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Luego de probar suerte en el pop, este colombiano descubrió la gloria con el poderoso Diamante Eléctrico

A fines de los 2000, el bogotano Juan Galeano pensaba que su gran momento había llegado. Acababa de lanzar su primer álbum como solista, enmarcado en los lineamientos del pop alternativo, con la ayuda de colaboradores de lujo como Johnny Mars, exguitarrista de los míticos Smiths, y los planes eran muy ambiciosos.

Pero el disco, que no contó con el respaldo de su disquera, pasó desapercibido, y él mismo decidió cambiar de rumbo para remediar las cosas. “Me dije, ‘a la m…, vamos a hacer una banda de rocanrol que nos permita toca lo que nos dé la gana’, y así fue”, le dijo a HOY el cantante y bajista, en alusión a la alianza establecida desde el 2012 con Andee Zeta (batería) y Daniel Álvarez (guitarra) para formar Diamante Eléctrico.

“Todos estábamos frustrados con el ‘business’, por lo que la pretensión en ese momento era simplemente hacer canciones y que todo fluyera de modo natural”, agregó. “Los resultados han sido muy chéveres, porque en estos tres años hemos dado más de 180 conciertos, lo que no es muy común para una banda colombiana”.

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Se le olvidó decir, claro, que su segundo disco, “B”, les ha dado ahora dos nominaciones al Grammy Latino en las categorías de Mejor Álbum de Rock y Mejor Canción de Rock (“Todo va a arder”). “Es muy emocionante, porque lo grabamos en una sola noche de modo análogo, ‘live to tape’, tocando todos en un cuarto y componiendo partes ahí mismo”, recordó Galeano.

“Creo que ha sido nominado por toda la carretera que hemos recorrido; está muy bien hecho, tiene un sonido muy especial, y es un orgullo para la escena independiente, porque ni siquiera tenemos disquera”, agregó.

Diamante Eléctrico maneja un estilo muy distinto al de J Balvin, el colombiano más comercial de los que se encuentran nominados. “Se suele pensar que la gente del Grammy apoya lo que más suena en la radio o que es muy chapada a la antigua, pero estamos viendo sorpresas como la nuestra y la de Monsieur Periné, lo que le da un espaldarazo muy grande a la escena alternativa”, añadió el músico bogotano.

La pieza nominada, “Todo va arder”, empieza con una frase poco común en un candidato al Grammy (“hagámonos m..), y cuando se lo comentamos, Galeano soltó la risa. “Fue como un experimento; no usamos normalmente malas palabras, pero en este caso fue natural, porque se trataba del momento en que sabes que te vas a estrellar contra una pared, representada aquí por una relación romántica”, explicó.

La misma canción va por la línea del hardrock y del funk, como suele hacerlo el repertorio de la agrupación. “Nacimos de las enseñanzas de Black Sabbath, Led Zeppelin, los Kinks, los Beatles y los Stones”, comentó el cantante. “Pero también hemos sido marcados por artistas más recientes como Black Rebel Motorcycle Club, Arctic Monkeys, Black Keys y White Stripes”.

En el plano vocal, Galeano reconoce influencias de músicos no anglosajones, ya que si bien cita primero a Dan Auerbach de Black Keys y al icono afroamericano del soul Ottis Redding, menciona también a Draco Rosa, Cerati y Spinetta. “Pero una de las cosas que más me emocionan es que, aparte del bajo, toco en vivo el contrabajo, que estudié profesionalmente en Europa”, dijo.

En el plano de las letras, Diamante Eléctrico maneja una propuesta inquietante que se puede notar en su video más reciente, “Las horas”, donde el mismo Galeano aparece primero sentado mientras una mujer voluptuosa trata de seducirlo, pero que después es atacado por un tipo que rompe botellas en su cabeza.

“Queríamos representar a alguien con el cerebro en blanco, sin emociones, pero la verdad es que si bien las botellas eran de azúcar, de utilería, una de ellas me rompió la cabeza”, precisó el vocalista. “Es que en nuestros videos siempre sale alguien herido; en el anterior una chica debía darme un golpe falso, pero terminó rompiéndome un diente”.

Por otro lado, en el de “Kamikaze” aparecen animales atacándose, lo que remarca esta intención agresiva. “Este disco ha nacido de la frustración, la melancolía y toda clase de sentimientos fuertes”, retomó Galeano. “Nos interesaría incluso desarrollar una carrera alrededor del dolor, como lo hizo una vez Depeche Mode”.

“Vivimos en la dualidad de que las emociones no son tan diferentes las unas de las otras, como ocurre con el amor y el odio; uno puede ir de un lado al otro en cualquier momento”, especificó. “Tengo influencia de los poetas ‘malditos’ franceses, pero también de la literatura latinoamericana; y, por supuesto, nos encanta la fiesta”.

Y no es para menos, porque una de las frases más memorables en una de sus letras es la que dice “El exceso es el camino y la única verdad”. “Cuando haces algo, hay que seguir hasta el final; el exceso puede llegar a jo.., pero es esencial para experimentar las cosas, ya se trate de mujeres, de poesía o de drogas”, sentenció Galeano. “Las cosas más lindas del mundo salen del caos”.

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