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‘Guerra de cometas’: un simple juguete se convirtió en un arma poderosa en la Franja de Gaza

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Nadie adivinó que las cometas serían un arma para desconcertar al poderoso ejército israelí.

Sin embargo, las cometas y los globos, esos clásicos juguetes veraniegos, han frustrado a un ejército que triunfó en asegurar su frontera de todos los desafíos que enfrentó en las protestas que acontecieron en la Franja de Gaza desde finales de marzo.

Las cometas y los globos que arrastran trapos ardientes -y que los vientos llevan hacia el interior, desde el Mediterráneo- han causado el peor daño dentro de Israel desde que comenzó la ola de protestas conocida como la Gran Marcha de Regreso.

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Al menos 7,410 acres de tierras de cultivo y parques nacionales fueron quemados por unos 450 incendios provocados por estos juguetes con fuego. Por ellos también se han perdido 1,400 hectáreas de trigo.

Dentro de Gaza, el éxito de las cometas para infligir daño a Israel es visto como un triunfo improbable en una temporada oscura, en la cual alrededor de 130 manifestantes fueron asesinados por las tropas israelíes, dejando miles más heridos en las manifestaciones semanales de los viernes 15 de junio en la frontera. Este lunes, el Ministerio de Salud de Gaza anunció la muerte de Zakaria Beshbash, de 13 años de edad, quien habría recibido un disparo en el estómago durante las protestas del viernes pasado.

El lunes temprano, aviones de la fuerza aérea israelí atacaron lo que el ejército denominó “nueve objetivos militares, en dos cuarteles y en un sitio de fabricación de municiones perteneciente a la organización terrorista HMS”, en referencia a Hamas, la milicia islamista que gobierna la asediada Franja de Gaza.

En un comunicado, el ejército indicó que el ataque, en el cual dijo que no hubo víctimas, fue “en respuesta al incendio provocado y a las cometas y globos explosivos lanzados contra Israel”.

El ejército “considera que el empleo de cometas y globos incendiarios y explosivos es muy grave y trabajará para evitar su uso”. Más tarde, señaló que su avión había impactado una infraestructura de Hamas en el sur de la Franja de Gaza, pero no describió con precisión qué fue derribado.

Alrededor de las 5 a.m. del lunes, los israelíes en las comunidades del sur se despertaron con las sirenas de ataque aéreo cuando al menos tres cohetes fueron lanzados desde Gaza a Israel.

La escalada se contagió a dos incidentes más tarde en el día. En uno, un hombre de 24 años fue asesinado por disparos del ejército israelí cuando un grupo de habitantes de Gaza intentaba cruzar la frontera con Israel. En el otro, el ejército aseveró que cinco hombres intentaron colocar un artefacto explosivo a lo largo de la valla fronteriza y, cuando estalló, “varios terroristas resultaron heridos”.

“Israel y Hamas están al borde de la Primera Guerra de Cometas”, escribió Amos Harel, analista militar del diario israelí Haaretz. “Hamas le está indicando a Israel que responderá con misiles si derriban las cometas”.

Para las comunidades agrícolas israelíes, el efecto de las cometas ha sido devastador.

Giora Almog, una maestra de kínder jubilada que vive en Nahal Oz, un pueblo agrícola a unos cientos de metros de la frontera, comparó la destrucción de campos de trigo dorados y listos para la cosecha con un “ataque contra el vientre de la nación”.

Decenas de campos que rodean a Nahal Oz quedaron reducidos a tierra ennegrecida.

Los bomberos combatieron las llamas en el sur de Israel durante el fin de semana; 17 incendios se registraron solamente el domingo por la mañana.

Los fabricantes de cometas a menudo provienen del estrato más pobre de la sociedad -duramente golpeada- de Gaza. Algunos trabajan con Hamas, otros no.

Rami, el jefe de un equipo de construcción de cometas, afirmó en una entrevista desde el campo de refugiados de Bureij que uno de sus voluntarios no tenía los $2 que necesitaba para llegar a casa después de 30 días en el campamento a lo largo de la frontera.

Ninguno de los jóvenes palestinos entrevistados para este artículo acordó compartir sus apellidos, por temor a que las autoridades israelíes pudieran identificarlos y, posiblemente, atacarlos.

