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Renuncia el jefe de Protección Fronteriza, mientras niños migrantes regresan a las polémicas instalaciones de Texas

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En medio de una creciente protesta por los informes de que más de 300 niños fueron retenidos en condiciones insalubres en una de las estaciones remotas de la Patrulla Fronteriza, el jefe interino del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), renunció.

Dos agentes de la Patrulla Fronteriza confirmaron que el martes John P. Sanders envió un mensaje a la agencia dando a conocer su renuncia, la CBP es la encargada de supervisar los puertos de entrada, el procesamiento temporal de los migrantes y a la Patrulla Fronteriza. Sanders presentó su dimisión al secretario de seguridad nacional Kevin McAleenan.

“¡Esta es su organización... la suya!”, escribió Sanders en el memorándum del martes en el que no se aborda directamente la controversia sobre la detención de niños migrantes. “No subestimes el poder del impulso mientras continúas enfrentando algunos de los desafíos más difíciles de este país”.

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El presidente Trump dijo el martes que estaba “muy preocupado” por las condiciones en los centros de detención de inmigrantes, pero sostuvo, sin pruebas, que son mejores bajo su administración que bajo la del presidente Obama.

Añadió que no le pidió a Sanders la renuncia, sino que dijo que “sabía” que el cambio en el control de la agencia iba a ocurrir. El presidente y sus colaboradores más cercanos iniciaron una limpia entre los altos funcionarios de Seguridad Nacional desde el pasado mes de abril que ha dejado aproximadamente una docena de vacantes.

Tras los informes de que más de 300 niños fueron retenidos en una de las estaciones remotas de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, donde que se cuidaban unos a otros y que los alimentos y el agua eran insuficientes, además de las condiciones insalubres, la representante Verónica Escobar (demócrata de Texas) dijo el lunes que el gobierno federal había retirado a la mayoría de los niños, y que quedaban unos 30.

Pero el martes, un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza confirmó que 127 de los niños migrantes transferidos de la estación de Clint fueron trasladados de regreso.

Cuando se le preguntó por qué los niños habían sido devueltos, el funcionario dijo que era “porque las cifras se han reducido”, y la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos “pudo acoger a varios de ellos”.

No se dijo nada sobre si fue en respuesta a las condiciones notificadas que se habían realizado mejoras adicionales a las instalaciones.

“Estamos en una emergencia total”, dijo Sanders en una sesión informativa telefónica para periodistas a principios de este mes, haciendo hincapié en que la agencia estaba registrando el mayor número de aprehensiones en la frontera en más de una década. “No puedo decir esto de manera más contundente: El sistema está quebrantado”.

El domingo, voluntarios en El Paso trataron de entregar pañales, jabón, sacos de dormir y animales de peluche en las instalaciones de Clint, de acuerdo con Abigail Seldin, una empresaria con sede en Washington que compró los artículos para entregar y se describió a sí misma como una “madre preocupada”.

“Escogí los mismos pañales que usan mis hijos pequeños todos los días”, dijo Seldin en una entrevista.

Afirmó que las donaciones fueron rechazadas.

La semana pasada los abogados de la administración Trump argumentaron en el tribunal que el gobierno no debería estar obligado a proporcionar a los niños migrantes que están bajo su custodia jabón, cepillos de dientes, toallas, duchas o una noche completa de sueño dentro de instalaciones como la de Clint.

Los oficiales de la Patrulla Fronteriza no han respondido a las preguntas de la Agencia de Prensa sobre las condiciones en la instalación de Clint, que fue la primera en informar sobre la situación. En una declaración enviada por correo electrónico el lunes, los funcionarios dijeron:

“Nuestras instalaciones de detención a corto plazo no fueron diseñadas para albergar a poblaciones vulnerables y necesitamos urgentemente fondos humanitarios adicionales para gestionar esta crisis”.

