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Pese a una caída en los homicidios, Tijuana sigue siendo la ciudad más sangrienta de México, y la culpa es de la violencia del narco

Common graves are used to bury some of the dead on Nov. 22, 2019, at a cemetery in Tijuana,
Las fosas comunes se usan para enterrar a algunos de los muertos, el 22 de noviembre de 2019 en un cementerio en Tijuana, que volvió a registrar el mayor número de homicidios por encima de cualquier ciudad mexicana en 2019.
(Guillermo Arias / AFP/Getty Images)

La violencia del narcotráfico sigue acaparando a Tijuana, que nuevamente tuvo la mayor cantidad de homicidios que cualquier otra ciudad de México el año pasado, aunque cientos menos que en 2018.

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Tijuana encabezó una vez más la lista como la ciudad de México con el mayor número de homicidios en 2019, superando a otros municipios de todo el país por cientos de asesinatos.

La urbe cerró el año con aproximadamente 2.185 homicidios, una reducción de aproximadamente 321 asesinatos desde el récord de 2018, que le valió el título de ciudad más violenta del mundo por parte de un grupo activista mexicano sin fines de lucro.

Es el segundo año consecutivo con más de 2.000 homicidios en esta ciudad fronteriza de aproximadamente 1.8 millones de personas, donde los pequeños comerciantes luchan y mueren por el derecho de vender drogas a un mercado local en crecimiento. Tijuana también ha sido durante mucho tiempo el campo de batalla para las organizaciones internacionales de narcotráfico que combaten por controlar las rutas hacia EE.UU.

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El martes, último día del año, el cuerpo de un joven de entre 25 y 30 años fue encontrado alrededor del mediodía en la Avenida Miguel Hidalgo, en la Colonia 3 de Octubre, con un disparo en la cabeza, según la policía local. Más tarde, un hombre en el Hospital General de Tijuana sucumbió a las heridas de bala que había sufrido a principios de semana.

Esos dos homicidios fueron los últimos reportados en 2019, pero a veces las cifras finales aumentan ante el descubrimiento o la identificación de más víctimas después de terminar el año.

El secretario de Seguridad Pública de México, Alfonso Durazo, afirmó en una conferencia de prensa a mediados de diciembre pasado que una estrategia especial respaldada por la recién formada Guardia Nacional y el Ejército Mexicano logró reducir ligeramente la cantidad de homicidios en Tijuana. La estrategia incluye, explicó, patrullar zonas de alto conflicto dentro de la ciudad y manejar puntos de control.

La tendencia continúa a la baja, aunque eso podría no reflejarse completamente en los altos totales de fin de año, consideró. Por ejemplo, el número de muertos fue de dos el 31 de diciembre de 2019, en comparación con siete el último día de 2018.

“Esa cifra que había alcanzado 24 homicidios diarios ha disminuido. Por lo general, [ahora] es de tres, cuatro y, a veces, cinco casos... Pero continuamos con el compromiso de reducirlos, porque incluso un homicidio nos parece una cifra demasiado alta”, indicó Durazo.

Según Carlos Flores, comisionado de la Guardia de Seguridad e Investigación del Estado de Baja California, el alto número de homicidios en Tijuana llevó al estado al segundo puesto de asesinatos en México para 2019.

“Tijuana ha representado entre el 70% y el 75% del problema [en Baja California], por lo cual nuestro enfoque principal está aquí”, señaló Flores. “Cuando hablamos de un segundo lugar, ese es Ensenada, pero es un segundo lugar muy lejano”, agregó. Las autoridades informaron poco más de 250 homicidios en Ensenada durante 2019.

El número total de asesinatos para Baja California fue de 2.841 al 27 de diciembre, según Flores.

Aunque los fiscales se sienten alentados por cualquier pequeño descenso en las tendencias vertiginosas de homicidios, Flores reconoció que aún no estaban satisfechos con sus resultados, y agregó que “obviamente todavía son demasiado altos”. Hubo un incremento del 57% en las órdenes de arresto emitidas por casos de homicidio el año pasado en comparación con 2018, añadió.

Las autoridades intentan luchar contra los grupos criminales acusando a todos los que pueden estar vinculados con un asesinato, en lugar de sólo a quien apretó el gatillo. Pero, en un país donde apenas uno de cada 10 homicidios se resuelve y la tasa de condenas es inferior al 6%, se trata de una batalla cuesta arriba. “Nos estamos enfocando en combatir la impunidad en ese delito”, reconoció Flores.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, el país registró 154.557 homicidios entre 2010 y 2016, y en el 95% de esos casos, nadie fue condenado. En Baja California, 6.443 personas fueron asesinadas durante el mismo período y sólo 252 sujetos fueron condenados por esos crímenes, menos del 4%.

En 2010, la policía mató a un hombre que hablaba un idioma indígena y no cumplió con las órdenes en inglés y español. Ahora, están recibiendo ayuda para encontrar intérpretes y mejorar la comunicación.

Dic. 13, 2019

Para los investigadores, la causa raíz del derramamiento de sangre sigue las tendencias de 2018, debido a los narcotraficantes de bajo nivel, que pelean por las esquinas para controlar el mercado local de metanfetamina en Tijuana.

Los funcionarios del orden también señalan que el surgimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación, o CJNG, que ganó poder al forjar alianzas con los restos del antiguamente poderoso Cártel Arellano Félix, contribuyó a la violencia. Este verano, la organización intentó sin éxito tomar el control total de Tijuana del debilitado Cártel de Sinaloa después de la caída de su líder, Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Un informe de políticas de marzo de 2018, del proyecto Justicia en México, de la Universidad de San Diego, describió al CJNG como “una rama del Cártel de Sinaloa que ha logrado renombrarse, consolidar redes criminales fragmentadas y emerger como una de las organizaciones de narcotráfico más poderosas en México”.

Fry escribe para el San Diego Union-Tribune.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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