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‘Grey’s Anatomy’ se enfrenta a la violación en un fuerte episodio con temática #MeToo

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Hace casi cuatro años, la escritora de “Grey’s Anatomy” Elisabeth Finch participó en una gira patrocinada por el Writers Guild del Centro de Tratamiento de Violaciones en el Centro Médico de la UCLA en Santa Mónica.

“Lo que se me quedó grabado fue cómo trataban a cada persona que entraba por sus puertas individualmente; las necesidades de cada uno son diferentes”, dice Finch. “Quería que nuestros médicos [de la serie de televisión] se dieran cuenta sobre la marcha de cómo hacer eso con los pacientes”.

El mes pasado, esa semilla llegó a buen término cuando su guión, bajo la dirección de la productora Krista Vernoff y la directora Debbie Allen, se materializó como el episodio del venerable drama médico “Silent All These Years”. La joven doctora Jo (Camilla Luddington) se encuentra con Abby (Khalilah Joi), una víctima de violación, en el Grey Sloan Memorial Hospital. Los esfuerzos de Jo y sus colegas para ayudar a la sobreviviente traumatizada se yuxtaponen con escenas de la adoptada Jo conociendo finalmente a su madre biológica (Michelle Forbes) y descubriendo que ella fue el producto de una violación. Es un episodio inusualmente fuerte que se desarrolla sin una partitura musical. Representa de manera realista, la recopilación de pruebas para un análisis de violación, por ejemplo.

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Las reacciones han sido fuertes, incluyendo las de los fans de Reddit que se identifican como sobrevivientes de violación.

“Por lo general, no me siento impactada viendo programas que se centran en las secuelas de las víctimas porque siempre se ha sentido muy superficial”, escribió una de ellas. “¿Pero en éste? lloré. Me sentí escuchada y realmente me pareció real”.

Beth Cranston, directora senior y consejera legal del Centro de Tratamiento de Violaciones, dice que “abordó respetuosamente muchos de los problemas que enfrentan las víctimas de violación, desde la auto-culpa hasta los problemas en el sistema de justicia penal... pensé que todos ellos fueron abordados de manera muy realista, desde mi experiencia aquí en el hospital”.

Gail Abarbanel, fundadora y directora ejecutiva del Centro de Tratamiento de Violaciones, añadió: “hicieron un trabajo realmente bueno al describir el impacto en las víctimas. El pasaje cerca del final... ‘con mucha frecuencia, el trauma se queda en nuestra cabeza, pero el dolor es real, se siente en nuestros músculos, en nuestras células, en nuestros corazones, en nuestras mentes. Y no hay solución mágica, no hay píldoras que puedas tomar para hacerla desaparecer, pero podemos pedir ayuda y podemos decir nuestra verdad cuando estemos listos”.

Vernoff dice que el testimonio de Christine Blasey Ford en el Senado en septiembre de 2018, quien acusó al entonces nominado a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, de haberla agredido sexualmente en la escuela preparatoria, avivó el fuego a varias personas en el programa.

“Lo que creo que todos teníamos en común era el dolor real por la desestimación del testimonio de la Dra. Blasey Ford... Nos hervía la sangre, fue muy doloroso”, dice la productora.

“Todos dijimos: ‘tenemos que hacer algo’. Por eso el momento fue el adecuado para que naciera este episodio en la televisión”.

El guión de Finch estaba marcado con detalles de su investigación, y algunos de esos detalles se grabaron en la mente de Abby: “hubo heridas que se me quedaron grabadas en la cabeza. Hay un par de imagenes que siguen en mi cerebro... la marca de la mordedura en particular”.

Allen eligió abordarlo de la manera más subjetiva posible, utilizando técnicas en la mezcla de sonido al ponerlos en primer plano.

“Cuando filmas desde la perspectiva de alguien, es importante, los sonidos”, dice. Cuando “conocemos a Abby, está en un estado que no es del todo coherente. Era como si no estuviera escuchando las cosas... El guión decía que estaba distraída por todo lo que veía, pero cambiar las frecuencias de cuadro, hacer cosas así, me ayudó a contar la historia”.

Allen y Vernoff coinciden en que la música que se ha utilizado suaviza inaceptablemente la experiencia.

Vernoff dice: “no pueden ser pianos cuando hablamos de violación. La violación tiene bordes filosos como si fueran hojas de afeitar. Y ha sido suavizado para el público durante mucho tiempo. Lo hicimos con todo el dolor, la complejidad y las asperezas”.

Y, dice, “no queremos dictar con la música lo que se supone que debes sentir”.

En lo que quizás sea la escena de refrenda, Abby es llevada a hacerse un procedimiento y las mujeres de todo el hospital se alinean en el pasillo en silencioso apoyo.

Finch dice: “pensé, quiero ver a las mujeres defenderse unas a otras de la forma en que lo hacemos en privado, a puerta cerrada’. Quería que la gente dijera ‘a mi también me pasó’ sin tener que decir nada; se podían ver sus historias en sus rostros”.

Vernoff y Allen dicen que mujeres de todos los departamentos de la producción se presentaron para estar en esa escena. Después de una inicial lucha sobre lo que podría mostrarse en el episodio, representa el hecho de una violación más específicamente de lo que tal vez haya estado nunca en televisión, una mujer de Standards and Practices (el departamento responsable de las implicaciones morales, éticas y legales de los programas que se transmiten) pidió estar presente en la escena.

Incluso una renuente Finch fue persuadida para aparecer en el episodio (ella es la que viste un uniforme azul y va dirigiendo una camilla).

Vernoff dice: “aparecen muchas miembros de nuestro equipo, ejecutivas de alto nivel, asistentes de escritores, asistentes personales, casi no hay actores en esa escena”.

Allen dice: “querían ser parte de esta declaración”.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

https://www.latimes.com/entertainment/envelope/tv/la-en-st-greys-anatomy-metoo-rape-sexual-assault-consent-20190516-story.html?fbclid=IwAR2f0evBmEFx1DH8HdUcqFnxMOKI5sNQsTKOkZ4ed70D4vDAqE6BE5S7e_g

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