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Sin apoyo y sin recursos, la pandemia de Covid-19 se extiende entre los pueblos indígenas de México

Fotografía de archivo del 14 de mayo de 2018 que muestra a indígenas
Fotografía de archivo del 14 de mayo de 2018 que muestra a indígenas rarámuri fuera de su vivienda, en la sierra Tarahumara, del estado mexicano de Chihuahua.
(EFE)
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La pandemia de la Covid-19 está causando estragos entre la población indígena de México. Por la forma en que se expande, el coronavirus ya es visto como una amenaza de extinción casi similar a la que enfrentaron los pueblos indios hace 500 años, cuando ocurrió la conquista española que devastó a los pueblos mesoamericanos.

El informe más reciente que emitió la Secretaría de Salud del gobierno federal en coordinación con el Instituto Nacional de los Pueblo Indígenas (INPI), que habla sobre el avance de la pandemia entre las poblaciones naturales de este país, revela que ya son 2 mil 803 los contagios activos entre los diversos grupos indígenas, donde también ya se registraron 562 decesos.

En suma, la población indígena de México ya registra más contagios activos por coronavirus que los que se tienen reportados en cada uno de los estados del país -a excepción de la Ciudad de México- donde los enfermos activos oscilan entre los 1.244, en el Estado de México que es la cifra alta, y 153 en Colima, que es la entidad con menor índice de transmisión.

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Por lo que hace al número de decesos por Covid-19 entre los pueblos indígenas, superior al que se registra de manera particular en casi la mitad de los estados de todo el país: Guanajuato, Tamaulipas, Nuevo León, Michoacán, Coahuila, Yucatán, San Luis Potosí, Tlaxcala, Aguascalientes, Campeche, Durango, Querétaro, Nayarit, Baja California Sur, Zacatecas y Colima.

Y como no va a ir en aumento el índice de transmisión del coronavirus entre los pueblos indígenas, si estos enfrentan condiciones sociales muy diferentes al resto de la población mexicana; en la mayoría de los 623 municipios que tienen población de origen étnico se carece mayormente de servicio de agua potable e infraestructura educativa, pero sobre todo no cuentan con atención hospitalaria de primer nivel.

Pueblos olvidados históricamente

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) propuso desde el inicio
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) propuso desde el inicio de la pandemia que las comunidades indígenas del país se cerraran para evitar una mayor propagación del virus. La medida se ha adoptado en muchas regiones indígenas de México.
(Isabel Mateos/AP)

De acuerdo a la más reciente Encuesta Intercensal realizada en 2015 por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), de los 623 municipios indígenas que existen en el país, por lo menos 224 son catalogados con “Marginación muy alta”, otros 321 municipios están clasificados con “Marginación alta”, sólo 60 son considerados con “Marginación media”, 16 se ubican con “Marginación baja” y únicamente dos municipios indígenas son reconocidos con “Marginación muy baja”.

Con base en estas cifras se establece que el 87.4% de la población indígena mexicana, es decir casi 22 millones 457 mil 367 personas, de los 25 millones 694 mil 928 que integran el padrón total de indígenas en México, se encuentran en condiciones de precariedad que hacen más factible que la pandemia del Covid-19 les pueda afectar de manera más severa.

“Las condiciones sociales adversas que enfrentan los pueblos indígenas de México son la principal causa por la que el avance de la pandemia se manifiesta de forma tan dramática, comparado con otros grupos sociales, los que al menos sí tienen agua para llevar a cabo las medidas de higiene que propone la Secretaría de Salud, como es lavarse las manos”, considera Edgar Morín, doctor en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo a la visión de este investigador social, si los pueblos indígenas, hoy en alto riesgo por el avance de la pandemia, no estuvieran en el grado de marginación en el que históricamente se les ha mantenido, y al menos tuvieran agua para cumplir con las medidas higiénicas básicas, podrían encarar la crisis sanitaria con posibilidades más alentadoras.

