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Familia de hombre muerto a tiros por la policía buscó una ambulancia, no a los agentes policiacos

A demonstrator lifts his hands before police during a protest of a fatal police shooting in Philadelphia.
El manifestante Sharif Proctor levanta las manos ante una línea policial durante una manifestación el lunes por la noche contra un tiroteo policial mortal en Filadelfia.
(Jessica Griffin / Philadelphia Inquirer)
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La familia de un hombre negro que murió cuando la policía de Filadelfia le disparó al menos doce balazos, incidente que fue captado en video, había solicitado una ambulancia para que lo ayudara con una crisis de salud mental, no para una intervención policiaca, señaló el martes su abogado.

La policía dijo que Walter Wallace Jr., de 27 años, empuñaba un cuchillo e ignoró las órdenes de soltar el arma antes de que los oficiales dispararan el lunes por la tarde. Pero sus padres afirmaron, en una conferencia de prensa el martes por la noche, que los oficiales sabían que su hijo tenía una crisis de salud mental, porque habían estado en la residencia de la familia tres veces el lunes.

Cathy Wallace, su madre, aseguró que una de esas veces, “se quedaron allí y se rieron de nosotros”.

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La abogada de la familia, Shaka Johnson, reveló que la esposa de Wallace se encontraba embarazada y estaba programada para inducción de parto el miércoles. Johnson dijo que Wallace tenía nueve hijos, dos de los cuales hablaron brevemente en la conferencia de prensa del martes.

“Cuando llegas a una escena en la que alguien está teniendo una crisis mental y la única herramienta con la que tienes que lidiar es un arma... ¿dónde están los instrumentos adecuados para el trabajo?”, dijo Johnson, argumentando que los agentes de policía de Filadelfia no estaban debidamente capacitados para manejar las crisis de salud mental. Johnson señaló que el hermano de Wallace había llamado al 911 para solicitar asistencia médica y una ambulancia.

Cerca de 500 personas se reunieron en un parque del oeste de Filadelfia el martes por la noche y comenzaron a marchar por el vecindario, gritando consignas. Simultáneamente, hubo informes esporádicos de detenciones en otras zonas de la ciudad.

Videos mostraban a personas entrando en las tiendas y robando productos en el lado opuesto de la ciudad de donde le dispararon a Wallace. La Oficina de Manejo de Emergencias, en un tuit alrededor de las 9:30 p.m. del martes, advirtió a los residentes en el este de Filadelfia que permanecieran en interiores.

Los funcionarios habían anticipado una segunda noche de disturbios el martes, y un portavoz de la Guardia Nacional de Pensilvania le dijo al Philadelphia Inquirer que se esperaba que varios cientos de guardias llegaran a la ciudad dentro de 24 a 48 horas.

El jefe de policía, Frank Vanore, expuso anteriormente en una conferencia de prensa que la policía recibió una llamada el lunes sobre un hombre que gritaba y que estaba armado con un cuchillo.

Los dos oficiales dispararon al menos siete veces cada uno, unos 14 tiros en total, pero no pudieron decir cuántas veces fue alcanzado Wallace, de 27 años.

El padre de Wallace, Walter Wallace Sr., le dijo anteriormente al Inquirer que su hijo estaba tomando medicamentos y tenía problemas con su salud mental.

“¿Por qué no usaron una pistola paralizante?”, preguntó.

Los agentes no habían sido entrevistados hasta el martes por la tarde, según la comisionada de policía Danielle Outlaw. Dijo que los nombres de los oficiales y otra información de identificación, incluido su grupo étnico, se retendría, según las políticas del departamento, hasta que se pudiera asegurar que divulgar la información, no representaría una amenaza para su seguridad. Ninguno de los agentes tenía una pistola paralizante o un dispositivo similar, reveló Outlaw, y agregó que el departamento había solicitado fondos para equipar a más oficiales con esos instrumentos.

Wallace recibió los disparos antes de las 4 p.m. del lunes en un episodio filmado por un transeúnte y publicado en las redes sociales. Los testigos se quejaron de que la policía realizó disparos excesivos.

Los agentes policiacos arrestaron al menos a 91 personas durante los disturbios el lunes por la noche y el martes por la mañana, con tres individuos multados por no dispersarse, y alrededor de una docena acusados de agresión a un oficial. La policía había dicho anteriormente que 30 agentes resultaron heridos en los disturbios, la mayoría de ellos golpeados con objetos arrojados, incluidos ladrillos. Un oficial aún estaba hospitalizado el martes con una pierna rota después de ser atropellado intencionalmente por una camioneta, señaló la policía.

Funcionarios de la Fraternal Order of Police, el sindicato que representa a los oficiales en Filadelfia, manifestaron que las lesiones a los policías eran inaceptables y pidieron paciencia, mientras continuaba la investigación sobre el tiroteo.

Los oficiales dijeron que encontraron a Wallace sosteniendo un cuchillo y le ordenaron que soltara el arma varias veces. Wallace avanzó hacia los agentes, quienes dispararon repetidamente, expuso la oficial Tanya Little, vocera de la policía.

En el video, se ve a una mujer y al menos un hombre siguiendo a Wallace, tratando de que escuche a los oficiales, mientras camina rápidamente por la calle y entre los autos. La mujer, identificada por los familiares como la madre de Wallace, grita y le arroja algo a un oficial después de que le disparan a su hijo y cae al suelo.

No es claro en el video si estaba sosteniendo un cuchillo, pero testigos dijeron que sí.

Wallace recibió disparos en el hombro y el pecho, reveló Little. Uno de los oficiales lo llevó a un hospital, donde fue declarado muerto poco tiempo después, informó.

Ningún oficial o transeúnte resultó herido en el enfrentamiento inicial, según Little. Ambos llevaban cámaras corporales y fueron retirados del servicio en la calle durante la investigación.

Outlaw y otros funcionarios dijeron que la policía estaba colocando oficiales adicionales en los corredores comerciales en el oeste de Filadelfia y en diversos lugares en preparación para más disturbios.

Añadió el martes temprano que solicitó ayuda a los condados vecinos, así como a la Guardia Nacional. El alcalde Jim Kenney comentó que la ciudad había estado en conversaciones con el estado sobre la posible ayuda de la Guardia Nacional relacionada con las elecciones, pero un portavoz de la Guardia le informó al Inquirer que su presencia estaba relacionada con los disturbios.

Cientos de personas salieron a las calles en el oeste de Filadelfia el lunes por la noche y hasta las primeras horas del martes, mientras las interacciones entre los que protestaban y la policía se volvieron violentas en ocasiones, informó el Inquirer. Videos mostraron a muchos manifestantes gritando a los oficiales y llorando.

Decenas de manifestantes se reunieron en un parque cercano y corearon: “Las vidas de los negros importan”. Patrullas policiales y contenedores de basura fueron incendiados mientras los agentes luchaban por contener a la multitud. Más de una docena de oficiales, muchos de ellos con porras en la mano, formaron una línea mientras corrían por la calle 52, dispersando a la mayoría de la multitud.

El corredor de la calle 52 también fue escenario de protestas contra la brutalidad policial a fines de mayo, después de que la policía de Minneapolis asesinara a George Floyd. Esas protestas han sido objeto de audiencias en el Concejo Municipal, en las que los manifestantes describieron tácticas duras e innecesarias, como gases lacrimógenos y proyectiles disparados por la policía.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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