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Un telepredicador quiere que sus seguidores le paguen un jet privado de $54 millones, que sería el cuarto avión en su flota

El Falcon 7X es un jet privado que se acerca a la barrera del sonido pero también tiene tecnología acústica que limita el ruido, un centro de entretenimiento con bluetooth y una ducha opcional a bordo (Mark Dadswell / Bloomberg).

El Falcon 7X es un jet privado que se acerca a la barrera del sonido pero también tiene tecnología acústica que limita el ruido, un centro de entretenimiento con bluetooth y una ducha opcional a bordo (Mark Dadswell / Bloomberg).

(Los Angeles Times)
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Washington Post

Si Jesús descendiera del cielo y pisase físicamente la Tierra en el siglo XXI, les dijo el televangelista de la prosperidad Jesse Duplantis a sus seguidores, el Redentor probablemente no montaría a lomo de burro: “Viajaría en un avión, predicando el evangelio por todo el mundo”.

Duplantis cree que Jesús no se conformaría exactamente con 30 pulgadas de espacio para las piernas, o con ser revisado por la Administración de Seguridad del Transporte (TSA).

¿Por qué elegiría algo menos que el Falcon 7X, un jet privado que se acerca a la barrera del sonido pero que también tiene tecnología acústica que limita el ruido, un centro de entretenimiento con bluetooth y una ducha opcional a bordo?

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El predicador, que alega necesitar aproximadamente $54 millones para difundir eficientemente el evangelio a la mayor cantidad de gente posible, le ha pedido al Señor -y a cientos de miles de seguidores afortunados y con mucho dinero en todo el mundo-, que le concedan ese avión.

Se trata más reciente episodio de un evangelizador en busca de una aeronave que despierta asombro y una rotunda condena de los críticos, para quienes pedir un avión multimillonario y de lujo no es exactamente lo que quiso decir Jesús cuando habló de “acumula para ti tesoros en el cielo”.

No es esta la primera vez que Duplantis se enreda en el debate sobre aviones privados para los predicadores. El Falcon 7X sería la cuarta nave de su ministerio, todo pagado con efectivo obtenido de los seguidores.

Y, antes de que alguien le pregunte, ya tiene una respuesta para los no creyentes y los críticos que quieren saber por qué, exactamente, su pastoral requiere de un jet de lujo que equipararía su flota en tamaño a la de Donald Trump.

“Creemos en Dios para un nuevo Falcon 7X, para poder ir a cualquier parte del mundo en una parada”, afirmó en “This Week With Jesse”, una transmisión en video regular desde su sitio web. El clip, del 21 de marzo, mezcló cuidadosamente el evangelio con algunas ideas sobre la economía de la aviación internacional.

“Ahora la gente dice... ¿no puedes viajar con este?”, expuso, señalando una imagen del avión que usa. “Sí, pero no puedo ir de forma directa. Y si puedo hacerlo directo, puedo volar mucho más barato, porque tengo mi propio almacén de combustible. Eso ha sido una bendición del Señor”.

Una mesa lista para una comida, dentro de un avión de negocios Falcon 7X, fabricado por Dassault Aviation SA (Simon Dawson / Bloomberg).

Una mesa lista para una comida, dentro de un avión de negocios Falcon 7X, fabricado por Dassault Aviation SA (Simon Dawson / Bloomberg).

(Los Angeles Times)

Duplantis no respondió inmediatamente las llamadas del Washington Post para comentar en el artículo.

En el video, el predicador no especificó para qué misiones de promoción del pastorado utilizaría el avión, aunque anteriormente ha afirmado que tiene un extenso calendario de viajes.

Duplantis es el fundador de Jesse Duplantis Ministries, que incluye un programa de televisión semanal que llegó a 106 millones de hogares estadounidenses, según su biografía en Amazon. En 1997, junto con su esposa fundaron Covenant Church en Destrehan, Luisiana, en las afueras de Nueva Orleans.

“Su misión es llegar a cada alma de los siete mil millones de personas que ahora habitan la Tierra, asegurándose de que cada una tenga la oportunidad de conocer al Jesús real -accesible, agradable, compasivo y lleno de alegría-, tal como él lo conoce”, señala la biografía.

Duplantis predica el evangelio de la prosperidad, que dice que Dios favorece al recompensar a los fieles con riquezas terrenales. Dar dinero a los pastores y sus ministerios, dicen los líderes, es una especie de inversión.

Los predicadores del evangelio de la prosperidad han alentado a sus rebaños a invertir fuertemente en la aviación.

En 2015, el televangelista Creflo Dollar fue ampliamente ridiculizado por lanzar el “Proyecto G650”, un medio para obtener su propio avión Gulfstream G650 de última generación, financiado por sus 200,000 seguidores. De acuerdo con Abby Ohlheiser, del Washington Post, Dollar dijo que necesitaba “uno de los aviones privados más lujosos hechos en la actualidad para poder compartir el evangelio de Jesucristo”.

La campaña fue ampliamente ridiculizada en línea, y Dollar nunca llegó a la lista de espera, que consistía principalmente en multimillonarios. “¿Podríamos imaginar que, antes de alimentar a la multitud con cinco panes y dos peces, Jesús hubiera creado una cuenta de GoFundMe para comprar un avión?”, criticó alguien vía Twitter.

Kenneth Copeland, otro adherente del evangelio de la prosperidad que ha aparecido en pantalla con Duplantis, anunció que su ministerio había comprado un jet Gulfstream V, que probablemente costó millones. El anuncio en su sitio web lo mostraba usando una chaqueta de aviador, frente a un reluciente avión blanco. “¡Gloria a Dios!, ¡Es nuestro!”, decía la página. “¡El Gulfstream V ya está en nuestras manos!”.

Pero el ministerio necesitaba más, le dijo a sus seguidores. La nave tenía “un valor excepcional” pero necesitaba una actualización adicional, valuada en $2.5 millones. También debía construir un nuevo hangar, comprar equipos especiales de mantenimiento y alargar su pista para adaptarla al nuevo avión.

Luego de efectuar el pedido, Copeland oró ante la cámara para que Dios bendiga a los contribuyentes.

Tanto él como Duplantis han defendido su uso de jets privados en un video de YouTube ampliamente compartido y burlado. “El mundo está de tal manera que no podemos viajar sin esto”, afirmó Copeland sobre los aviones privados. “Tenemos que contar con ellos. Con el lío en el que están las aerolíneas hoy en día, deberíamos parar en un 75 a 80, y soy muy conservador, creo que casi el 90 % de lo que hacemos porque no podríamos viajar. Es por eso que estamos en ese avión”, remarcó. “Podemos hablar con Dios”.

Copeland narró que solía viajar con Oral Roberts, el predicador de la prosperidad y sanador de la fe que volaba en naves comerciales, pero que “llegó a un punto en que agitaba su espíritu. La gente se acercaba a él y le pedían que rezara por ellos. No se puede manejar eso hoy. Este mundo [está] lleno de drogas. Y meterse en un tubo largo con un montón de demonios”.

Durante su pedido del nuevo avión, Duplantis afirmó que se dio cuenta de que algunas personas mantenían el escepticismo. Aunque dijo que no había ninguna obligación, remarcó que hay una manera efectiva de determinar qué es lo que Dios desea que hagan: la oración.

“Entonces, oren para convertirse en un socio para ello; si quieren y no lo hacen, no es necesario; pero me gustaría que sí lo hicieran”, expuso. “Porque, déjenme contarles algo al respecto, va a afectar a las personas. Va a llegar a las personas. Va a salvar vidas, un alma a la vez… Si oran al respecto, creo que Dios les hablará”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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