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Decomisan más de mil armas en una mansión de Bel Air

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La escena era como si fuera sacada de una película clasificación B: una mansión, un barrio aristócrata, una denuncia anónima, el olor de la celebridad y un enorme escondite de armas, algunas de legalidad cuestionable.

Los investigadores de la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) entraron en la mansión destartalada de Bel-Air junto con miembros del Departamento de Policía de Los Ángeles en la oscuridad de la madrugada.

Lo que encontraron el pasado miércoles fue tanto letal como desconcertante. La extensa casa de tablillas blancas (de dos pisos, cinco habitaciones escondidas detrás de una puerta descolorida y un árbol frondoso) se encontraba en completo desorden. Las armas se encontraban por todas partes, en lo que las autoridades describieron como el paraíso de un acaparador ubicado en la cuadra 100 de North Beverly Glen.

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Había rifles automáticos de estilo militar AR-15, lo que parecía ser una ametralladora Thompson de la Segunda Guerra Mundial, pistolas calibre .44, revólveres .357, revólveres largos con cachas intrincadamente talladas, una ametralladora Uzi de 9 milímetros - completa con silenciador - y una pistola Luger de 9 milímetros.

Una suma de más de 1.000 armas de fuego fueron encontradas. Tan sólo para confiscar y retirar las armas de la casa, junto con piezas de armas y cajas de municiones se necesitaría más de una docena de horas y 30 oficiales. Las armas se alinearon en largas filas sobre mantas blancas, en un desorden de metal y madera, en el camino sinuoso de la propiedad el pasado miércoles.

Una vez que las autoridades catalogaron el arsenal, las armas se cargaron en un camión y fueron retiradas de la propiedad. Las armas se clasificarán y se reservarán como pruebas, dijo el teniente Chris Ramírez, un portavoz de la policía de Los Ángeles.

“Este es un gran escondite”, dijo Ramírez a los periodistas que estaban presentes en el lugar. “Es incomprensible que alguien pueda tener tantas armas en una residencia y en un vecindario como este”.

Se dice que ese alguien, Girard Saenz, de 57 años, estaba dentro de la casa en el momento de la redada. Fue arrestado bajo sospecha de violar la ley de California con respecto a las armas de asalto y las ametralladoras Browning de calibre .50. La ley prohíbe la fabricación, distribución, transporte, importación y venta de tales armas, excepto en circunstancias específicas.

Mientras las autoridades investigaban el pasado miércoles por la noche, camionetas llenas de turistas se dirigían a ver la cercana Mansión Playboy y otras casas propiedad de los acaudalados personajes en Los Ángeles. Jay-Z y Beyoncé viven en una mansión a menos de una milla de este lugar.

Sáenz, quien las autoridades alegan que estaba vendiendo armas desde la casa de Bel-Air, tiene una conexión mucho más fuerte con los ricos y famosos que simplemente vivir cerca de la poderosa pareja del hip-hop.

Girard Saenz fue identificado en los registros de la corte como el antiguo compañero de Cynthia Beck, la magnate de bienes raíces de Los Ángeles. Los registros públicos muestran que la mansión de Bel-Air es propiedad de Beck, quien tiene tres hijas con Gordon Getty, el hijo de J. Paul Getty, y el cual es heredero de la fortuna de Getty Oil y patrocinador internacional de las artes.

Beck se convirtió en el centro de atención en 1999, cuando las chicas presentaron una petición en el Tribunal Superior de Los Ángeles para cambiar su apellido de Beck a Getty, mucho más glamoroso. En ese momento, también hubo negociaciones sobre una futura herencia.

Getty, quien era casado y tenía cuatro hijos adultos en San Francisco, reconoció públicamente su doble vida, que había sido un secreto a voces en ciertos círculos del Área de la Bahía.

También un columnista local escribió en ese momento: “ojalá la alta sociedad de San Francisco haya sido contratada para proteger los secretos de armas nucleares de Estados Unidos, los que se han filtrado constantemente a los chinos”.