Rami, de 30 años, organizador del operativo con cometas, aseveró que se sintió inspirado el 30 de marzo, el día del primer mitin, cuando vio “una cometa con la bandera palestina unida a su cola que yacía al otro lado de la cerca”.

“Pensamos que tal vez podría llevar algo más, como un cóctel Molotov, pero me di cuenta de que no era práctico”, recordó. “Entonces tuvimos la idea de prenderle fuego”.

El video del grupo acerca de su primer intento de lanzar una cometa ardiente, publicado en las redes sociales, generó respuestas escépticas, “pero cuando logramos crear la llama y la gente vio escenas de los campos incendiados en el otro lado, los muchachos se emocionaron “, afirmó Rami.

Él construye las cometas usando madera flexible de una palmera plantada junto a su casa.

Inicialmente, los equipos empapaban esponjas en combustible diesel, pero pronto se dieron cuenta de que la llama no duraba lo suficiente como para tener gran impacto. Luego trataron de enlazar restos de mezclilla empapados en aceite para automóviles usados, a las cometas.

Más tarde, avanzaron a globos de helio que transportaban cócteles molotov, pero también siguieron usando cometas.

A mediados de junio, el ejército israelí anunció que reduciría la cantidad de helio que permitiría ingresar a la Franja de Gaza, un denso enclave de dos millones de personas. El general de división Kamil Abu Rokon, el oficial a cargo, advirtió que el helio, normalmente utilizado por los hospitales para máquinas de MRI, sería prohibido en el territorio si su empleo “por elementos terroristas para disparar cócteles molotov desde la Franja de Gaza a Israel” persistía.

El ministerio de salud palestino negó que se usara helio para los globos y dijo que cualquier restricción “tendrá un grave impacto en la vida de los pacientes, especialmente de aquellos que necesitan servicios de resonancias magnéticas, que suman más de 3,000 personas por mes”.

Recientemente, una proporción creciente de la flotilla aérea comenzó a armarse con condones inflados o globos de fiesta con textos celebratorios, ambos considerados más resistentes -por no decir más sarcásticos- que los globos convencionales. El viernes, una carretera del sur de Israel quedó bloqueada durante una hora mientras los zapadores desactivaban un globo que llevaba el mensaje I ❤️ YOU (Te quiero).

Otra contramedida israelí fracasó.

En una decisión destinada a reforzar su base derechista, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que el dinero utilizado para compensar a los agricultores por hasta la mitad de sus pérdidas financieras debidas a los incendios sería tomada de los fondos destinados a la Autoridad Palestina; oponente a Hamas, cuyas sanciones punitivas contra la milicia han provocado una exacerbación significativa de la crisis humanitaria de la franja.

El gobierno palestino describió la medida como “piratería y robo”, y las cuentas de medios sociales vinculadas a Hamas se burlaron de la medida israelí.

Netanyahu se enfrenta a una rebelión entre ministros de derecha, para quienes el dilema actual presenta una oportunidad de pulir las credenciales populistas. El domingo, altos oficiales militares que informaron al gabinete israelí señalaron que sería “injustificado” atacar a los habitantes de Gaza que lanzan cometas a Israel. En cambio, sugirieron que Israel ataque los objetivos militares de Hamas, con la esperanza de que ello presione a la organización para que ponga fin a los incendios provocados.

El lunes 18, el duro ministro de Educación, Naftali Bennett, declaró que “quien lanza armas aerotransportadas hacia nuestras comunidades es un terrorista, y no hay restricciones para dispararle”.

Las pérdidas previas a la cosecha para los agricultores israelíes se estiman en alrededor de $2 millones.

Ayyash, de 31 años de edad, otro fabricante de cometas de Bureij, afirmó que sus equipos trabajan mucho porque las cometas “elevan la moral y el entusiasmo de los jóvenes”.

Las manos de Ahmad, uno de sus compañeros, estaban hinchadas después de trabajar con los hilos filosos que se emplean para guiar las cometas hacia arriba y hacia el este. El hilo, afirmó, es de la variedad que normalmente se emplea para guiar las plantas de tomate en invernaderos.

Issa, de 28 años, habló acerca de recorrer los talleres de reparación de automóviles, pidiendo aceite extra para las llamas. “Naturalmente, todos tememos a los disparos [israelíes]”, confesó. “Solo somos humanos, pero este miedo no nos impedirá continuar nuestra protesta pacífica para regresar a nuestras tierras”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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