes plagados de mala suerte. Derrotaron a los campeones de la NBA de 2021, los Bucks de Milwaukee, a los Cavaliers de Cleveland — que eran los primeros sembrados — y a los Knicks. El segundo capítulo final comienza el jueves en Oklahoma City.

Las expectativas eran diferentes hace 25 años.

Donnie Walsh renovó la plantilla de Indiana rodeando a Miller con jugadores más jóvenes después de la temporada 1999-2000, y cuatro temporadas más tarde los Pacers registraron el mejor récord de la liga en 2003-04. Terminaron perdiendo la final de conferencia en seis juegos ante Detroit.

Luego vino la pelea que cambió la franquicia, conocida como el Malice at the Palace, en noviembre de 2004.

Varias suspensiones prolongadas desmantelaron al equipo, descarrilando la última carrera por el título de Miller mientras enviaban a la franquicia a una espiral descendente. Larry Bird despidió al entrenador Rick Carlisle, su amigo y excompañero de equipo, dos años después y su partida fue seguida por una serie de lesiones devastadoras.

La prometedora carrera de Danny Granger se vio truncada por una tendinitis en la rodilla. Paul George sufrió una fractura en su pierna derecha en 2014 y fue traspasado a Oklahoma City en 2017. Dos años después, el escolta Victor Oladipo se rompió el tendón del cuádriceps derecho y también fue traspasado.

Myles Turner experimentó la mayoría de los altibajos de esa década desde el vestuario de los Pacers, y solo hizo que su oportunidad de abrazar a Miller y a Nancy Leonard, la viuda del exentrenador y locutor de los Pacers Bobby “Slick” Leonard, fuera mucho más dulce después de ganar la corona de la conferencia.

“Fue pura emoción, pura validación”, dijo Turner. “Todos los años, todo el odio, todo el amor, todo lo que hay en medio. Así que, hombre, en ese momento, fue pura exuberancia”.

Turner fue una pieza fundamental, aunque no la central, cuando el presidente de operaciones de baloncesto Kevin Pritchard emprendió otra reconstrucción a mediados de la temporada 2021-22 para formar el núcleo del equipo de este año.

Comenzó al traspasar al alero Domantas Sabonis a Sacramento por Haliburton. Cinco meses después, Indiana adquirió al alero Aaron Nesmith de Boston por Malcolm Brogdon. Y cuando Pritchard envió a Bruce Brown a Toronto por Pascal Siakam en enero de 2024, Pritchard pensó que los Pacers finalmente tenían su gran trío.

Los fanáticos eran escépticos, pero los Pacers dieron inicio a una nueva era de baloncesto, una que combinó el deporte favorito de Indiana con su tradición de carreras de autos de larga data, creando un estilo de baloncesto de puro vértigo.

En algunos aspectos, estos Pacers son un regreso a sus raíces de la ABA: rápidos, con alta puntuación, ráfagas de triples y entretenimiento hecho para la televisión, hasta el equipo de baile.

“El ritmo, simplemente encaja con quien soy como persona, como juego el juego”, dijo Siakam, quien ganó un anillo de campeonato con Toronto. “Tenemos a mucha gente que nos menosprecia como un desvalido y ese es mi estilo. Me gusta eso porque así he sido toda mi vida”.

Los Pacers no serán los favoritos ante el Thunder, el equipo al que George llegó hace todos esos años. Otros equipos de la ABA, San Antonio y Denver, han ganado títulos de la NBA. Pero si los Pacers pueden capturar el trofeo Larry O’Brien, serían el único equipo de la liga que se corona campeón de la ABA y la NBA.

“Este no es el momento de descorchar champán”, dijo Carlisle, quien llevó a los Mavericks de Dallas al título de 2010-11. “Llegar a las Finales de la NBA es un logro. Pero si empiezas a verlo de esa manera, entrarás con la mentalidad equivocada. Cuando llegas a este punto de la temporada, son dos equipos, es un objetivo, así que se convierte en una cuestión de todo o nada”.

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