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Mientras las conversaciones sobre el agua del río Colorado se tambalean, el gobierno de EE. UU. impone nuevas restricciones

Hoover Dam
El nivel de agua del lago Mead, el mayor embalse del país, ha ido descendiendo en medio de una grave sequía y ha alcanzado su punto más bajo desde que se construyó la presa Hoover en la década de 1930.
(Luis Sinco / Los Angeles Times)
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Después de que los estados de la cuenca del río Colorado no cumplieran un plazo para las reducciones de emergencia por la sequía, la Oficina de Reclamación de Estados Unidos dijo que seguiría trabajando con los estados y las tribus afectadas para llegar a un acuerdo.

A los siete estados se les ha pedido que elaboren planes para reducir drásticamente el uso del agua entre 2 y 4 millones de acres-pies, pero las conversaciones se han vuelto muy tensas. En una conferencia de prensa celebrada el martes, los funcionarios federales afirmaron que se necesitaba urgentemente un acuerdo y que se declaraba una escasez de nivel 2 para el próximo año.

“Para evitar un colapso catastrófico del sistema del río Colorado y un futuro de incertidumbre y conflicto, hay que reducir el uso del agua en la cuenca ya”, dijo Tanya Trujillo, subsecretaria de agua y ciencia del Departamento del Interior.

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En condiciones de escasez de nivel 2, el reparto anual de agua de Arizona se reducirá en un 21%, el de Nevada en un 8% y el de México en un 7%. A California no se le exige una contribución de ahorro de agua.

“Los riesgos que vemos para el sistema se basan en la mejor ciencia disponible que hemos visto, y esos riesgos no han cambiado. Así que hoy estamos iniciando el proceso y seguiremos con más información en cuanto a las acciones que tomaremos en ese proceso”, dijo la comisionada de la Oficina de Reclamación, Camille Calimlim Touton.

La ausencia de un acuerdo entre los estados aumenta el riesgo de que la crisis del río Colorado -provocada por la sobreexplotación crónica y el clima seco del Oeste- se convierta en un marasmo legal. Al mismo tiempo, los funcionarios del Departamento del Interior han advertido que están preparados para imponer recortes si es necesario para proteger los niveles de los embalses.

Cuando los periodistas le preguntaron si el gobierno federal impondría esos recortes, Touton dijo: “Quiero seguir insistiendo en la necesidad de lograr acuerdos en la cuenca y en la necesidad de colaborar y encontrar una solución de consenso, no sólo para el próximo año, sino para el futuro”.

Las personas involucradas en las negociaciones dicen que ha habido discusiones difíciles entre los estados y entre los distritos de agua urbanos y agrícolas. También ha habido tensiones crecientes entre los estados de la cuenca baja del río -California, Arizona y Nevada- y los de la cuenca alta -Colorado, Wyoming, Nuevo México y Utah-.

“El Departamento de Interior seguirá, como ha dicho Touton, trabajando con los estados de la cuenca para desarrollar una solución de consenso”, dijo a los periodistas el subsecretario de Interior, Tommy Beaudreau. “Todavía hay tiempo para eso. Dicho esto, nos mantenemos firmes en la necesidad de proteger el sistema. ... Por muy grave que sea la situación, hay motivos para ser optimistas. En primer lugar, aunque queda trabajo por hacer, los estados se han unido para intentar encontrar soluciones voluntarias. Se trata de un entorno complejo”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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