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El alto perfil de la vicepresidenta, su raza y su género han convertido a Kamala Harris en el blanco de ataques en línea

Vice President Kamala Harris addresses an event onscreen.
La vicepresidenta Kamala Harris habla en pantalla para el Premio Lo Nuestro, en el American Airlines Arena, el jueves.
(Marta Lavandier / Associated Press)
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Poco después de que Joe Biden anunciara el año pasado que elegiría a una mujer como su compañera de campaña, la congresista demócrata Jackie Speier comenzó a advertir a los ejecutivos de Facebook: las mujeres políticas reciben los ataques en línea más viles y los filtros de la compañía no lograban detenerlos.

“Les mostramos 20 ejemplos que eran repugnantes, ¡y todavía estaban activos!”, señaló Speier, de Hillsborough, cuyas reuniones incluyeron una con la directora de operaciones Sheryl Sandberg. La respuesta de Facebook le dio poco consuelo. “Siga enviándonos estos ejemplos horribles”, los ejecutivos le dijeron, “y los eliminaremos”.

Rep. Jackie Speier, D-Calif., Chair of the House Armed Services Military Personnel Subcommittee.
La representante Jackie Speier, demócrata de California, presidenta del Subcomité de Personal Militar de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes, habla durante una conferencia.
(Alex Brandon / Associated Press)
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Las preocupaciones de Speier de que la primera vicepresidenta atraería ataques descomunales y mentiras venenosas de los participantes más nocivos de las redes sociales, ahora se han validado. Las investigaciones muestran que Kamala Harris puede ser la política estadounidense más atacada en internet, una que marca todas las casillas para los que manifiestan su odio en línea: es una mujer, es una persona de color y tiene poder.

No es solo la cantidad, sino el tipo de acoso lo que hace que los insultos hacia ella se destaquen. El presidente Biden recibe su parte de difamaciones, pero tienden a centrarse en su edad, repitiendo a menudo el apodo de “Sleepy Joe” del ex presidente Trump; algunos lo llaman espantoso o algo peor. Aquellos dirigidos a Harris, sin embargo, tienden a hacer referencia al sexo, la violencia o acusaciones misóginas de que ella no merece su puesto.

“El abuso dirigido a las mujeres es altamente personalizado, a menudo atacándolas por su apariencia y denigrando su inteligencia”, señaló Cecile Guerin, investigadora en Londres del Institute for Strategic Dialogue, un grupo de expertos que busca contrarrestar el extremismo, la desinformación y la polarización. “También es más probable que dé a entender que deberían dejar la política y que no pertenecen al espacio público”.

Guerin dirigió un estudio reciente que no incluyó a Harris, pero mostró que las mujeres políticas estadounidenses tenían entre dos y tres veces más probabilidades de recibir comentarios abusivos en Twitter que sus homólogos masculinos.

Tales hallazgos elevan la preocupación generalizada de que las mujeres, aún significativamente subrepresentadas en los cargos políticos y corporativos, evitarán o abandonarán los puestos de liderazgo que las dejan vulnerables al abuso en línea. “Ciertamente desalienta a las mujeres a involucrarse en la política”, indicó Speier, dadas las preocupaciones sobre la seguridad personal y familiar.

Por ejemplo, algunas mujeres miembros del Parlamento británico citaron el abuso y las amenazas en línea al negarse a postularse para la reelección en 2019, lo que llevó a sus defensores a presionar por una mejor capacitación en seguridad en línea.

Nina Jankowicz, a fellow at the Wilson Institute, poses for a portrait.
Nina Jankowicz, quien se enfoca en amenazas en línea contra mujeres políticas como becaria en el Wilson Center, también es blanco de desinformación y acoso.
(Kent Nishimura / Los Angeles Times)

“Creo que mucha gente no entiende hasta que pasan por este tipo de cosas cuánto tiempo quita, lo agotador que es”, comentó Nina Jankowicz, miembro del Wilson Center cuyo enfoque en el tema ha hecho que ella sea también un blanco de desinformación y acoso.

Los ataques del 6 de enero al Capitolio expusieron una membrana cada vez más delgada entre el mundo en línea y el real, con figuras públicas sujetas a amenazas reales de individuos o grupos radicalizados por el contenido de las redes sociales. Ya no es difícil, por ejemplo, imaginar conspiradores violentos actuando sobre las mentiras publicadas de que Harris está empeñada en apoderarse del gobierno.

Los ataques en línea contra Harris, ahora que ella es vicepresidenta, son monitoreados por el Servicio Secreto. Sus ayudantes se negaron a comentar más allá de indicar que las amenazas contra ella y su familia se toman en serio.

Facebook y otras empresas de redes sociales defienden sus esfuerzos por detectar y eliminar contenido de acoso, pero reconocen que parte del material, especialmente las publicaciones codificadas o sarcásticas, elude los filtros automatizados impulsados por inteligencia artificial. Jankowicz describió varias de esas tácticas, como enviar imágenes de cartones de huevos vacíos a mujeres de 30 años que no tienen hijos, una inferencia de que son infértiles y amargadas.

Jankowicz dirigió un estudio, publicado el mes pasado, que analiza más de 300.000 publicaciones contra 13 políticos en cuatro países de habla inglesa, durante los dos meses previos a las elecciones estadounidenses. Harris fue el objetivo en el 78% de los casos, más que otras mujeres de color de alto perfil en el estudio, como las representantes demócratas Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York, e Ilhan Omar, de Minnesota, las principales víctimas de abuso en Twitter y Facebook, en el estudio de Guerin.

