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Caravana de al menos 7,000 migrantes continúa su viaje imparable hacia la frontera

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Una caravana de inmigrantes centroamericanos se dirigía al norte, hacia Estados Unidos, este domingo 21 de octubre temprano, dejando atrás controles policiales y a funcionarios de inmigración mientras continuaban su viaje hacia la frontera.

Un grupo de varios miles de inmigrantes partió antes del amanecer por el único camino que sale de la pequeña ciudad fronteriza mexicana de Ciudad Hidalgo y hacia la ciudad de Tapachula, a unos 30 kilómetros de distancia.

No estaba claro si la policía planeaba detener al conjunto. En un momento dado, un gran contingente de oficiales de la policía federal bloqueó la carretera antes de retirarse. Más tarde, un pequeño grupo de policías observó pasar a los miembros de la caravana, algunos de los cuales corrían y trotaban.

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Cuando un pequeño grupo de funcionarios de inmigración intentó detener la caravana para convencer a sus miembros de solicitar asilo político, el grupo los dejó atrás también.

El viernes y el sábado, los funcionarios observaron cómo miles de migrantes cruzaban sin autorización el río Suchiate, que forma la frontera entre Guatemala y México.

Gerardo Hernández, jefe de la agencia de protección civil en el municipio de Suchiate, Chiapas, afirmó que en los últimos tres días 7,233 inmigrantes se registraron en un albergue en Ciudad Hidalgo. Hernández solicitó a su agencia ayuda para proporcionarles comida y refugio.

La caravana abandonó la empobrecida y asolada nación centroamericana de Honduras hace más de una semana, y sus participantes comenzaron a llegar a la ciudad fronteriza guatemalteca de Tecún Umán, al otro lado del río desde Ciudad Hidalgo.

Los migrantes aseguran que su intención es cruzar a Estados Unidos. La administración de Trump prometió detener su avance y ha amenazado a México y los países de América Central con represalias económicas si no logran frenar al grupo.

El presidente Trump convirtió la caravana en un tema de campaña en sus actos políticos durante las últimas semanas de la campaña electoral del país, etiquetando al conjunto de desaliñados migrantes como una amenaza para la seguridad de EE.UU. También afirmó que convocaría a los militares si los migrantes llegan a la frontera con México.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, bajo la presión de Trump, aseveró que no permitirá a los migrantes ingresar al país de manera “irregular”.

El 19 de octubre, las autoridades mexicanas hicieron una demostración de fuerza cuando varios miles de participantes de la caravana intentaron tomar el cruce fronterizo oficial de México con Ciudad Hidalgo. Con gas lacrimógeno y policías antidisturbios se frustró el intento, en una operación que fue elogiada por Trump.

La caravana está compuesta principalmente por hombres, pero también incluye a cientos de mujeres y niños, algunos de los cuales afirmaron que huyen de la violencia.

Paola Oviedo, de 21 años, caminaba en el calor, abrazando a su hijo de 18 meses contra su pecho. Ella jadeaba; los dos sudaban profusamente.

Oviedo decidió abandonar Honduras luego de enfrentar amenazas de muerte por parte de su abusivo exesposo. Su hijo necesita a su madre, dijo. “Tengo que hacer esto por su futuro”, expresó.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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