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La fiscalía podría solicitar la pena de muerte contra la pareja acusada del asesinato del menor Anthony Ávalos

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La fiscalía dio a conocer que una mujer de Lancaster y su novio podrían enfrentar la pena de muerte en el asesinato de su hijo de 10 años, Anthony Ávalos, quien antes de morir en junio pasado fue golpeado, según informaron las autoridades.

Durante una audiencia en la corte en Lancaster, Heather Barrón, de 29 años, y Kareem Leiva, de 32, se declararon inocentes de todos los cargos penales, así como de un nuevo cargo circunstancial de asesinato que involucra tortura, lo que hace que la pareja sea elegible para la pena capital.

Los acusados se sentaron en silencio con las manos en los bolsillos, susurrando en voz baja, “sí”, ante la pregunta del juez sobre si entendían sus derechos.

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La muerte de Anthony este verano generó comparaciones con el caso de Gabriel Fernández, de 8 años, quien fue torturado y asesinado en el Antelope Valley, en 2013.

En ambos casos, el Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado de Los Ángeles recibió advertencias sobre el abuso, sin embargo, dejó a cada niño en el hogar con la madre y su novio.

En el caso de Anthony, según un abogado que representa a los familiares del niño, la agencia investigó 88 denuncias de abuso que se remontan a 2013. Quince de las acusaciones fueron fundamentadas, agregó el abogado, incluidas dos relacionadas con abuso sexual.

Al parecer menos una semana antes de que Anthony perdiera el conocimiento y muriera el 21 de junio, Barrón y Leiva vertieron salsa picante en la cara del niño, lo obligaron a arrodillarse sobre arroz y en repetidas ocasiones le amarraron la parte inferior de los pies con un cinturón, de acuerdo con una moción presentada por el fiscal Jonathan Hatami.

Los acusados ocasionaron fuertes quemaduras en Anthony, lo colgaron boca abajo y lo dejaron caer, también lo mantuvieron sin alimentos por largos períodos de tiempo y lo alimentaron a la fuerza.

Pero la brutalidad, dicen los fiscales, comenzó mucho antes de los últimos días que torturaron a Anthony según los registros del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles y del DCFS que incluían al menos tres de los hermanos de Anthony.

Hatami escribió que Leiva los golpeó con una manguera, lo obligó a agacharse contra una pared durante largos períodos de tiempo -la “silla del capitán” le llamaba- y les arrojaron pañales sucios.

En una ocasión, Leiva golpeó al hermano menor de Anthony con tanta fuerza que el niño necesitó atención médica y grapas para cerrar una herida en la cabeza.

El 3 de octubre, los fiscales presentaron un recuento adicional de maltrato infantil contra ambos inculpados, acusándolos de haber golpeado al hermano menor en mayo.

El abogado de Leiva, Dan Chambers, dijo que cree que su cliente es inocente.

“La primera etapa de la defensa es revisar la documentación”, dijo el abogado, y agregó que hay una “montaña” de pruebas en el caso.

Después de la audiencia, el hermano de Barrón dijo a los reporteros que no hay ninguna diferencia para él si su hermana se enfrenta a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional o a la pena de muerte. “Mientras no salga libre”, dijo David Barrón, con lágrimas en los ojos.

Su voz se convirtió en un grito cuando habló sobre el DCFS y los trabajadores sociales que manejaron el caso de Anthony.

“¡Queremos una investigación completa!”, dijo.

“¿Cuántos niños más necesitan morir?”, agregó María, su esposa. “¡Suficiente es suficiente!”

María elogió a los fiscales por presentar nuevos cargos.

“El bebé tuvo que sufrir”, dijo sobre el hermano menor de Anthony. “Fueron todos los niños”.

Se espera que ambos acusados regresen a la corte para una audiencia el 27 de noviembre.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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