Getty también era una figura paterna, socio comercial y donante político para, nada más ni nada menos, que el gobernador Gavin Newsom, quien, en su adolescencia, fue a un safari africano con el hijo del petrolero y Ann, su esposa.

Beck compró la casa en enero de 2001, pero no está claro qué conexión tiene con los sucesos del pasado miércoles o si vive en la casa. En años más recientes, ella ha acumulado un tesoro en propiedades en Los Ángeles y San Francisco, algunas de ellas las comparte con Saenz, según los registros públicos.

Ella no pudo ser contactada para hacer comentarios el pasado jueves.

Las autoridades iniciaron la investigación sobre las armas después de recibir información anónima afirmando que alguien estaba fabricando y vendiendo armas en la casa.

La ATF dijo en un comunicado que sus agentes registraron la casa después de descubrir que Sáenz estaba vendiendo ilegalmente armas de fuego no permitidas por la licencia federal que posée.

Saenz pagó una fianza de $50.000 y fue liberado poco después de las 9 am del pasado jueves. Él no pudo ser contactado para hacer comentarios.

Ha sido un contratista de construcción autorizado desde 1994 y opera un negocio que comenzó a principios de la década de 1990 en San Diego, llamado Gerry Saenz and Associates, según registros públicos. Los archivos de un periódico local en Coronado de 1993 señalan que la empresa se especializó en iluminación ambiental arquitectónica y diseño de paisajes.

Saenz fue arrestado en una casa de Malibú en septiembre de 2017 bajo sospecha de amenazar con un arma de fuego, pero los involucrados dijeron a los agentes que no querían seguir con el asunto, según un portavoz del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles. Saenz fue liberado a las pocas horas de ser detenido y no se presentaron cargos.

La dirección comercial actual de Saenz es una propiedad en North Bunker Hill Avenue, en Los Ángeles, que es de su propiedad junto con Beck. Su hogar fue uno de varios lugares que las autoridades registraron el pasado miércoles, según informaron al Times fuentes de la ley que no estaban autorizadas a hablar públicamente.

Los registros públicos indican que Saenz vivió en el área de San Diego con su ex esposa a principios de la década de 1990 y finalmente se mudó a Los Ángeles.

Los vecinos dicen que la casa donde fue arrestado es normalmente tranquila.

“Estaba hablando con mis vecinos y nadie sabe quién es”, dijo la residente Nicole DiGiorgio, una nativa de Queens que se encuentra entre los pocos peatones que ‘desafían’ las calles sin acera en el vecindario. “Camino de arriba para abajo todo el tiempo, nunca veo a nadie entrar o salir de ahí”.

El pasado jueves, en Bel-Air, que está repleto de amas de llaves, jardineros y personal de mantenimiento que atiende las canchas de tenis de arcilla y jardínes privados que pueblan el vecindario, los conductores reducían la velocidad cuando pasaban por la casa de Beverly Glen para tomar fotos y mostrarla a sus amigos en FaceTime.

Los expertos dicen que no es ilegal que alguien posea un enorme depósito de armas. Pero se requiere que la persona cumpla con las leyes federales y de California con respecto a las armas de fuego, dijo Steve Cooley, ex fiscal de distrito del condado de Los Ángeles.

Aún así, la cantidad de armas de fuego almacenada en la casa desconcertó a algunos vecinos.

“Da miedo, porque crees que es un lugar seguro, especialmente en esta área”, dijo Christian Alemán, un carpintero que aparca al otro lado de la calle y camina hasta un sitio de trabajo cercano. Dijo que nunca vio a nadie entrar o salir de la casa, pero se preocupó por los niños que jugaban en un parque en la calle.

“Hay muchos niños jugando en este parque”, dijo Alemán. “Siempre, y a toda hora, justo enfrente de esta casa”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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