Pero no es así. Tal es el grado de la marginación social de los pueblos indígenas que, según las cifras del INEGI, sólo 3 de cada 10 pobladores indígenas de todo el país tienen acceso al agua, únicamente 6 de cada 10 personas de este grupo social cuentan con acceso a servicios de salud y hospitalarios de primer nivel, y únicamente 4 de cada diez tienen un empleo formal remunerado.

Este último factor es el que ha influido para que la cuarentena, propuesta como medida de distanciamiento social por el gobierno federal, no sea respetada, pues “la gente de las comunidades no ha dejado de salir a buscar el sustento económico, lo que ha hecho que los contagios (por coronavirus) vayan en aumento”, así lo consideró Mateo Barajas, líder indígena de la comunidad purépecha de Michoacán.

La versión de Mateo Barajas tiene sustento. Aún cuando el gobierno federal y las autoridades locales de los 32 estados han establecido la suspensión de actividades comerciales en mercados y tianguis de todo el país, como medida precautoria para contener la expansión de la pandemia, el comercio –principal actividad de los pueblos indígenas- no se ha suspendido.

Desde que inició la contingencia sanitaria en México, y aún en el pico de la pandemia, en ninguno de los 623 municipios indígenas de México se han suspendido las actividades comerciales en mercados y tianguis, principalmente de frutas, verduras y legumbres, pese a que en la mayoría de los otros 1.834 municipios no indígenas dicha actividad se suspendió y a la fecha se mantiene restringida.

Esto, como dice Mateo Barajas, es por la necesidad de subsistencia económica de esta población, la que no cuenta con ningún tipo de ayuda oficial y que se mantiene en el día a día de su propia labor de venta, lo que ha hecho que por su propia necesidad de subsistir las poblaciones indígenas se vean más expuestas a los contagios por Covid-19.

Cierre de accesos

Como única medida de protección que al día de hoy se observa en algunas de las poblaciones indígenas, para evitar la presencia del coronavirus, se ha establecido el cierre de comunidades enteras, para evitar el paso de personas foráneas. Esta medida ya se aplica en por lo menos 182 localidades indígenas.

El cierre de fronteras de las comunidades indígenas de México surgió a propuesta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la organización rebelde indígena del estado de Chiapas, que desde el inicio de la pandemia emitió un comunicado llamando a las comunidades naturales del país para resguardarse de posibles brotes endémicos.

El llamado del EZLN para cerrar las comunidades, que se emitió desde el pasado 16 de marzo y que se ha extendido paulatinamente y se mantiene activo a la fecha en todo el territorio indígena nacional, se finca en la necesidad de autoprotección de los pueblos, al considerar “la frívola irresponsabilidad y la falta de seriedad de los malos gobiernos y de la clase política”, de la que asegura no está tomando las medidas adecuadas de protección a los pueblos indígenas.

El llamado al cierre completo de comunidades indígenas que hizo el EZLN ya ha tenido eco en por lo menos 182 comunidades de los estados de Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, y Nayarit, donde los gobiernos de usos y costumbres han sumado a la medida la de no permitir el acceso a personas foráneas en sus comunidades y de mantener en la medida de lo posible el aislamiento social y la higiene.

En la mayor parte de las localidades indígenas donde a la fecha se mantienen retenes para evitar la entrada de personas ajenas a la comunidad, permitiendo sólo el acceso de vehículos de empresas que suministran alimentos y bebidas, continúan activos grupos de vigilancia, algunos de ellos armados incipientemente con palos y machetes, los que se han autorreconocido como autodefensas sanitarias.

Los bloqueos a las comunidades indígenas, principalmente en aquellas localidades en donde aún los contagios son pocos, no tienen fecha para su disolución. Según José Natividad Bautista, miembro de la comunidad Amojileca, Guerrero, el grupo de autodefensa sanitaria en esa localidad se mantendrá activo hasta que pase la pandemia o al menos hasta que el gobierno federal considere que ha disminuido el riesgo de contagios.

