Anuncio

Un artista de Los Ángeles construye un muro fronterizo… ¡de queso!

Share

A pesar de las comparaciones obvias, Cosimo Cavallaro insiste en que su instalación no tiene matices políticos. Simplemente quiere mostrar que las personas no necesitan paredes que las dividan e inciten al miedo.

Un artista de Los Ángeles respondió al pedido del presidente Trump de construir un muro fronterizo con México.

Con el lema “Make America Grate Again” [Que EE.UU vuelva a rallar, un juego de palabras en inglés con la frase ‘Que EE.UU vuelva a ser grande’, o Make America great again, en su forma original] Cosimo Cavallaro está creando un muro de queso junto a la frontera real en Tecate, California.

Anuncio

“Lo primero que a uno le viene a la mente es que es absurdo”, afirmó Cavallaro por teléfono, mientras se dirigía al muro, que ya mide cinco pies de alto y 30 pies de largo.

Es un esfuerzo ridículo, afirmó, refiriéndose a ambas paredes. “Gastar todo ese dinero para seguir dividiendo a los países, creo que es un desperdicio”, consideró. “Ven el desperdicio en mi muro, pero no lo pueden ver en el muro de Trump?, un desperdicio de $10 mil millones, que finalmente y con el paso del tiempo, será eliminada”.

Mientras colocaba trozos de cotija, un queso de leche vacuna, duro y desmenuzable, tradicional del estado mexicano de Michoacán, un agente de la Patrulla Fronteriza que caminaba por el paisaje del desierto le mostró el pulgar a Cavallaro, en señal de aprobación. “Un buen lugar para un picnic”, afirmó el agente, riendo.

Cavallaro trabaja con componentes perecederos, como el queso, para demostrar la naturaleza fugaz y decadente de los objetos materiales y la humanidad.

Su obra más famosa fue “My Sweet Lord”, una escultura de Jesucristo, de 200 libras de peso y hecha de chocolate, que fue exhibida en Nueva York.

Pero uno de sus materiales favoritos para trabajar es el queso, inspirado en sus raíces italianas. El artista cubrió una habitación de hotel en mozzarella derretida, e incluso vistió a la supermodelo Twiggy con el lácteo.

Durante mucho tiempo, Cavallaro deseó hacer una pared de queso, pero no fue hasta noviembre de 2016 que Trump le dio la inspiración necesaria. Fue entonces cuando se propuso encontrar un lugar en la frontera de EE.UU con México y alquiló un terreno de 14 acres en el sureste del condado de San Diego. “Esto ha estado en mi mente por muchos años; cuando Trump llegó a la presidencia, resultó evidente que era el lugar adecuado para hacerlo”, afirmó.

La exhibición se encuentra a pocos pies de distancia de una cerca metálica con alambre de púas, que divide ambos países.

A fines del año pasado, fue pura coincidencia que mientras Cavallaro planeaba su muro de quesos, y el gobierno preparaba un cierre en la lucha por financiar el muro fronterizo real, los republicanos de la Cámara de Representantes convocaran a una reunión de emergencia para hablar sobre el queso. Los legisladores querían abordar un proyecto de ley llamado Curd Act, para permitir que algunos quesos fueran promocionados como “naturales” a pesar de tener ingredientes artificiales.

Al menos un legislador se mostró claramente molesto con la cuestión. “Esta es una reunión de emergencia; he visto algunas cosas surrealistas en este lugar, pero esto es realmente increíble”, afirmó el representante Jim McGovern (D-Massachusetts). “Cosas realmente vitales de nuestro gobierno están a punto de cerrar en poco tiempo, y los republicanos se ponen a convocar una reunión de emergencia sobre el queso”.

En otras noticias extrañamente vinculadas con el queso, en junio pasado la asesora de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, llamó por error a Trump “comandante del queso” [en lugar de ‘comandante en jefe’], en una entrevista con la CNN. “De eso estoy hablando”, señaló Cavallaro, y agregó que se inspira en los absurdos de la vida. “Estos son tiempos ridículos”, agregó.

Mientras que Trump continúa luchando con el Congreso por la financiación del muro, Cavallaro recaudó más de $1.000 para su obra. El artista está organizando una campaña en la página GoFundMe y vende tazas y camisetas con el lema “Que EE.UU vuelva a rallar” y “Que EE.UU diga ‘cheese’” (queso)”.

Cada pieza de queso cuesta $100, y Cavallaro espera recaudar suficiente dinero para construir el muro a lo largo de 1.000 pies de la frontera sur.

A pesar de las comparaciones obvias, el artista insiste en que su instalación no tiene tintes políticos. Simplemente quiere mostrar que las personas no necesitan muros que los dividan e inciten al miedo. “Suena cursi”, dijo, “pero simplemente amémonos unos a otros”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio