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José Hernández defiende su lanzamiento musical por el Cinco de Mayo en medio de la controversia

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Cuando nos comunicamos por primera vez con él, José Hernández se encontraba emocionado y completamente enfocado en “Bailando sones y guapangos”, un álbum del Mariachi Sol de México que fue lanzado el viernes pasado de manera digital, con la mirada puesta en la celebración actual del Cinco de Mayo.

Sin embargo, horas después del término de nuestra conversación, las redes sociales empezaron a llenarse de publicaciones negativas que lo involucraban en hechos controvertidos relacionados a un miembro muy cercano de su familia, lo que nos llevó a tratar de comunicarnos nuevamente con él, ya que el motivo de la entrevista original que tuvimos no tenía nada que ver con el escándalo.

“Es un disco muy festivo, muy ligado al baile, y creo que es un buen momento para que salga debido a todo lo que está pasando”, nos dijo el músico, productor, arreglista, empresario y compositor. “De hecho, pensaba lanzarlo originalmente en abril, pero esperé hasta ahora para tratar de alegrar la situación que estamos atravesando”.

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“Es un homenaje para los estados de Veracruz, Tamaulipas, Michoacán y Jalisco, y también para mi bisabuela Domitila Montoya, que bailaba los sones muy bonito allá en su rancho de la Cofradía Jalisco”, detalló.

Además de incluir muchas piezas antiguas, el disco viene con tres composiciones nuevas, en consonancia con el estilo habitual del Mariachi Sol de México al presentar sus producciones. “Yo hice dos sones: uno dedicado a Tecalitlán que se llama ‘De Tecalitlán los sones’, y otro dedicado a Tamazula, Jalisco, que se llama ‘Mi reina tamazula’”, enumeró. “Y también un número veracruzano que se llama ‘Cuál de las dos’”.

En palabras de Hernández, “Bailando sones y guapangos” es el disco más tradicional que ha grabado su mariachi, ya que la agrupación que dirige se ha distinguido siempre por sus afanes de modernización. “Es importante hacer algo así en estos momentos, porque muchos mariachis se están olvidando de lo tradicional”, comentó el director de una institución fundada en 1981 que ha mantenido su vigencia hasta nuestros días, participando por ejemplo en el Latin Grammy del año pasado como acompañante del recordado acto de Vicente Fernández al lado de su hijo Alejandro y su nieto Álex.

Entre cierres y cancelaciones

Incluso antes de que se estallara la controversia, Hernández nos había hablado extensamente de la situación provocada por la pandemia, ya que, tras decirnos que vivía en Newport Beach -ciudad que estaba en esos momentos en la mira noticiosa debido a las multitudes observadas en sus playas y por la manifestación contra la cuarentena que se estaba produciendo en sus calles-, le preguntamos cómo se estaba enfrentando él mismo a la situación.

“Trato de salir a caminar para que me dé el sol, pero no soy de los que van seguido a la playa”, nos dijo. “A fin de cuentas, uno tiene que seguir la ley, pero esto nos ha lastimado mucho con nuestros conciertos, que han sido completamente pospuestos, incluyendo los que dábamos en diciembre en Cerritos Performing Arts, donde nos presentamos a lo largo de 22 años consecutivos. Es muy frustrante todo esto, porque los músicos necesitan trabajar”.

Además de dirigir el Mariachi Sol de México, de 13 integrantes, Hernández es el fundador del Mariachi Reyna de Los Ángeles, compuesto por 12 mujeres. “Algunas de ellas son maestras y reciben todavía su cheque, y mis músicos pueden cobrar ‘unemployment’, pero no todo el mundo tiene esa suerte”, precisó. “En mi fundación, los maestros que también trabajan para el distrito escolar de Santa Ana todavía están recibiendo sus pagos, pero es mucho más difícil para los que están en La Puente y Whittier”.

“Esta semana fui a la Plaza del Mariachi para hacer unos videos con los músicos que se presentan normalmente por ahí y que se han quedado sin la ‘chambita’ que les permite sobrevivir”, comentó. “Ellos trabajan con ‘cash’ y no tienen ayuda del ‘unemployment’”.

También nos habló de su restaurante en la ciudad de El Monte, Cielito Lindo, que se encuentra cerrado y sin ofrecer las opciones de ‘delivery’ y ‘take out’, debido a que se encuentra ubicado en una zona industrial y no se distingue por su comida, sino por sus shows en vivo.

“El problema ahí son los ‘busboys’, los cantineros, los cocineros, es decir, personas humildes que están lastimada monetariamente y que quieren volver a trabajar”, retomó. “La gente debería tener la libertad de ir o no ir, como [debería ser] con la playa; si no quiero tomar ese riesgo, no voy. Para mí, no es algo político”.

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Pese a mantener un tono cauteloso, en esa primera charla, Hernández hizo algunos comentarios que podrían sorprender a quienes están tratando de seguir las recomendaciones sanitarias implementadas para controlar un virus que, hasta el momento, ha cobrado más de 71,000 vidas en los Estados Unidos.

“La gente vulnerable debería estar en cuarentena y cuidarse, pero los más jóvenes no tienen mucha posibilidad de infectarse, y si les da la infección, no les pasa casi nada”, afirmó el músico. “Estar afuera es muy importante, porque dicen que el calor mata el virus; y si están produciendo muchos problemas de violencia doméstica dentro de los hogares”.