El estado en el que mayor cantidad de comunidades indígenas se mantienen cerradas al acceso de foráneos, es Oaxaca. Aquí, ya son 32 localidades que por acuerdo de sus autoridades tradicionales han cerrado el paso en sus lugares de acceso, entre las que se encuentran Santiago Astata, San Dionisio del Mar, Santa María Chimalapas, Reforma de Pineda, Plan de San Luis Calpulalpan de Méndez, San Idelfonso Villa Alta y San Juan Guichicovi.

Muchas familias hacen sus compras en el mercado de Cherán, Michoacán.
Familias venden hongos en el mercado de Cheran, Michoacán.
(Felipe Luna/For The Times)

En el estado de Veracruz se registran cierres en 18 comunidades indígenas, entre las que se encuentran Chontla, Citlaltepec, Tantima y Tamalín, a las que les ha dado buen resultado el aislamiento social, pues a la fecha en esas localidades no se registra ningún caso activo de contagio por coronavirus.

Otras comunidades a las que sí les ha dado resultado el aislamiento social, a través del cierre de sus fronteras locales, son Metztitlán, Calnali y Eloxochitlán en el estado de Hidalgo, donde ya son siete las comunidades que se han encerrado en sí mismas, igual que sucede en el estado de Michoacán con las comunidades de Zirahuén, Sevina y Santa Ana Zirosto, que forman parte de los 18 pueblos indígenas que han optado por el autobloqueo.

En el estado de Guerrero suman a la fecha 34 las comunidades indígenas que han cerrado su paso. Entre ellas están las de Playa Ventura, Atrixco, Cañada del Arroz, Cuautepec, Xochistlahuaca, Tlacoachistlauaca y Cuajinicuilapa, Omiltemi, Chautipan, La Soledad, Colorada, Jaleaca de Catalán, Amojileca y Coapango, donde al día de hoy no hay contagios ni mucho menos decesos por Covid-19.

Aunque con menos eficiencia en sus retenes de control de acceso a las localidades indígenas, donde ya se han registrado algunos casos de contagio, en el estado de Chihuahua son 16 comunidades que se mantienen en autobloqueo, en Jalisco son 13, en Sonora 11, en Nayarit nueve y en Sinaloa ocho.

Sin embargo, la pandemia avanza.

Pese a las medidas de autoprotección que se han establecido en por lo menos el 29.2% de todas las comunidades indígenas de México, la pandemia de Covid-19 sigue avanzando entre estas poblaciones marginadas, pero principalmente en aquellas que no optaron por el autobloqueo social.

Los grupos indígenas más golpeados por el Covid-19, según el reporte de la Secretaría de Salud, son los mayas de Yucatán y Quintana Roo, los mazatecas, zapotecas, Triquis, huaves, chatinos, chontales, ixcatecas, chochas, mixes, tacuates, cuicatecas y chinantecas de Oaxaca, y los mazahuas, ocuitlecos y matlatzincas del Estado de México.

Sólo en Yucatán y Quintana Roo, el pueblo indígena maya ya registra 516 casos confirmados por coronavirus, mientras que ya son 98 las personas que han fallecido por este padecimiento; en Oaxaca, se han informado 308 casos positivos, con un registro de por lo menos 61 individuos muertos, en tanto que en el Estado de México ya son 306 enfermos por coronavirus y por lo menos 52 decesos a causa de esa enfermedad.

La población indígena de la Ciudad de México es otra de las que también se está viendo afectada en forma considerable por esta pandemia. En la capital del país, según el reporte oficial, ya son 253 los casos positivos por Covid-19, a los que se suman 37 decesos, principalmente de indígenas otomíes, purépechas, mayas, triquis, mazatecas, matlatzincas y mazahuas.

La población indígena de Tabasco, principalmente la de las comunidades chontales, ya registra 183 contagios activos, y por lo menos 24 muertes; en el estado de Hidalgo ya son 26 personas que fallecieron víctimas de la pandemia y alrededor de 160 individuos contagiados, mientras que en San Luis Potosí, principalmente entre las etnias huasteca y pame ya son 122 contagiados y hay por lo menos nueve decesos.

