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Los casos de coronavirus mundiales confirmados superan los 20 millones, duplicando la cifra en 45 días

Martha Gonzalez Reyes
Martha González Reyes de 76 años, vende rosas en la Ciudad de México el lunes. México ha reportado cerca de 500 mil casos y más de 50.300 muertes.
(Associated Press)

El número de casos confirmados de coronavirus en el mundo ha alcanzado los 20 millones.

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El número de casos confirmados de coronavirus en todo el mundo alcanzó el lunes los 20 millones, de acuerdo con las cifras compiladas por la Universidad Johns Hopkins.

Funcionarios de salud creen que la cifra real es mucho mayor, debido a las limitaciones en la realización de pruebas y al hecho de que hasta 40% de las personas contagiadas no presentan síntomas.

Se necesitaron aproximadamente seis meses para llegar a 10 millones de casos después de que el virus apareció por primera vez en el centro de China a fines del año pasado y tomó algo más de seis semanas para que ese número se duplicara.

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Un análisis de The Associated Press de los datos disponibles hasta el 9 de agosto mostró que, juntos, Estados Unidos, India y Brasil acumulaban casi dos tercios de todas las infecciones reportadas en el mundo desde que se alcanzaron los 15 millones de casos el 22 de julio.

El número de casos diarios sigue al alza en India, que alcanzó un promedio diario de 58.768 en una semana. En Estados Unidos, que tiene más de cinco millones de contagios, la media se ha reducido desde el 22 de julio, pero sigue siendo elevada, con 53.813 casos nuevos por día.

En los 45 días que pasaron hasta que las infecciones reportadas en todo el mundo alcanzaron los 20 millones, los decesos causados por el virus aumentaron a 736.191, desde 499.506, según los datos de la Universidad Johns Hopkins. Esto supone un promedio de más de 5.200 defunciones diarias.

Alrededor de una quinta parte de las muertes reportadas, el equivalente a más de 163.000, ocurrieron en Estados Unidos, el país con más víctimas mortales por COVID-19, la enfermedad causada por el virus.

Los contagios siguen creciendo rápidamente en muchos otros países, incluyendo Indonesia y Japón.

En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, como sus homólogos de Brasil, Jair Bolsonaro, y Estados Unidos, Donald Trump, rara vez lleva mascarilla y se ha resistido a los pedidos para aplicar una cuarentena estricta. Sostiene que debe convencerse a los mexicanos para que guarden la distancia social, no obligarlos mediante la policía o multas.

El Times ha identificado un tercer vuelo a LAX en el que los funcionarios de salud pública en la fase inicial de la pandemia COVID-19 no alertaron a los viajeros de que estaban en riesgo de infección.

Jun. 27, 2020

Con cerca de 500.000 casos y más de 50.300 fallecidos, México ha tenido problemas con la forma de frenar los brotes dado que cerca de la mitad de su población trabaja en la economía informal y no tiene ayudas ni seguro de desempleo.

Una cuarentena total tendría un costo demasiado alto para la población con pocos ahorros y escasos ingresos diarios, dijo Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y el elegido por López Obrador para gestionar la respuesta a la pandemia. Según el funcionario, México no necesita una solución que, en términos sociales, sea más costosa que la enfermedad en sí.

La tasa de mortalidad relativamente alta de México es, en parte, consecuencia de que el país tenga una de las mayores tasas de obesidad y diabetes del mundo. También se han realizado pocas pruebas de detección, pero de las efectuadas, el 47% fueron positivos, lo que sugiere que solo se practican a personas gravemente enfermas. Esto ha obstaculizado el rastreo de contactos.

En Japón, donde los brotes han aumentado mientras las autoridades instaban a la población a considerar las vacaciones estivales de este año como “especiales” y quedarse en casa, la tasa de positivos en Tokio, la región más afectada del país, ha aumentado aunque sigue en el 7%.

La pandemia se ha ralentizado y se ha vuelto a reactivar en muchas regiones. Gran Bretaña y España, por ejemplo, registran nuevos brotes tras haber sufrido la peor parte de la primera oleada que paralizó gran parte de Europa.

En Asia, Vietnam pasó de no haber informado de muertes confirmadas y de muy pocos casos a luchar contra nuevos brotes que surgieron en la ciudad costera de Danang. Australia se estaba preparando para reabrir los viajes con la vecina Nueva Zelanda, que no ha tenido casos confirmados de transmisión local en más de 100 días, cuando aparecieron nuevos grupos de casos de coronavirus en Melbourne y la región circundante.

Ese brote se mantuvo estable el martes con 331 casos nuevos y 19 muertes más en el estado de Victoria, que incluye a Melbourne, lo que generó esperanzas de que estuviera funcionando un cierre estricto y renovado en la segunda ciudad más grande de Australia.

Mientras tanto, los brotes en China continental y la semiautónoma Hong Kong disminuyeron, y el número de nuevas infecciones comunitarias en China descendió a 13, todas en la región noroeste de Xinjiang. Hong Kong registró 69 casos nuevos.

Al igual que en muchos otros países asiáticos, China requiere pruebas y una cuarentena de dos semanas para todos los recién llegados y ha prohibido a la mayoría de los extranjeros ingresar al país.

Los cierres de fronteras, las mascarillas, los encierros y los datos sobre infecciones son ahora la nueva forma de vida para gran parte del mundo, no los factores políticamente incendiarios que se viven en Estados Unidos.

Una revisión realizada por el servicio Kaiser Health News y Associated Press descubrió que al menos 49 líderes de salud pública estatales y locales han renunciado, retirado o despedido desde abril en 23 estados. La lista ha crecido en más de 20 personas desde que AP y KHN comenzaron a realizar un seguimiento en junio.

Contribuyendo a ese desgaste y agotamiento de los expertos han sido los ataques a los expertos en salud pública y las instituciones de los niveles más altos, incluido Trump, quien ha dejado de lado a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades durante la pandemia.

“El tono general hacia la salud pública en Estados Unidos es tan hostil que ha envalentonado a la gente a realizar estos ataques”, dijo el Dr. Tom Frieden, ex director de los CDC.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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