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“Se suicidó”, dice un abogado defensor en el caso de George Floyd

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El público llegó rápidamente a su veredicto: la policía de Minneapolis mató a George Floyd.

Un video visto en todo el mundo lo muestra en la acera, con el cuello inmovilizado debajo de la rodilla del oficial Derek Chauvin, suplicando por su vida - “No puedo respirar” - hasta que su cuerpo se debilita.

Dos autopsias concluyeron que la muerte fue un homicidio.

Chauvin fue acusado de asesinato y otros tres oficiales, Thomas Lane y Alexander Kueng, quienes ayudaron a someter a Floyd, y Tou Thao, quien mantuvo a raya a los espectadores, fueron acusados de cómplices.

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En una entrevista con el Times, un abogado de Lane expuso lo que dijo que sería un argumento central para la defensa.

“Ninguno de estos tipos, ni siquiera Chauvin, lo mató realmente”, dijo el abogado Earl Gray. “Se mató”.

Con libertad para hablar públicamente desde que un juez levantó una orden de silencio sobre todas las partes en el caso, Gray dijo que planea argumentar que Floyd murió de una sobredosis del poderoso opioide fentanilo y una afección cardíaca subyacente.

“Vamos a demostrar que mi cliente y los demás policías estaban haciendo su trabajo”, manifestó.

El veterano abogado de defensa criminal dijo que basará su caso en informes de toxicología y autopsias, así como en imágenes de cámaras corporales de la policía publicadas recientemente que ofrecen una imagen más completa que los videos de teléfonos celulares tomados por personas en la calle.

Los videos de la cámaras corporales muestran que mucho antes de que Floyd fuera inmovilizado en el suelo, le dijo a los oficiales al menos seis veces: “No puedo respirar”.

Los expertos legales dijeron que la estrategia de defensa no es tan descabellada como puede parecer, especialmente dado que los jurados se han mostrado reacios a condenar a la policía por asesinatos cuando están en servicio.

“Este no es un golpe para la fiscalía y no es un caso fácil, especialmente para los cargos de homicidio de alto grado”, dijo Philip Stinson, criminólogo de la Universidad Estatal de Bowling Green y ex policía que estudia la mala conducta policial. “Si este caso va a juicio y un oficial testifica en su propio nombre, es posible que exista una duda razonable para los miembros del jurado”.

Ningún caso en los tiempos modernos ha reverberado tanto en la sociedad como el de Floyd, un hombre negro de 46 años cuya muerte el 25 de mayo confirmó para muchos un patrón nacional de racismo y abuso policial.

Las protestas se extendieron rápidamente, convirtiéndose en las más grandes en la historia de EE.UU y se dispersaron a más de 60 países en apoyo del movimiento Black Lives Matter.

Los cuatro agentes fueron despedidos y están libres bajo fianza. Los abogados de Chauvin, Kueng y Thao se negaron a comentar, al igual que los fiscales del caso.

El mes pasado, Gray presentó una moción solicitando la desestimación del caso contra Lane. Su alegato incluyó transcripciones del video de la cámara de su cuerpo y de la que llevaba Kueng, lo que abrió la puerta para hacer públicas las grabaciones.

La grabación, que se publicó la semana pasada y cubre 37 minutos continuos, comienza cuando los oficiales llegan a una tienda en respuesta a una llamada de que un cliente había pagado con un billete falso de $20.

Lane golpeó con su linterna la ventana de un SUV Mercedes-Benz estacionado cerca de la tienda.

“Déjame ver tus manos”, le dijo a Floyd, quien estaba sentado en el asiento del conductor.

“Lo siento, lo siento”, respondió Floyd.

Lane, en su cuarto día como oficial de policía, exigió ver ambas manos. “¡Levanta tus... manos ahora mismo!”, le dijo a Floyd, quien preguntó: “¿Qué hacemos, señor oficial?”.

Cuando Floyd no cumplió de inmediato las instrucciones, Lane le apuntó con un arma.

“Por favor, no me dispares, hombre”, dijo Floyd.

“No te voy a disparar, hombre”, respondió Lane, enfundando su arma una vez que Floyd levantó las manos.

Christine Gardiner, profesora de justicia penal en Cal State Fullerton, dijo que el enfoque acusatorio, común en la policía, marcó el tono de la escalada.

“Si se hubieran acercado a él respetuosamente, creo que las cosas habrían resultado muy diferentes”, consideró.

El video muestra que los oficiales esposaron a Floyd y lo llevaron hacia la acera. Se tambaleó y gritó.

Cuando se le preguntó si andaba “en algo”, Floyd respondió que había estado “jugando” o ingiriendo drogas.

Los agentes lo llevaron a un coche de la policía y le ordenaron que entrara. Se resistió, diciendo repetidamente que era claustrofóbico y que no podía respirar.

Intentaron empujarlo hacia el asiento trasero. Lane se ofreció a quedarse con él, bajar las ventanas y encender el aire acondicionado. Finalmente, los agentes decidieron dejarlo en la calle.

Chauvin se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante nueve minutos y 30 segundos, 44 segundos más de lo que los fiscales alegaron inicialmente.

