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La gira ya se encuentra encaminada. Cuando se publique esta nota, David Bisbal habrá visitado Portland, Seattle, San José y El Cajón; pero este jueves (22 de mayo) le toca el turno al Fox Performing Arts Center de Riverside, y este sábado (24 de mayo), la misma propuesta llegará al Wiltern de Los Ángeles.
El reconocido cantante español viene haciendo todo esto como parte de “Back in the USA”, un tour por la Unión Americana que se extenderá luego a ciudades como Houston, El Paso, Washington y Miami, con la finalidad de cumplir un recorrido de 19 escenarios que le permitirá reencontrarse con los fanáticos locales que admiran su popular fusión de rumba, pop latino y baladas.
El nombre de la gira responde al hecho de que esta es la primera vez que recorre oficialmente las tierras del Tio Sam desde el 2021, cuando hizo lo suyo en medio de las complicadas restricciones generadas por la pandemia del Covid-19, lo que implica, en teoría, que los trámites actuales deberían ser mucho más relajados y festivos.
En la entrevista que nos ofreció antes de que se iniciaran estas presentaciones, y que puedes encontrar también por aquí en su versión original en video, el andaluz habló de lo que significa retornar a los escenarios estadounidenses, del modo en que maneja las exigencias vocales de su repertorio y de la conexión que tiene con la comunidad latina de este país.

David, ¿cómo va a ser el repertorio de estos shows? En noviembre pasado lanzaste un disco de temporada, “Todo es posible en Navidad”, pero ese tenía canciones pertenecientes a fechas muy específicas, lo que lleva a imaginar que interpretarás en cambio los cortes de tu último disco inédito en estudio, “Me siento vivo”, que salió en el 2023.
El repertorio está guapísimo, porque lo que me gusta de Estados Unidos es que tienes todas las banderas del continente latinoamericano y también a la gente que vive en ese país. Eso te da la oportunidad de hacer una mezcla de todos los géneros musicales que están presentes en tu música.
La música regional ha estado muy presente en toda mi carrera, empezando por la de mi propio país, con la rumba, la sevillana y la copla. Cuando llegué a México, me sucedió lo mismo, porque empecé a colaborar con un montón de artistas de allá.
Y en Estados Unidos también he hecho colaboraciones alucinantes, como las que tuve con Miley Cyrus, Rihanna y Carrie Underwood. Un montón de cosas que ni siquiera me creía en ese momento. En Argentina, también he vivido directamente el modo en que la música regional se está potenciando, y eso me da muchísima alegría.
Tienes muchos discos, por lo que hay mucho de dónde escoger.
Claro, tengo siete discos y muchas, muchas colaboraciones. Ahora mismo estoy en un momento en que disfruto mucho de mi voz. Me he cuidado muchísimo para que podamos seguir gozando del repertorio tan exigente que tengo, porque, sinceramente, mi repertorio es muy exigente. En los conciertos que ya he hecho, me he encontrado con una gente que tiene no solamente ganas de vivir las canciones rápidas, sino también las baladas.
Tu repertorio tiene tonos vocales muy altos, ¿no? Y además, bailas. Eres joven todavía, pero tiene que ser más difícil hacer todo eso ahora que 24 años atrás, cuando empezaste.
Totalmente. El tiempo va pasando, y lo más importante de todo es seguir preparándote para poder estar en forma en cada uno de los conciertos. A nivel de registro vocal, si no te preparas o practicas con clases de canto, al final lo pagas. Quiero seguir defendiendo esa dificultad de mis canciones hasta que Dios me lo permita. Pero para eso tienes que poner de tu parte, cuidándote. Es verdad que hay muchas canciones que son bailables, pero, principalmente, las canciones más difíciles de cantar en mi repertorio son las baladas.
Como se puede ver en las redes sociales, en los tiempos libres que tienes, aprovechas para viajar con la familia y visitar lugares hermosos que poseen una gastronomía impresionante, incluso dentro de España. Pero no tomarás cañas [cervezas] frías, ¿verdad?
Todos mis compañeros y compañeras me dicen que qué raro soy, porque siempre me gusta beber helado. Personalmente, si tengo que elegir una temperatura, prefiero frío antes que caliente, porque eso como que te adormece. Yo creo que lo básico de este trabajo tan difícil es ordenarte bien, ser productivo y tener una disciplina que te permita disfrutar con la familia cuando tienes esos días libres.
Entonces, no eres de los cantantes que andan con el tecito o con la bufandita para todos lados.
No, la bufanda sí me gusta, pero para los aviones, por ejemplo.

