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El Salvador bajo alerta roja ante poderoso huracán Iota, que adquirió categoría 5 en su avance a Centroamérica

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El Salvador se encuentra bajo alerta roja ante la influencia del huracán Iota, que solo en horas este lunes alcanzó la categoría 5, la máxima en la escala Saffir Simpson, mientras se aproxima a Centroamérica, donde se prevé toque tierra en horas de la noche

El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informó que el huracán presenta vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora (160 m/h) en su ruta hacia el noreste de Nicaragua y el este de Honduras, que están bajo aviso de huracán y donde se espera toque tierra la noche del lunes.

Ante tal situación y el riesgo por las lluvias que generará Iota en El Salvador, este lunes el ministro de Gobernación y presidente de la Comisión de Protección Civil, Mario Durán, elevó el nivel de alerta de naranja a roja.

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“Se declara alerta ROJA Luz giratoria de coches de policía en todo el territorio, ante el inminente impacto que generará el huracán Iota en nuestro país, el cual ha alcanzado la categoría 5 antes de tocar tierras centroamericanas”, señaló el funcionario a través de su cuenta en Twitter.

“Debemos incrementar los trabajos de mitigación, el monitoreo temprano de todas las zonas, el despliegue masivo de personal y las evacuaciones preventivas”, ordenó este lunes el presidente Nayib Bukele mediante su cuenta de Twitter.

Según el pronóstico del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Iota afectará al país con “vientos y lluvias tipo temporal” el martes y miércoles.

Iota, que una vez toque tierra se debilitará hasta disiparse el miércoles, se desplazaba a 15 kilómetros por hora (9 m/h) con dirección oeste y se ubica 65 kilómetros (40 m) al oeste de la isla caribeña de Providencia y 160 kilómetros (100 m) al este-sureste de Puerto Cabezas, en Nicaragua.

El archipiélago de San Andrés y Providencia sufre este lunes el embate del huracán Iota, que dejó estragos y cuantiosos daños en el norte de la Colombia continental, mientras que Centroamérica se prepara también, donde se espera que desde la tarde de este lunes la Región Autónoma del Caribe Norte, en Nicaragua, empiece a sentir fuertes vientos y lluvias.

Los vientos con fuerza de huracán se extienden hasta unos 55 kilómetros (35 millas) desde el centro de Iota, mientras que los de fuerza de tormenta tropical se extienden hasta unos 240 kilómetros (150 millas).

Potencialmente catastrófico

El NHC advirtió que las fuertes lluvias provocadas por el ciclón podrían causar inundaciones repentinas y crecidas de ríos en Centroamérica y el norte de Colombia.

Las torrenciales lluvias causadas por el huracán Iota en el Caribe han causado desastres en varias regiones colombianas donde los afectados se cuentan por miles y las autoridades están en alerta por lo que pueda ocurrir en el archipiélago de San Andrés, que está en la ruta de ciclón tropical.

Las islas caribeñas de San Andrés y Providencia ya resultaron fuertemente afectadas la semana pasada por el huracán Eta.

“Inundaciones y deslaves en Honduras y Nicaragua podrían verse exacerbados por los recientes efectos del huracán Eta” con un impacto “potencialmente catastróficos”, dijo el centro estadounidense.

En Honduras, policías y militares desalojan en lanchas y helicópteros, por segundo día consecutivo, a decenas de miles de pobladores en el valle de Sula, en las proximidades de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, 180 km al norte de Tegucigalpa, ante inminentes inundaciones.

La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) alertó en un comunicado que la proximidad de Iota “incrementa el riesgo de inundaciones y deslizamientos sobre todo en las zonas que fueron impactadas por Eta”, que sorprendió a los pobladores con las crecidas de los ríos Ulúa, Chamelecón y Humuya y una red de afluentes menores.

Guatemala, que sufrió mortales deslaves con el paso de Eta, aguarda fuertes lluvias a partir del próximo martes, especialmente en las provincias de Petén, Alta Verapaz, Baja Verapaz (norte), Izabal (noreste), Huehuetenango, Quiché (oeste), Chiquimula, Zacapa, Jutiapa (este), Santa Rosa, Escuintla (sur) y la central Guatemala, donde se ubica la capital, la mayoría aún con estragos ocasionados por el anterior ciclón.

Panamá declaró este domingo alerta roja en las provincias occidentales de Chiriquí y Bocas del Toro y en la comarca indígena Ngäbe-Buglé, en las que Eta dejó 19 muertos, 12 desaparecidos y millonarias pérdidas, según la protección civil.

El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera huracanes y tormentas más poderosos y con mayor cantidad de agua, que constituyen una amenaza más peligrosa para las comunidades costeras, según estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

El número récord de huracanes este año obligó a usar el abecedario griego para nombrar a los nuevos ciclones.

Una mujer embarazada es evacuada en brazos
Una mujer embarazada es evacuada en brazos de una zona inundada por el huracán Eta en Honduras, el jueves 5 de noviembre de 2020.
(Delmer Martinez/AP)

Iota se acerca a Nicaragua como huracán categoría 5
Associated Press
MANAGUA (AP) — Iota se fortaleció rápidamente el lunes hasta convertirse en un huracán categoría 5 que se acercaba peligrosamente a las costas de Centroamérica, en la misma zona golpeada hace menos de dos semanas por otro poderoso meteoro, Eta.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que Iota presentaba vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora (160 millas por hora) y se ubicaba a 90 kilómetros (55 millas) al este-sureste de la localidad costera nicaragüense de Puerto Cabezas, también conocida como Bilwi, y se movía hacia el oeste a 15 kilómetros por hora (9 millas por hora).

