A menos de 3 millas del tiroteo en Las Vegas, se desarrolla un impresionante espectáculo de armas

El traficante de ametralladoras estaba bebiendo su café en el Starbucks del Sands Expo Center, esperando a su amigo.

Le tomó unos minutos, algunos textos rápidos, pero luego Jonathan Babb vio a Matthew Ingle pasar entre un par de hombres con sombreros de vaquero y trajes. Después de que Ingle se acomodara en un taburete, con una bebida de té verde en la mano, Babb le dijo que no creía que tuviera que quedarse para la convención completa de Shot Show.

“No parece haber muchas cosas nuevas este año”, dijo Babb. “No es como el 2016”.

Ingle asintió levemente. En una mesa cercana, tres hombres discutían de pistolas. Un flujo de asistentes a Shot Show, que se estima en aproximadamente 65,000 personas en total para el evento de cuatro días que finaliza el viernes, se desparramó fuera de la sala de convenciones y en elegantes restaurantes o en el casino Venetian.

The Shot Show (para Disparos, Caza, Comercio Exterior) es un evento anual para la industria de armas de fuego, donde expositores y vendedores exhiben sus últimos productos que pueden ser utilizados por los entusiastas de la ley, caza y tiro. La feria cuenta con más de 1,600 expositores. Un caballete en la entrada del elegante restaurante de mariscos, AquaKnox, exhibía un cartel donde la Asociación Nacional del Rifle. Le daba la bienvenida a miembros e invitados en su espacioso espacio iluminado de azul.

Tanto Babb como Ingle llegaron para el show esta semana y pasaron por el hotel Mandalay Bay. Ambos habían mirado hacia el piso 32, donde, el 1 de octubre pasado, Stephen Paddock había abierto fuego contra una multitud que asistía al festival de música country Route 91 Harvest, dando muerte a 58 y herido a cientos.

La masacre no pudo ser ignorada.

La National Shooting Sports Foundation, que organiza Shot Show, emitió una declaración que explicaba queuna gran área de espacio en la convención estaba dedicada a las agencias de aplicación de la ley.

“Los expositores y asistentes son muy conscientes de las tragedias que implican el uso indebido de armas de fuego y sienten genuina simpatía por las víctimas”, se lee en el comunicado. “Pero saben que el comercio legal de armas de fuego que sirve a millones de ciudadanos respetuosos de la ley está completamente desconectado de las acciones de los delincuentes o de los enfermos mentales que intentan hacer daño”.

Hablar de armas es bastante difícil, y mucho más en un lugar donde las señales de “Vegas Strong” aún son visibles.

La National Shooting Sports Foundation restringió la acreditación de medios en Shot Show este año a tiendas que solo cubren regularmente productos relacionados con caza, tiro y armas de fuego. A lo largo de los pasillos del Sands Expo Center, las señales advirtieron a la gente que la seguridad verificaría las credenciales de las convenciones.

Y aquí estaban Babb e Ingle, hablando de armas, personas y malentendidos. Babb dijo que después del tiroteo, estaba molesto por la tragedia “como todos”. Le contó a Ingle acerca de una chica con la que había estado hablando poco después del tiroteo. Cuando se supo que era un distribuidor autorizado de armas de fuego, Babb dijo que de repente se volvió fría y callada.

“Ella me miró como si yo fuera un objetivo para asesinar”, dijo Babb.

Babb, un joven de 31 años de Houston, nunca ha disparado contra nadie. “Espero nunca tener que hacerlo”, dijo. Ingle, un piloto, dijo que disfruta el desafío de tratar de dominar los disparos a una distancia de 1,000 yardas con su rifle Remington.

Pero Babb dijo que la oleada de tiroteos en masa le hace sentir como que lo juzgan, que solo por ser un propietario de armas, vendedor y entusiasta, es similar a alguien como Paddock. La culpabilidad por asociación parece crecer con cada tiroteo en masa.

Ingle, que posee 25 armas, bebió su té y dijo que entendía por qué la gente se sentía de esa manera.

“Quieren estar enojados con algo”, dijo Ingle. “Paddock está muerto. Lo único que les molesta son las pistolas”.

Los hombres han sido amigos durante años y admitieron que probablemente no sean propietarios de armas convencionales. Babb no es miembro de la NRA y admite que el grupo no siempre es útil en el debate sobre armas de fuego. Ambos piensan que las personas que llevan rifles a lugares públicos solo para dejar clara su posición, son inapropiadas. Pero ambos también creen que aquellos que argumentan a favor de un mayor control de armas no se dan cuenta de cuánto control de antecedentes ya existe en la compra de armas de fuego.

“La gente piensa que puedes pedir una ametralladora en línea, y te la entregan en tu casa. O que los silenciadores son legales “, dijo Babb.” Ninguna de las dos cosas es verdad”. Pero Babb dijo que tampoco está seguro de cómo abrir un diálogo entre las dos partes. “Me gustaría preguntarles, ¿cómo puedo ser un propietario de arma más responsable?”, preguntó Babb. “¿Cómo puedo representar a la industria y los propietarios de armas con una luz positiva para poder salvar esta división?”

Christine Caria, quien fue pisoteada por los aterrorizados asistentes al concierto que huían del tiroteo, vive en Las Vegas y ha abogado por una discusión más abierta sobre el tema de las armas y la violencia. No asistió a la exhibición y dijo en una entrevista telefónica que no estaba molesta de que estuviera sucediendo en Las Vegas. “Fue programado antes del tiroteo, Las Vegas es un destino de turismo y convenciones y tiene sentido”, dijo Caria. Pero deseaba que los partidarios de los derechos de armas estuvieran más abiertos a hablar sobre los temas.

Caria también dijo que se ha sentido frustrada por la falta de progreso en la prohibición de los dispositivos que son conectados a rifles semiautomáticos para hacerlos disparar más rápido y fueron usados por Paddock durante la masacre.

Carmen, presidenta del capítulo de Las Vegas, de la Campaña Brady para Prevenir la Violencia con Armas, dijo después del tiroteo que parecía que hubo un acuerdo sobre un camino para hacer que dichos dispositivos sean ilegales. Hasta ahora eso no ha sucedido. Señaló, sin embargo, que Slide Fire, una destacada empresa productora de estos dispositivos, no estuvo en Shot Show este año. Dijo que no es anti-armas, solo está en contra de la violencia por las armas.

Caria deseaba que a las personas que apoyan las armas le hicieran dos simples preguntas: “¿En qué podemos todos estar de acuerdo? ¿En dónde podemos empezar a dialogar? Supongo que todos tenemos los mismos objetivos: seguridad para todos. Nadie quiere no poder asistir a una reunión. concierto, ir a la iglesia o a la escuela y preocuparse de que les arranquen la cabeza. Quiero que se pregunten en dónde podemos empezar?

“En el Starbucks, Babb e Ingle estaban pensando en la misma pregunta.” Tengo un problema con las personas trastornadas que poseen un arma, pero no puedo decirte cuál es la solución. Ojalá pudiera “, dijo Babb. “Pero siempre habrá gente mala. Siempre habrá maldad y si quieren hacerlo encontrarán la manera”.

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