En cuanto al disco más reciente, “Me siento vivo”, ¿va a haber en la gira algo de eso?
Sí, claro, obviamente. Pero es un proyecto que nació hace ya dos años y con el que llevamos 80 conciertos. Salió a finales de 2023, y la primera parte de la gira [internacional] la hice solamente con los singles que habían salido antes de que se pusiera a la venta todo el álbum.
Ese mismo disco tenía un tema llamado “Tengo roto el corazón” cuyo video musical se grabó en Los Ángeles, y que mostraba las calles de esta ciudad, incluyendo las del Downtown en plena noche.
Fue muy interesante, porque ya habíamos sacado el primer single, “Ajedrez”, que era un tema muy ochentero, muy uptempo. Pero después, cuando nos llamaron para los American Music Awards, que fueron en Las Vegas, en vez de volver a España, regresé a Los Ángeles, y fue ahí que grabé de una tirada los dos siguientes singles, “Tengo roto el corazón” y “Ay, ay, ay”, que era una bachata mezclada con la rumba de mi país y que, por eso, quedó muy divertida.
Previamente, también grabé un videoclip de la canción “Me siento vivo”, con mi esposa [Rosanna Zanetti]; era la primera vez que grabábamos juntos, ya que era una canción que se la había dedicado a mi familia, concretamente, a la paz que esta me da. Porque, al final, la felicidad para mí es sentir paz. Y esa es una de las canciones más difíciles que tengo al momento de cantar en vivo.
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Regresas a Estados Unidos en un momento complicado. No eres un artista que se involucra directamente en la política a través de sus canciones, pero se está diciendo que alguna gente indocumentada tiene temor de ir a los conciertos ahora mismo. ¿Cómo te sientes ante esa posibilidad?
Nosotros no podemos saber lo que va a pasar en el futuro. Siempre tenemos nuestros planes en el corazón, porque la música es una burbuja donde nada negativo puede pasar. Cuando hacemos conciertos, en lo que menos pensamos es en política; pensamos en mi relación con la gente, y ya está.
Claro que, cuando planeas una gira, suceden una serie de acontecimientos con los que no contabas. Por ejemplo, en la última gira que hice en Estados Unidos, estábamos en plena pandemia. Muy pocos artistas lo hicieron. Recuerdo que había mucha gente que venía incluso con su mascarilla. Pero era una gira que habíamos planeado con mucha antelación.
Con respecto a Los Ángeles, hemos estado muy pendientes de los incendios. Principalmente, la música sirve para evadirte de todas las cosas que impiden que se te dibuje una sonrisa en el rostro. Es una medicina impresionante. Entonces, venimos aquí a dar alegría, a unir todas las banderas y a revivir momentos y emociones que la gente lleva tatuados.

De todos modos, es bastante triste que la letra de una canción como “Duele demasiado”, que estaba originalmente dirigida hacia los niños de Siria que fueron víctimas de la guerra, pueda ser todavía ser aplicada a un montón de infantes o hijos de integrantes de comunidades que se ven afectados por diferentes razones en el mundo entero.
Ojalá pudiéramos cambiar la situación de un montón de países, porque al final, vivimos todos en el mismo planeta, y nos tendríamos que cuidar mutuamente. Pero, a lo largo de toda la Historia, han sucedido cosas que para muchas personas son muy injustas. Entonces, como cantante, a mí me toca llevar un mensaje.
Me doy cuenta de que, efectivamente, puedo establecer una conexión con muchos problemas que hay en el mundo. Y siempre me he permitido tratar de indagar o dar a conocer ciertos problemas sociales. Por ejemplo, desde el principio, he estado ligado a los niños soldados en diferentes conflictos armados en África; en Kenia, en Sierra Leona. Hicimos un proyecto muy bonito para dar a conocer esa problemática.
Hemos estado con niños que sufren de cáncer infantil y con niños que tienen Síndrome de Down, trabajando con la gente de UNICEF. Primero como amigo de UNICEF, aunque últimamente me nombraron embajador para dar a conocer ciertas ayudas que necesitan otras personas. Fui a Copenhague el año pasado para conocer cómo se distribuye toda la ayuda que reciben en diferentes lugares donde hay conflicto. Recientemente, me llamaron de la American Alzheimer’s Association, que trabaja con una problemática que se da también dentro de Estados Unidos.
Sé perfectamente que hay una serie de problemas en todos lados y que probablemente yo no pueda solucionarlos, porque soy un ciudadano más del mundo, como tú. Sin embargo, con mi trabajo y con mis canciones puedo, de alguna manera, dar a conocer ciertos puntos que son importantes. Y eso también es parte de mi labor.
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