Sen. Susan Collins (R-Maine)
La senadora Susan Collins, republicana por Maine, habla después de que el Senado absolvió al ex presidente Donald Trump en su segundo juicio político.
(Senate Television )

Las mujeres blancas de edad avanzada, como la senadora Susan Collins, republicana de Maine, tenían menos probabilidades de ser blanco de ataques de género que las mujeres más jóvenes o de color. Incluso una mujer republicana más joven con un perfil alto, la representante Elise Stefanik de Nueva York, no recibió tantos ataques como sus contrapartes demócratas en el Congreso. El estudio de Jankowicz no abarcó a Facebook porque el conjunto de datos era más completo de otras seis plataformas, incluida Twitter.

Demostró que muchos de los ataques y la desinformación lanzados a Harris hicieron eco de aquellos realizados contra Barack y Michelle Obama: que no es lo suficientemente negra o india debido a su herencia mestiza, que no puede servir legalmente como vicepresidenta porque sus padres eran inmigrantes, que durmió con múltiples personas para llegar a la cima, que tiene un plan secreto para robarle la autoridad a Biden y, quizá lo más estrafalario, que en realidad es un hombre.

Esa última mentira, aparentemente iniciada por el culto QAnon, involucra lo que se conoce como una “falsificación barata”, una imagen burdamente manipulada de Harris junto a un hombre supuestamente llamado Kamal Aroush.

Jankowicz dijo que las difamaciones contra las personas transgénero dirigidas a Michelle Obama y Harris, aunque no tan desenfrenadas como otra desinformación, siguen un patrón de apuntar a las mujeres en el poder con una lógica misógina retorcida: “No hay forma de que puedas estar en una posición de poder. Tiene que haber algo de duplicidad en ti. Debe ser que eres un hombre”.

Otras publicaciones involucraron ataques más directos utilizando lenguaje e imágenes racistas y sexistas.

Nathan Barankin, ex jefe de personal del Senado de Harris y principal adjunto cuando era la fiscal general de California, señaló que el abuso no es nuevo, solo el volumen y la intensidad lo son. “No tengo conocimiento de ningún trabajo que haya tenido en el que no exista un flujo constante de amenazas muy reales y viables a su seguridad”, informó. “Y esos son físicos, digitales, de correo electrónico y otros”.

Barankin no quiso revelar las precauciones de seguridad tomadas por Harris en sus posiciones anteriores, pero indicó que eran mayores que para otros funcionarios, debido a la naturaleza de las amenazas.

“Esta es una persona que comenzó su carrera procesando asesinatos y violaciones”, comentó sobre Harris, quien inició como fiscal de línea en Oakland. “Ella sabe qué males existen allá afuera”.

Los funcionarios de Facebook y Twitter dijeron que continúan mejorando sus sistemas de monitoreo. Los datos de Facebook muestran que la compañía tomó medidas contra 6.3 millones de publicaciones abusivas en los últimos tres meses de 2020, en comparación con los 3.5 millones eliminados en los tres meses anteriores.

Pero poco más de la mitad de ellos se identificaron solo después de que un usuario se quejó, al igual que Speier. Emily Cain, una portavoz de Facebook, señaló que los estándares de lenguaje aceptable permiten más libertad para las publicaciones sobre funcionarios públicos porque “queremos permitir el discurso, que a veces puede incluir comentarios críticos de figuras públicas”.

Sin embargo, “deben cumplir con los estándares de nuestra comunidad y eliminaremos el contenido sobre figuras públicas que viole otras políticas”, agregó.

La incapacidad de detener los ataques abusivos en línea ha dejado a las empresas de redes sociales, que ya están bajo el fuego de ambas partes, abiertas a más críticas.

“Hemos visto niveles sostenidos de abuso y eso se mantiene bastante estable a pesar de todos los estudios que han resaltado el problema”, señaló Guerin, del instituto de Londres.

Sen. Ron Wyden arrives for the second impeachment trial of former President Trump.
El senador Ron Wyden (demócrata de Oregón) ha advertido a las empresas de redes sociales sobre la posibilidad de nuevas regulaciones si no consiguen paliar el acoso en línea a las mujeres.
(Andrew Harnik / Associated Press)

“Todas las plataformas importantes deben hacer mucho más para responder a los ataques contra las mujeres y protegerlas”, indicó Wyden en un comunicado al Times, sugiriendo la Ley de Violencia contra las Mujeres, una ley de un cuarto de siglo que está pendiente de renovación el próximo año y que podría incluir protecciones en línea más sólidas.

Speier, quien copreside el Caucus de Mujeres Demócratas de la Cámara de Representantes y ha estado activa en el tema del acoso en línea, comentó que dejó de recopilar ejemplos de material tóxico para Facebook. El problema es demasiado grande y la empresa no contratará personal suficiente para vigilarlo, comentó. Además, agregó, los algoritmos todavía están sesgados en cuanto a este tipo de material.

Para la congresista, la preocupación de que las amenazas y las creencias equivocadas puedan volverse mortales no es hipotética. En 1978, Speier sobrevivió a cinco heridas de bala cuando su jefe, el representante Leo Ryan (demócrata de San Francisco), fue asesinado por miembros de una secta durante la masacre de Jonestown en Guyana. Desde el asedio al Capitolio del 6 de enero, señaló, los legisladores estaban autorizados a usar los presupuestos de sus oficinas en chalecos antibalas. Aún no ha comprado el suyo.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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