En el estado de Chiapas, sobre todo entre las poblaciones de jacaltecos, mames, tojolabales, ckchiqueles, motozintlecos, tzeltales, lacandes, zoques, tsotsiles, choles y chujes, ya se tiene un registro de 116 contagios activos y 13 personas muertas; entre los pueblos mixtecas y popolacas del estado de Puebla hay 112 contagios activos a los que se suman por lo menos el deceso de 27 individuos.

En la población natural del estado de Guerrero, principalmente de las etnias mixtecas, amuzgos, Tlapanecos y nahuas, ya son 107 contagios activos y por lo menos 21 personas fallecidas; en Michoacán, sobretodo en la etnia purépecha y mazahua, ya suman 87 casos de contagio y al menos siete individuos murieron.

En los estados de Baja California y Baja California Sur, donde la población indígena más afectada es la de las comunidades kiliwa, cochimí, paipai, cucapá y kumiai, a la fecha ya se registran al menos 80 contagios y 17 decesos, mientras que en Sonora se cuantifican 66 contagios y alrededor de ocho decesos, todos de las etnias guarijío, yaqui, seri, mayo y pápago.

Por su parte, en el estado de Veracruz, principalmente en las comunidades de totonacas y Popolucas, la pandemia ya ha dejado al menos 61 contagios activos y 12 decesos, mientras que en el estado de Morelos, donde las poblaciones indígenas más afectadas son las de la etnia nahua, ya se tienen 48 casos de contagio y unas 20 personas muertas por Covid-19.

En el estado de Sinaloa, ya son 45 contagios y 10 decesos, todos ellos entre la comunidad mazateca, una de las más marginadas entre los mayormente excluidos de todo el país, donde solamente una de cada 10 personas tiene acceso a los servicios básicos de salud, y únicamente 4 de cada 100 habitantes indígenas cuentan con servicio de agua en sus domicilios.

En Jalisco, entre las poblaciones de wixarikas, nahuas, purépechas, mixtecos, mixes, tzeltales, tzoliles, choles, mazahuas, triquis, zoques, tlapanelcos y chinaltecos, que se encuentran mayormente vedadas de servicios de asistencia social, ya se han registrado 30 contagios por coronavirus y por lo menos un deceso.

Por su parte, en Chihuahua, principalmente entre las poblaciones étnica de tubares, tobosos, cocoyomes, conchos, jovas, guazapares, chínipas, guarijíos, pimas y tarahumaras, ya se tiene el registro de 29 contagios y cinco muertes; las poblaciones indígenas ixil, kanjobal, quiché y kekchi de Campeche, tienen 29 contagios y cinco personas han fallecido por Covid-19.

En Tlaxcala, entre las etnias nahua y otomí ya se tienen 17 casos de contagio y cuatro decesos; en Tamaulipas, principalmente entre las comunidades huastecas se han registrado 16 contagios activos y al menos dos personas muertas, mientras que Nuevo León, con una población indígena mayormente cuicatecas, huastecas, guarijío y huave, se han contabilizado 15 contagios y dos defunciones.

En medio de esta pandemia son sólo ocho los estados que a la fecha no registran una sola muerte dentro de sus comunidades indígenas: Nayarit, Guanajuato, Coahuila, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Querétaro y Colima, donde únicamente se han registrado en suma 97 contagios activos, esto como resultado de las medidas de autoprotección que han asumido estas comunidades.

En Nayarit, entre su población de tepehuanos y huicholes sólo se han presentado 28 contagios; entre los pueblos chichimeca, otomí, mixteca, zapoteca, náhuatl y purépecha de Guanajuato, ya son a la fecha 19 personas contagiadas. La población de kakapus y mascogos de Coahuila, han registrado 14 contagios, pero ningún deceso, mientras que entre los tepehuanes y mexicaneros de Durango ya son 10 los individuos contagiados.

Finalmente, entre los pueblos de huicholes y tepehuanes de Zacatecas, ya son nueve contagios activos; entre el pueblo náhuatl de Aguascalientes sólo se han registrado ocho contagios; en Querétaro, en el pueblo otomí son seis contagios, mientras que entre los pueblos mazahua, mixe, mazateco y mixteco de Colima, hay tres personas contagiadas por Covid-19.

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