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En esta temporada de premios la representación LGBTQ en las películas recibe un fuerte impulso

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Cuando se anunciaron las nominaciones para los Premios de la Academia de este año, GLAAD citó el año 2018 como “un año estandarte para la inclusión LGBTQ en las películas”. Aunque la película “Moonlight” con tema homosexual ganó el premio a la mejor película en 2017 y “Call Me by Your Name” fue nominada en 2018, y “A Fantastic Woman”, protagonizada por una actriz transgénero, ganó el premio a mejor película en idioma extranjero ese año, es la significativa representación de la comunidad LGBTQ en la categoría de mejor película de este 2019 lo que anuncia un verdadero cambio radical.

Más de la mitad de las mejores películas nominadas al Oscar, “A Star Is Born”, “Bohemian Rhapsody”, “Green Book”, “The Favourite” y “Vice”, presentan personajes LGBTQ cuya orientación sexual no es el foco principal de la película.

Es una estadística prometedora, dado que el último Índice de Responsabilidad del Estudio de GLAAD, que rastreó a los personajes LGBTQ en los principales lanzamientos de estudio de 2017, reportó el porcentaje más bajo desde que el índice comenzó en 2012 (12.8%).

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En enero hubo noticias menos bien recibidas cuando GLAAD retiró “Bohemian Rhapsody”, la historia del líder bisexual de la banda Queen, Freddie Mercury, de su propia contienda por los premios, citando las últimas acusaciones de abuso sexual contra el director Bryan Singer, quien fue despedido de la producción en 2017.

El “efecto Moonlight” ha sido citado últimamente por la aparente escalada de todas las cosas gay, pero el escritor y director de esa película, Barry Jenkins (nominado este año por su guión adaptado para “If Beale Street Could Talk”, basado en la novela del fallecido autor y activista gay James Baldwin), lo cuestiona. “Moonlight fue solo un paso más, más bien un resultado del cambio que estamos viendo ahora mismo. El progreso es una dirección, no un destino, pero es omnipresente”.

En “Vice”, mientras tanto, el hambriento de poder Dick Cheney de Christian Bale, es inmensurablemente humanizado por su relación amorosa con su hija lesbiana Mary.

“No creo que haya una película sin eso”, dice el director nominado Adam McKay, señalando que amigos de todas las orientaciones sexuales han sido conmovidos y devastados por lo que él denomina “tanto el momento de la salida del armario como el momento en que la familia se vuelve en contra de Mary”. La esposa de Christian, Sibi, estaba muy molesta, llorando por ello, porque se trata de la crianza básica”.

“Can You Ever Forgive Me?” presenta a dos personajes principales homosexuales, interpretados por Melissa McCarthy y el veterano británico Richard E. Grant, ambos nominados al Oscar. Sin embargo, no ha habido prácticamente ninguna discusión sobre su orientación sexual, para deleite del co-guionista Jeff Whitty (con Nicole Holofcener).

“Los miembros de la audiencia deben salir y pensar: ‘Oh, espera, eso fue una lesbiana y un hombre gay’, porque sus problemas no tienen nada que ver con su sexualidad”, dice de los personajes principales, Lee Israel y Jack Hock. “Siento que esta película es un paso adelante en el sentido de que es tan sutil y subversiva”.

Grant está de acuerdo. “No hay ningún problema en el hecho de que seamos homosexuales: nada de clichés, nada de lo que esperamos de las películas con personajes gays. El afecto y la soledad de Lee y Jack impulsan la cosa. En “The Favourite”, es lo mismo. No pensé: Dios mío, acabo de ver un trío de lesbianas entre los tapices”.

Los ejecutivos y financieros estaban “siempre cautelosos del aspecto de la historia de amor entre personas del mismo sexo”, recuerda Ceci Dempsey, productora de “The Favourite”, que hace 20 años compró el guión, ahora nominado al Oscar (de Tony McNamara y Deborah Davis).

Davis puede reírse de su peripatético viaje ahora. “El contenido lésbico está incorporado, es parte de la narrativa y de nuestras experiencias generales ahora. No es algo tan único y diferente que tengamos que comentarlo”, añadió.

El cortometraje de acción en vivo nominado al Oscar “Marguerite” de la escritora y directora canadiense Marianne Farley, también presenta un ángulo lésbico: una mujer anciana que acepta su sexualidad. Farley insiste en que se merece comentarios continuos y se declara “extremadamente animada” de que los estereotipos están disminuyendo. “Los seres humanos son mucho más que quienes eligen amar, y bajo la fachada de orientación sexual o raza, todos compartimos la misma experiencia humana”.

Willam Belli, que interpreta a Emerald en “A Star Is Born”, siente lo mismo sobre la representación de las drag queens en esta película. “Gaga y Bradley (Cooper) nos dejaron ser nosotras mismas y ayudar a moldear las escenas. Ellos vieron el potencial y lo abrazaron. Muchas veces, las drag queens son los chistes o lo que sea. Esto nos mostró siendo reales”.

Sin embargo, Hollywood todavía tiene un camino por recorrer. El actor británico Rupert Everett recibió críticas muy favorables por interpretar al condenado escritor y dramaturgo irlandés Oscar Wilde, esencialmente la primera celebridad abiertamente gay del mundo, en “The Happy Prince” de 2018, que también escribió y dirigió.

Everett ganó el premio al actor británico/irlandés del año en los premios del Círculo de la Crítica de Londres en enero, pero el premio al actor principal fue para Ethan Hawke por “First Reformed”. Sin embargo, en su discurso de aceptación, Hawke calificó la interpretación del personaje de Wilde por parte de Everett como “una de las actuaciones más fascinantes, incendiarias y asombrosas que he visto, no sólo este año, sino nunca”. Pero la película fue ignorada en gran medida en los círculos estadounidenses.

Jenkins también advierte contra la complacencia, sugiriendo que personas como Baldwin también lo harían. “Diría: ‘No te pongas muy contento’. Cambia con frecuencia, y no mires más allá del Despacho Oval para ver de qué estamos hablando”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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