El huracán se fortaleció en las aguas del Caribe mientras se acerca a las costas de Nicaragua y Honduras, donde la tarde del lunes ya había lluvias intensas y fuertes vientos, aunque el ojo del eteoro aún está a varias horas de tocar tierra en el noreste nicaragüense.

Las autoridades advirtieron que Iota probablemente llegaría a las áreas donde las lluvias torrenciales de Eta saturaron el suelo, dejándolo propenso a nuevos deslizamientos de tierra e inundaciones, y que la marejada ciclónica podría alcanzar entre 4,5 y 6 metros (15 a 20 pies) por encima de las mareas normales.

La vicepresidenta nicaragüense Rosario Murillo dijo que las autoridades habían evacuado a miles de personas de las áreas que se verán afectadas.

Nicaragua y Honduras mantienen alerta roja para toda la zona caribeña y el norte, donde se cree que el poderoso ciclón provocará intensas lluvias, desbordes de ríos, derrumbes e inundaciones. Las autoridades hondureñas informaron el domingo por la noche que 63.500 personas se encontraban en 379 refugios sólo en la región costera del norte.

En Bilwi, Nicaragua, donde viven unas 60.000 personas, la gente esperaba con angustia el impacto del ciclón en medio de una lluvia todavía intermitente y vientos que aumentaban su fuerza a cada minuto. Esta zona fue castigada hace 13 días por Eta.

“La situación no se ve nada bien. Amanecimos sin energía eléctrica, con lluvia y la marea está subiendo altísima”, aseguró a The Associated Press Yasmina Wriedt, vecina del barrio El Muelle, desde su pequeña casa situada a orillas de la playa, una zona siempre vulnerable a las tormentas y marejadas.

La mujer, que trabaja en la organización de pesca artesanal llamada Piquinera, dice que su vivienda perdió el techo por el impacto del huracán Eta el 3 de noviembre.

“Lo reparamos como pudimos, pero ahora pienso que el viento se lo volverá a llevar, porque dicen que (Iota) es todavía más fuerte”, señaló.

Cuando Eta azotó Bilwi, la marea subió hasta detrás de la casa de doña Yasmina, en la que viven seis adultos y tres niños, todos miembros de su familia.

Vecinos se ayudan a transportar algunas pertenencias
Vecinos se ayudan a transportar algunas pertenencias para abandonar la zona donde se espera que toque tierra el huracán Iota, en San Manuel Cortés, Honduras, el lunes 16 de noviembre de 2020.
(Delmer Martinez/AP)

A pocos metros de ahí, algunas personas se apresuran a colocar tablones de madera sobre las pequeñas ventanas de sus viviendas y refuerzan las láminas de zinc de los techos, para que Iota no se los lleve nuevamente. Desde la casa de Yasmina se escucha el constante martillar de los vecinos.

Iota se convirtió en huracán la madrugada del domingo y rápidamente ganó más potencia. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advirtió que probablemente llegaría a la parte continental de América Central el lunes por la noche.

Iota es la trigésima tormenta con nombre en la extraordinaria temporada de huracanes del Atlántico de este año. También es la novena tormenta que se intensifica rápidamente esta temporada, un fenómeno peligroso que ocurre cada vez con más frecuencia. Esta actividad ha centrado la atención en el cambio climático, que según los científicos está provocando tormentas más húmedas, fuertes y destructivas.

Eta afectó a Nicaragua como un huracán de categoría 4 y provocó la muerte de al menos a 120 personas debido a que las lluvias torrenciales causaron inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en partes de América Central y México. Luego serpenteó a través de Cuba, los Cayos de Florida y alrededor del Golfo de México antes de llegar a tierra nuevamente cerca de Cedar Key, en Florida, y atravesar Florida y las Carolinas.

El lunes, Carmen Isabel Rodríguez Ortez, de 48 años, aún se encontraba viviendo en un albergue gubernalmente con más de 250 personas en La Lima, Honduras, justo a las afueras de la ciudad de San Pedro Sula.

“Estamos viviendo una verdadera pesadilla”, dijo la mujer, preocupada por el nuevo huracán. “Ahora se anuncian más lluvias y no sabemos qué va a pasar, porque nuestras casas están completamente inundadas”.

Eta fue la tormenta con nombre número 28 de este año, empatando el récord de 2005. Los restos de Theta, la número 29, se disiparon el domingo en el este del Océano Atlántico.

Durante las últimas dos décadas, los meteorólogos han estado preocupados por tormentas como Iota que se fortalecen mucho más rápido de lo normal y crearon un umbral oficial para esta rápida intensificación: una tormenta que gana 56 kph (35 mph) en velocidad del viento en sólo 24 horas. Iota duplicó esa cifra.

A principios de este año Hannah, Laura, Sally, Teddy, Gamma, Delta, Zeta e Iota se intensificaron rápidamente. Laura y Delta empataron o establecieron récords de rápida intensificación.

Los científicos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica estudiaron el efecto y descubrieron que “mucho de eso tiene que ver con el cambio climático causado por los humanos”.

Con Iota y Eta, es la primera vez que se registran en el Atlántico dos grandes huracanes con vientos superiores a los 177 kph (110 mph) en noviembre , según el investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado, Phil Klotzbach. Cuando los vientos máximos de Iota alcanzaron los 250 kph (155 mph), empataron con Lenny de 1999 como el huracán más fuerte del Atlántico a esta altura del año calendario.

El final oficial de la temporada de huracanes es el 30 de noviembre.

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