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Esta temporada de Clippers podría ser el mejor trabajo de entrenador de Rivers en su carrera

Los Angeles Clippers head coach Doc Rivers gestures during the first half of the NBA basketball game against the New York Knicks, Sunday, March 24, 2019, in New York.

Los Angeles Clippers head coach Doc Rivers gestures during the first half of the NBA basketball game against the New York Knicks, Sunday, March 24, 2019, in New York.

(Seth Wenig / AP)
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Antes de presentar el argumento a favor de Doc Rivers como entrenador del año de la NBA, tomemos un viaje al pasado, en el verano de 1999, en un pequeño lugar llamado Orlando.

Después de otro decepcionante cierre de temporada, la dirigencia del Magic decidió canjear a su única estrella –Penny Hardaway- con el fin de asegurar selecciones del draft y con la esperanza de firmar un par de agentes libres en el verano siguiente.

El que fue alguna vez una franquicia llena de estrellas con grandes promesas, el Magic empezó su temporada de reconstrucción con cuatro inicialistas que no fueron canjeados, liderados por otro exjugador que nunca había sido entrenador antes. Básicamente, era la definición literal de vapulearse a sí mismo.

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El asunto es que alguien se le olvidó decírselo al nuevo personaje – Rivers.

Hay tres maneras de ganar “entrenador del año”: Alcanzar las altas expectativas; exceder grandiosamente las más bajas, que es cómo Rivers ganó su primer año en Orlando; o superar la adversidad, el camino que debería llevar a River a ganarse el segundo.

Cada equipo enfrenta circunstancias imprevistas, como Nate McMillan cuando perdió a Víctor Oladipo, pero ¿qué otro entrenador está ganando mientras que la dirigencia del equipo está activamente tratando de reconstruir?

El canje de Tobias Harris, quien era el mejor jugador de Clippers, por relevistas y selecciones de draft no era sobre posicionarse financieramente para buscar a los tres mejores agentes en este verano. Hubo una selección de la lotería protegida en la primera ronda del draft de 2019 en juego. Si los Clippers no van a los playoffs, hay una pequeña oportunidad para los Lakers adquirir Zion Williamson. Si llegan, entonces la selección del draft se va a Boston.

A Rivers no le importó. Mantuvo su pie en el pedal de igual forma. “Nunca recibí la instrucción de perder”, dijo Rivers. “Sabíamos que ganar iba a ser difícil, pero la dirigencia nunca me dijo que deberíamos [perder a propósito]. Y aunque lo crean o no, siempre pensé que podíamos ganar. Incluso hasta después de canjear nuestro mejor jugador, le dije a cada uno en el edificio que seguiríamos compitiendo y ganar.

“Ahora, cuando dije eso, mucha gente rodó sus ojos y cuando canjeas a Tobias, probablemente no llegarás a los playoffs. Pero estaba comprometido en asegurarme que íbamos a hacer un esfuerzo de igual forma y los muchachos creyeron en la idea. Miren, no me importa cuáles jugadores tienes, si no tienes a gente comprometida, no vas a ganar. Estaba preocupado después del canje que los nuevos muchachos no creerían pero sí lo hicieron. Por eso hemos podido ganar… los muchachos creen en uno al otro”.

Y ellos obviamente creen en él.

Los últimos 10 trofeos de JMV de la NBA, reside con basquetbolistas que juegan al más alto nivel en la Conferencia del Oeste. Los dos veces campeones defensores están en el Oeste. El mejor jugador de esta generación, sino que de todos los tiempos, está en el Oeste. Y Rivers tiene a su equipo muy cerca de los playoffs con tres inicialistas menores de 23 años y ni un jugador que ha sido elegido para jugar en el Juego de las Estrellas.

“Doc ha estado tremendo”, dijo Charles Barkley. “El mejor trabajo jamás. No ganará como entrenador del año pero McMillan, [Mike] Budenholzer, [Michael] Malone y Rivers han estado todos tremendos”.

Cierto, el campo está atestado. Pero con todo el respeto a los otros señores, ellos tienen el lujo de jugar con talento comprobado. Budenholzer y Malone tienen candidatos a JMV en sus equipos; los veteranos de los Pacers de McMillan están anclados por nueve jugadores mayores de 25 años.

La nómina de los Clippers tiene nueve jugadores menores de 25. El guardia titular Shai Gilgeous-Alexander no puede comprar alcohol legalmente.

“La juventud es una excusa por no tener experiencia, pero no es una excusa para no jugar duro”, dijo Rivers. “Siempre puedes jugar con ganas. Cuando tienes muchachos que quieren ganar y están dispuestos a sacrificarse para ganar, lo hace más divertido. No sé si este es mi mejor trabajo como entrenador pero ha sido el que más he disfrutado”.

Hay razón por la que Rivers ha sido mencionado como el posible sucesor del entrenador de los Lakers Luke Walton, en caso de ser despedido, y no es porque Jeanie Buss se ahorraría unos centavos en empacar y mover un nuevo empleado. Rivers ha demostrado que él puede ganarlo todo con superestrellas y sin ellas. Él puede ganar con jugadores saludables y con jugadores claves dentro y fuera de la enfermería.

Estas son cosas que Walton no ha podido hacer. Estas son cosas que la mayoría de los entrenadores en la liga han sido incapaces de hacer.

En 19 temporadas, Rivers ha terminado con un récord perdedor tres veces. Ha ganado más de 300 partidos con dos diferentes franquicias. Su mejor jugador fue canjeado y estos Clippers mejoraron. Los Lakers no deberían ser el único equipo en tratar de adquirir sus servicios.

Algunos podrían mirar a la época del LobCity y preguntar cómo un equipo con Blake Griffin, Chris Paul y DeAndre Jordan no pudo por lo menos llegar a las Finales de la Conferencia del Oeste. Sin duda, esa colección de talento no alcanzó el objetivo, por lo que Rivers merece un poco de señalamiento.

Pero este equipo canjeo a Griffin y Paul, dejando ir a Jordan y aún estar en posición de tener una serie de playoffs en casa sin una estrella de buena fe para reemplazar a alguno de ellos, por lo que Rivers merece el crédito.

“Creo que este ha sido uno de las mejores campañas como entrenador de Doc, basado en lo que su roster tiene”, dijo Chauncey Billups por medio de mensajes de texto. “Perdió dos futuros miembros del Salón de la Fama y aún tiene al equipo a flote. Su habilidad para conectarse con cada jugador es la razón por la que saca el máximo provecho de ellos”.

Eso es algo que Ryan Hollins hizo eco cuando presentó tres cosas que hacen a Rivers como alguien exitoso: “X y O, relatividad, practicalidad”.

Sea como sea la votación se incline para entrenador del año, Rivers dijo que eso no lo cambiará.

“No pienso en eso”, dijo. “Trato de ser honesto, positivo. La gente dice que soy implacable y creo que es verdad porque no voy a dejar algunas cosas irse. Creo en que hay maneras de ser ganador y hay muchas opciones que un jugador puede hacer algo que no nos deje ganar. Mi trabajo es el de ayudarlos a eliminar esas malas decisiones de sus pensamientos”.

“Amo entrenar superestrellas por tienen experiencia y es divertido tratar de que crean en tu plan… y amo entrenar jugadores jóvenes porque la meta es convertirlos en ganadores. Incluso si no es lo que la gente espera de ellos, es lo que yo espero. Espero que ganemos”.

Lo que explica por qué, en un año en el que muchos hombres merecen el reconocimiento de entrenador del año, Rivers está más arriba que ellos.

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