En su moción del 7 de julio, Gray incluyó material de entrenamiento de la policía de Minneapolis sobre cómo lidiar con un sospechoso esposado que no coopera. Una posición de restricción ilustrada en una fotografía se parece mucho al método que usaron los oficiales.

El material de instrucción también incluye una advertencia: “El paro cardíaco repentino generalmente ocurre inmediatamente después de una lucha violenta”.

El 5 de junio, el Concejo Municipal de Minneapolis votó para prohibir el estrangulamiento y las restricciones de cuello por parte de la policía.

Stephen Houze, un abogado de Portland, Oregón, que ha representado a oficiales acusados de brutalidad, dijo que el grado en que los policías cumplieron con su formación sería importante en el juicio.

Aún así, agregó: “Ninguna explicación ofrecida ahora para evitar la responsabilidad penal puede disminuir la potencia del video”.

La defensa no tiene que demostrar que Chauvin no mató a Floyd. Solo tiene que crear dudas razonables persuadiendo a los miembros del jurado de que existen otras explicaciones plausibles.

George Parry, un ex fiscal federal y estatal que alguna vez dirigió una unidad de brutalidad policial y mala conducta de la Oficina del Fiscal de Distrito de Filadelfia, sugirió que no sería difícil.

Al escribir este mes en la revista conservadora American Spectator, Parry se centró en el comportamiento errático de Floyd, sus primeras quejas de problemas respiratorios y los hallazgos de que sufría de una enfermedad de las arterias coronarias y tenía una concentración potencialmente fatal de fentanilo en la sangre.

“Entonces, ¿quién mató a George Floyd?”, escribió Parry. “Él lo hizo”.

Pero Carl Hart, un neurocientífico de la Universidad de Columbia, dijo que la respuesta humana a las drogas psicoactivas es demasiado compleja para sacar conclusiones basadas únicamente en las concentraciones de fentanilo, que fluctúan rápidamente y pueden aumentar después de la muerte a medida que la droga se descompone en el cuerpo.

“Si el oficial no hubiera puesto su rodilla en el cuello de George Floyd, probablemente estaría vivo hoy”, dijo Hart.

Esa opinión concuerda con la autopsia realizada por la oficina del médico forense del condado, que determinó que la muerte fue causada por “detención cardiopulmonar mientras estaba inmovilizado por agentes del orden”.

Un segundo examen post mortem, dirigido por el Dr. Michael Baden, un experto contratado por la familia Floyd, concluyó que fue asesinado por asfixia.

En una entrevista, Baden dijo que, independientemente de lo que Floyd dijera sobre problemas respiratorios, drogas o problemas de salud subyacentes, “murió por la forma en que lo sujetaron, punto”.

Cuando se le preguntó si creía que los oficiales tenían la intención de matar a Floyd, Baden dijo: “No creo que tuvieran la intención de matarlo”.

Probar la intención es una parte clave del caso que deben hacer los fiscales.

Chauvin fue acusado originalmente de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario, lo que requiere que los fiscales demuestren que el acusado hizo algo arriesgado y causó una muerte sin la intención de hacerlo.

Pero después de las protestas públicas pidiendo un castigo mayor para Chauvin, las autoridades de Minnesota agregaron un cargo de asesinato en segundo grado, alegando que causó la muerte de Floyd al infligir daño corporal intencionalmente.

La fiscalía no necesita probar que Chauvin tenía la intención de matar a Floyd, solo que cometió un delito grave y en el proceso causó la muerte.

Suzanne Luban, profesora de Derecho de Stanford, dijo que, como mínimo, la evidencia sugiere que Chauvin se comportó de manera imprudente. Rechazó repetidamente las sugerencias de Lane -a quien le preocupaba que pudiera estar provocando una condición llamada “delirio excitado”- para mover a Floyd.

“Déjalo”, dijo Chauvin.

Gray notó que los oficiales mostraron preocupación por Floyd al principio del encuentro, llamando a una ambulancia porque su boca estaba sangrando por un rasguño sufrido cuando intentaron meterlo a la patrulla –e incrementaron la urgencia de la llamada.

“Si estos policías tenían la intención de matar a este tipo o herirlo gravemente, ¿por qué diablos llamaron a la ambulancia?”, preguntó.

Una condena por cargos de complicidad en asesinato en segundo grado o homicidio en segundo grado requeriría una prueba de que ayudaron intencionalmente a cometer un delito.

Las condenas de policías por homicidios mientras están en servicio son raras.

Gray formó parte del equipo legal que ganó la absolución del oficial que disparó a Philando Castile, un supervisor de la cafetería de una escuela afroamericana asesinado durante una parada de tráfico diurna cerca de Minneapolis en 2016.

La novia de Castile había capturado las secuelas del tiroteo en un video que se volvió viral y provocó indignación en todo el país.

El juicio de los cuatro oficiales en el caso Floyd está programado para marzo, pero las demoras son comunes y es posible que se lleguen a acuerdos.

Tyler, profesor de la Facultad de Derecho de Stanford y director de su Clínica de Defensa Criminal, dijo que el caso puede reducirse a mostrar al jurado que dos conjuntos de hechos pueden ser válidos.

“Alguien puede estar bajo la influencia de una droga y luego morir a manos de la policía”, expuso. “Ese parece ser el caso aquí”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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