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El futuro llegó a Vista High

En la orientación para estudiantes de nuevo ingreso en Vista High School, Josef Medvinsky, prueba su habilidad en la cuerda floja.

En la orientación para estudiantes de nuevo ingreso en Vista High School, Josef Medvinsky, prueba su habilidad en la cuerda floja.

(Charlie Neuman / U-T)
San Diego Union-Tribune

Los estudiantes de nuevo ingreso que se inscribieron en Vista High School entraron no solo a una nueva etapa en su educación, sino que también estrenaron el siguiente capítulo en la historia de la escuela, debido a que el plantel cambió a un modelo de aprendizaje personalizado.

La orientación incluyó los típicos paquetes del papeleo de regreso a clases, pero también juegos y ejercicios diseñados para preparar a los estudiantes y a sus padres para un acercamiento diferente a la preparatoria.

El año pasado, Vista High ganó una subvención de cinco años por 10 millones de dólares, para crear una preparatoria del futuro, en una competencia nacional diseñada para estimular la innovación educativa.

La escuela está utilizando esos fondos para convertirse en un sistema de aprendizaje personalizado, en el cual los estudiantes dominan las habilidades a su propio ritmo, establecen metas basadas en sus intereses y utilizan el conocimiento adquirido en clase para enfrentar los retos del mundo real.

“Se quiere que los jóvenes participen en su aprendizaje”, dijo la profesora de inglés Shannon Caponera. “Esa es la única manera de que continúen con el aprendizaje por el resto de sus vidas”.

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Los estudiantes de nuevo ingreso este año estarán en la primera fila de esa transición y la orientación fue su primera probada de lo que vendrá después. Eso incluyó la asignación a casas, que serán las familias académicas de los estudiantes durante los próximos cuatro años, y una introducción a los conceptos que guiarán su experiencia en la preparatoria.

Angelina Gonzales, estudiante de nuevo ingreso en Vista High School espera en fila para recibir sus libros con su abuela Guadalupe Martínez.

Angelina Gonzales, estudiante de nuevo ingreso en Vista High School espera en fila para recibir sus libros con su abuela Guadalupe Martínez.

(Charlie Neuman / U-T)

En el gimnasio, el profesor de inglés Jen Anderson mostró a los estudiantes cómo mantener los globos en alto soplando a través de un popote, una actividad dirigida a demostrar el hábito de la persistencia.

“Se trata de mantenerlo, incluso cuando es difícil, o cuando las cosas no van como ustedes quieren que vayan”, comentó Anderson.

El juego del globo fue parte de un circuito de estaciones establecidas para demostrar 16 hábitos mentales cruciales para el éxito de los estudiantes, informaron los administradores. Estos incluyen prácticas mentales como escuchar, cuestionar, persistir, el sentido del humor y el pensamiento flexible.

En otra mesa, los estudiantes sacaron cuidadosamente bloques de madera de una pila, esforzándose por evitar derribar la torre, en un ejercicio que demostraba el hábito de la atención en busca de la exactitud.

“Es realmente difícil y tienes que usar la cabeza”, comentó Andrew Gonzáles, de 14 años, mientras jugaba el juego con su compañero de nuevo ingreso Zachary Spina, de 14 años.

Otras estaciones incluyeron desafíos para los estudiantes que los obligaban a pensar con flexibilidad, como por ejemplo desenredarse ellos mismos de las cuerdas que los tenían amarrados a otro estudiante, para tomar riesgos responsables mientras tenían que cruzar una línea floja; o utilizar todos sus sentidos oliendo bolsas de papel que contenían sustancias misteriosas tales como café, cáscaras de naranja y vinagre.

La orientación no convencional fue una forma de introducir tanto a los estudiantes como a los padres a los cambios, informó el superintendente interino Matt Doyle. Las sesiones informativas para los padres describieron los esfuerzos de la escuela para prevenir problemas como el suicidio y el acoso cibernético, señaló.

“Me gusta mucho”, dijo Cathy Motter, cuya hija Trinity de 14 años, comienza como estudiante de primer año. “Los va a sacar de sus caparazones con nuevas experiencias y nuevas maneras de lidiar con la vida y la planificación”.

Los estudiantes de nuevo ingreso se separarán en una de seis casas, cada una con el nombre de un ecosistema y basados en su selección de clase optativa.

Los estudiantes serán asignados a las casas de la Selva, del Río, del Océano, del Desierto, de la Montaña o del Bosque, y permanecerán con el mismo grupo de compañeros durante cuatro años. Dos de las casas de Vista se centrarán en la biología y dos en la educación física. Otra casa se constituirá con estudiantes que eligen español como su optativa y la sexta casa será para estudiantes que se enfocan en la adquisición del idioma inglés.

Todos los estudiantes tomarán inglés, matemáticas y una clase reto, en la que perseguirán proyectos relacionados con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, que abordan temas como la pobreza, el hambre, el agua potable o la acción climática.

Los maestros trabajarán como equipo para unir las lecciones entre las materias, comentó Caponera. Por ejemplo, una unidad de inglés sobre el cuento griego de Odiseo trazará su curso a través del Mediterráneo y podría relacionarse con las lecciones de ciencia sobre los ecosistemas que encontró.

También van a tomar una clase de bienestar, que incluye elementos de salud, habilidades sociales, hábitos de estudio y más, dijo Jo Renison, quien cambió a esa materia después de años de enseñar inglés.

Sullivan Brennan escribe para el U-T.

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