En realidad, el cantante se quedó corto al describir el estilo de Viva Malpache, una agrupación increíblemente ecléctica que apelaba también al merengue, a la ranchera y hasta al tango en sus creativas y enérgicas composiciones, coronadas por el empleo de su inimitable voz.
“La gente latina de Estados Unidos estaba más envuelta en lo típico: si eran mexicanos, hacían ranchera o banda; si eran dominicanos, merengue; si eran puertorriqueños, salsa; pero lo que estaba pasando aquí me voló la cabeza”, retomó Blanco.
Lo interesante es que, si bien Viva Malpache no podría ser identificada como una banda estrictamente comprometida con las causas sociales, algunas de sus letras tienen referencias a esa clase de tópicos, empezando por “El mandamás”, una suerte de proclama de empoderamiento inmigrante que menciona los incontables oficios desempeñados por nuestra comunidad.
“La idea era demostrar que el latino en este país hace de todo; es hechicero, es jardinero, es profeta, es callejero, es el chofer de tu Mercedes, cuida de tu abuela, y el arroz que comes no sabe a nada sin sus habichuelas”, enumero nuestro entrevistado, parafraseando el contenido de la pieza.
Incluso una canción aparentemente tan superficial como “Pan con mayonesa”, que obtuvo ese nombre en medio de un juego de palabras durante un ensayo, tiene una filiación social.
“Lo primero que pensé cuando salió eso fue el recuerdo de lo que pasaba en mi familia mientras crecía en Nueva Jersey”, nos dijo Blanco. “Éramos una familia pobre de cinco personas que vivía de ‘welfare’ y de ‘food stamps’ en un apartamento de dos recámaras. Cada vez que volvía de la escuela, mis padres no estaban, porque trabajaban todo el tiempo, y como tenía hambre, me hacía un pan con un poquito de mayonesa y me lo comía”.