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Robert Kennedy Jr. se une al coro de teóricos que hablan de un segundo tirador en el asesinato de su padre

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Poco antes del 50º aniversario del asesinato del senador Robert F. Kennedy (RFK), en Los Ángeles, las teorías de la conspiración todavía abundan.

El último en agregar su voz al coro de quienes creen que hubo un segundo tirador es el hijo de la víctima: Robert F. Kennedy Jr.

Sirhan B. Sirhan, un inmigrante palestino de 24 años, fue arrestado y luego declarado culpable por el tiroteo en el Ambassador Hotel, poco después de la medianoche del 5 de junio de 1968. Kennedy, candidato presidencial en ese momento, fue asesinado después de celebrar su victoria en las primarias demócratas de California.

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Aunque Sirhan fue capturado en la escena con una pistola calibre 22 en su mano y luego admitió haberle disparado a Kennedy, a lo largo de los años apareció nueva evidencia que sugiere que, esa noche, podrían haber habido hasta 13 disparos. La pistola de Sirhan solo contenía ocho proyectiles. También ha habido desacuerdos entre los expertos con el correr del tiempo, acerca de si algunas de las balas recuperadas fueron disparadas desde la misma arma.

En una entrevista reciente con el Washington Post, el hijo de Kennedy afirmó que había llevado a cabo su propia investigación detallada sobre el acontecimiento, y ahora cree que hubo un segundo pistolero, por lo cual está pidiendo una nueva investigación. También reveló que visitó a Sirhan en diciembre de 2017, en el Centro Correccional Richard J. Donovan, cerca de San Diego. “Llegué a una instancia en la cual tenía que ver a Sirhan”, expresó Kennedy al Post. “Fui allí porque tenía curiosidad y estaba perturbado por lo que había visto en la evidencia”.

Kennedy, quien tenía 14 años cuando murió su padre, no reveló de qué hablaron con Sirhan. Pero después de su conversación de tres horas, concluyó que había un segundo pistolero en el hotel, la noche del tiroteo. “Me molestaba pensar que podrían haber condenado a la persona equivocada por la muerte de mi padre”, indicó Kennedy al periódico. “Mi padre era el principal agente de la ley en este país. Creo que le habría molestado si alguien hubiera sido encarcelado por un crimen que no cometió”.

Después de pronunciar su discurso de victoria en el Ambassador, Kennedy y su séquito iban rumbo a una conferencia de prensa en otro sitio del hotel y tomaron un atajo a través de la despensa de la cocina cuando el candidato se detuvo para estrechar la mano de algunos miembros del personal.

De repente estallaron disparos; las balas alcanzaron a Kennedy por la espalda, a través de su axila y su cerebro.

Otras cinco personas resultaron heridas, incluido Paul Schrade, un director regional del sindicato United Auto Workers y partidario clave de Kennedy. Schrade, que sobrevivió al tiroteo, también le dijo al Post que creía que un segundo pistolero en realidad había matado al candidato.

Un informe de la autopsia descubrió que Sirhan estaba parado frente a Kennedy cuando éste fue baleado y, por lo tanto, los teóricos de la conspiración argumentaron durante años que ello haría imposible que un disparo lo alcanzara por la espalda. No obstante, otros han argumentado que el candidato se dio vuelta después del primer disparo, para intentar protegerse.

Sirhan, ahora de 74 años, fue condenado inicialmente por asesinato en primer grado y sentenciado a muerte por el delito, aunque luego la pena fue conmutada a cadena perpetua. Sus solicitudes de libertad condicional fueron denegadas repetidamente.

Schrade, quien ahora vive en Laurel Canyon, le dijo al Post que fue él quien convenció a Robert Kennedy Jr. para reexaminar la evidencia sobre un segundo pistolero.

“Una vez que Schrade me mostró el informe de la autopsia”, indicó Kennedy al periódico, “entonces sentí que era algo que no podía descartar; que es lo que quería hacer [antes]”.

Russell Iungerich, abogado de Rancho Palos Verdes, trabajó como fiscal general adjunto para el estado de California cuando los funcionarios reabrieron el caso Kennedy, de 1975 a 1976. Según él, las palabras de Robert Kennedy Jr. no tienen ningún mérito. “Sus comentarios están muy equivocados”, indicó Iungerich. “Cuando se considera toda la evidencia producida en las audiencias, no hay forma de que esta se pueda configurar para decir que hubo un segundo tirador. RFK Jr. puede creer esa versión porque habló con Sirhan”, indicó, pero añadió que Sirhan había trabajado como peón de establo en Hollywood Park, donde un caballo le había pateado la cabeza, generando un cierto daño cerebral; “además, tenía un pensamiento delirante sobre RFK”, dijo.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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