“Todo esto está siendo muy politizado, y a mí no me gusta meterme en la política”, prosiguió. “He tocado para cinco presidentes: Ronald Reagan, George Bush Sr., Bill Clinton, George Bush Jr. y Barack Obama. Soy neutral; lo que no cambio son mis costumbres, el modo en que me criaron mis padres, y no dejo que ningún partido político cambie esos principios”.

En el ojo de la tormenta

La conversación concluyó en ese tono. Pero esa misma noche, diferentes cuentas de Facebook vinculadas a la comunidad mexicana en el Sur de California empezaron a difundir mensajes de reprobación en los que se incluían ‘screenshots’ extraídos del muro de Teresa Hernández, esposa de nuestro entrevistado y copropietaria de Cielito Lindo.

Los mensajes originales mostraban a la Sra. Hernández (que luce completamente anglosajona, aunque su madre es mexicoamericana) sin mascarilla alguna durante una manifestación desarrollada en Newport Beach, así como publicaciones de ella misma que cuestionaban severamente la autoridad del Gobernador de California Gavin Newson (a quien llegaba a llamar “dictador”). Pero el mensaje que más críticas despertó es el que la exhibía quejándose del fondo de ayuda económica que estaba planeado para los indocumentados en este momento de crisis.

La polémica fue creciendo como una bola de nieve con el paso de las horas, despertando pedidos de boicot del restaurante por parte de varios cibernautas y haciendo finalmente que el Mariachi Sol de México cerrara su página oficial de Facebook. Eso indicaba claramente la necesidad de hablar nuevamente con Hernández, quien accedió a nuestro pedido.

“Hay gente a la que le gusta atacar a mi esposa; ella es republicana, pero el mensaje que publicó sobre que el restaurante no había recibido ayuda era a nombre de sus empleados, que son todos mexicanos”, fue lo primero que nos dijo el artista en esta segunda ocasión. “Hasta echaron allí que nuestro mariachi es el mariachi de Trump, cuando él es justamente el presidente para el que no hemos tocado”.

“Nuestro restaurante ha abierto sus puertas para todos los políticos que quieran usar el lugar, y la mayoría de los que han hecho ahí eventos de recaudación de fondos han sido demócratas”, agregó. “Lo único que puedo hacer es seguir haciendo lo que hago, es decir, ayudar a los jóvenes a través de mi fundación, que ha ayudado a cerca de 10 mil niños en el Condado de L.A. y en Orange County”.

“Y no les pregunto si tienen documentos o no; eso sería una falta de respeto, como lo sería también en el caso de los músicos de la Plaza del Mariachi a los que acabamos de ayudar”, dijo. “Cuando empecé con la fundación, hubo gente que me decía que por qué le enseñaba a otros que me iban a terminar haciendo competencia; ¡imagínese que les hubiera hecho caso!”

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La defensa final

Según Hernández, el tiempo demostrará quién tiene la razón. “A través de sus 33 años de existencia, mi negocio le ha arreglado los papeles a muchos, muchos compañeros; y no solamente músicos, sino también cocineros y meseros”, aseveró. “Esta gente [la de los comentarios en contra] no nos conoce; pienso que son parte de un movimiento que nos quiere usar como ejemplo o algo así”.

Le dijimos que el hecho de que su mujer mostrara de manera tan pública opiniones de esta clase en momentos como los que vivía tenía sin duda que ver con las reacciones hostiles, ya que no se trataba de comentarios hechos simplemente en casa.

“Ella piensa que los negocios ya deberían irse reabriendo. No está de acuerdo en que sea tan lenta la cosa, cuando ya me están hablando los mariachis de Arizona, Texas y Colorado para decirme que han vuelto a chambear, lo que me da mucho gusto”, nos respondió. “Insisto en que para mí esto no es algo de política, sino algo humanitario”.

Sea como sea, Hernández no cuestionó la actitud de su esposa, a pesar de que lo sucedido podría tener consecuencias impredecibles en su carrera. “Pero es que no soy yo [el que lo ha dicho]; mi esposa tiene su propia forma de pensar”, insistió. “Yo no le puedo decir lo que tiene que hacer porque es una mujer; no le voy a decir ‘no hagas eso porque si no me divorcio de ti’. Si tenemos debates entre los dos, es un asunto muy personal. A veces no estamos de acuerdo con ciertas cosas, y eso no tiene nada de malo”.

Eso no quiere decir que se haya sentido tentado a marchar al lado de Teresa. “Estoy de acuerdo con ella en ciertas cosas, y en otras no; pero a la gente no le importa, porque me atacan a mí y al mariachi como si fuéramos ella, cuando nuestros músicos no tienen nada que ver con esto”, protestó. “Para mí, es muy diabólico que quieran hacer esto”.

Finalmente, Hernández nos habló de la demanda judicial que ha entablado al lado de varios restaurantes contra la Ciudad de Los Ángeles, y que salió también a relucir debido a la controversia. “Lo han hecho los negocios que sienten que pueden cumplir con las reglas federales para poder abrir; puede que no sea nuestro caso, pero hay otros que realmente lo necesitan”, concluyó.

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