Se espera que la Cámara y el Senado voten en los próximos días sobre medidas para proporcionar más dinero a la ayuda humanitaria en la frontera. Sin embargo, Trump ha amenazado con vetar la versión de la Cámara de Representantes. El martes, culpó a los demócratas por lo que describió como esfuerzos para bloquear los fondos de emergencia.
Legisladores de ambos partidos denunciaron la situación la semana pasada.

Los abogados que visitaron las instalaciones de Clint la semana pasada dijeron que los niños mayores estaban tratando de cuidar a los bebés y niños pequeños, reportó el jueves pasado Associated Press.

Describieron a un niño de 4 años de edad con el pelo enredado que había estado sin bañarse durante días, y pequeños hambrientos e inconsolables que luchaban por calmarse unos a otros. Algunos habían estado encerrados durante tres semanas dentro de las instalaciones, donde 15 de ellos estaban enfermos de gripe y otros 10 en cuarentena médica.

“¿Cómo es posible que ambos desconocían las condiciones inhumanas de los pequeños, especialmente los niños de la Estación Clint?” Escobar preguntó en una carta enviada el viernes a Sanders y a la jefa de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Carla Provost.

Pidió que se le informara a finales de esta semana de las medidas que están tomando para poner fin a “estos abusos humanitarios”.
Aunque no está claro a dónde fueron trasladados todos los niños detenidos en Clint, Escobar dijo que algunos fueron enviados a otra instalación en el lado norte de El Paso llamada Estación de la Patrulla Fronteriza 1. Escobar aseguró que es un sitio temporal con colchones, duchas, instalaciones médicas y aire acondicionado.

Pero Clara Long, una abogada que entrevistó a niños en la Estación de la Patrulla Fronteriza 1 la semana pasada, dijo que ahí las condiciones no eran necesariamente mejores.

“Un niño con el que hablé comentó que su familia no recibió colchones ni cobijas durante las dos primeras noches, y que él y su madre tuvieron fiebre”, dijo Long, investigadora principal de Human Rights Watch. “Aseguró que no había cepillos de dientes, y que hacía mucho, mucho frío”.

Long y un grupo de abogados inspeccionaron las instalaciones porque están protegidas por el acuerdo legal de Flores, un convenio de la era Clinton que rige las condiciones de detención de los niños y las familias migrantes. Los oficiales de Trump han presionado para terminar con el pacto de Flores.

Los abogados negociaron el acceso a las instalaciones con los funcionarios y dijeron que la Patrulla Fronteriza sabía las fechas de su visita con tres semanas de anticipación.

Muchos de los niños entrevistados habían llegado solos a la frontera México-Estados Unidos, pero algunos habían sido separados de sus padres u otros cuidadores adultos, incluyendo tías y tíos, dijeron los abogados.

El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza ha confirmado que cuando los niños llegan a la frontera con un pariente que no sea uno de sus padres, se les separa y se les considera no acompañados. Estos casos se clasifican como “relaciones familiares en cuestión” y no se rastrean por separado, dijo la agencia.

Las normas gubernamentales exigen que los niños sean retenidos por la Patrulla Fronteriza en sus estaciones de corta duración durante no más de 72 horas antes de ser transferidos a custodia en el Departamento de Salud y Servicios Humanos, que aloja a los jóvenes migrantes en instalaciones en todo el país a través de su Oficina de Reasentamiento de Refugiados, mientras que las autoridades determinan si pueden ser entregados a familiares o amigos de la familia.

El mes pasado, Sanders apareció en una conferencia de prensa con la senadora Lindsey Graham (R-S.C.) y se refirió a fotos que habían surgido de otras condiciones difíciles donde los pequeños estaban siendo retenidos por su agencia.

“Los niños no deberían tener que dormir en el suelo bajo las cobijas térmicas”, dijo. “Esto es Estados Unidos”.

O’Toole informó desde Washington, Hennessy-Fiske desde Houston. La reportera Cindy Carcamo contribuyó desde Los Ángeles. The Associated Press contribuyó a la elaboración de esta nota.

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