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Autoridades utilizaron el perfil racial para detener y deportar a hondureño

El martes los funcionarios de inmigración de los Estados Unidos deportaron a un hondureño a pesar del hallazgo realizado por un abogado del Departamento de Seguridad Nacional que establecía que había sido sometido a un fichaje étnico por parte de la policía local en Louisiana.

La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas envió a José Adán Fugon-Cano, de 36 años de edad, de regreso a Honduras, de acuerdo a Bryan D. Cox, un portavoz de la agencia. Debido a que anteriormente había sido retirado del país, Fugon-Cano encajaba con las prioridades de deportación del Departamento, dijo Cox.

Fugon-Cano y otro hombre, Gustavo Barahona-Sánchez, de 29, habían estado detenidos desde mayo, cuando un oficial de la policía en New Llano, Louisiana, arrestó a un grupo de cinco hombres que estaban parados en el estacionamiento de un motel esperando que pasaran por ellos para ir a un trabajo de construcción. La Patrulla Fronteriza tomó custodia de Barahona-Sánchez y Fugon-Cano; los otros tres hombres fueron puestos en libertad sin cargos.

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“Se fue -- está en camino [a Honduras]. No sé nada más”, dijo la pareja de Adán, Blanca Hernández, cuando se le contactó por teléfono el martes en Louisiana.

Barahona-Sánchez, quien tiene dos hijos que son ciudadanos estadounidenses, ha sido trasladado a otro centro de detención en La Salle, Louisiana; uno de sus abogados dijo que se le había dicho que Barahona-Sánchez está programado para ser deportado en una semana. También había sido retirado del país anteriormente, señaló Cox. Ninguno de los hombres cuenta con antecedentes penales.

Megan H. Mack, jefa de la oficina de derechos civiles del Departamento de Seguridad Nacional, revisó los casos después de que los abogados de los dos hombres presentaron una denuncia. En un correo electrónico del 21 de septiembre dirigido a la directora del ICE, Sarah Saldaña, Mack dijo que los dos hombres al parecer fueron detenidos porque su apariencia era latina. Debido a la injusticia de la detención deberían ser puestos en libertad, escribió.

“Esta no es una práctica que el departamento desea apoyar o facilitar”, decía el correo electrónico, el cual fue publicado sin querer y fue reportado por primera vez la semana pasada por Los Angeles Times. El departamento ha dicho que el informe de Mack no es una decisión formal.

Un oficial de la policía de New Llano dijo que no hubo ningún fichado étnico en el caso.

“Sin importar que tan atroces sean las violaciones durante un arresto, si se ajustan a una categoría previa, todavía pueden ser deportados”, dijo Jolene Elberth, una organizadora con el Congreso de Jornaleros de Nueva Orleans, un grupo de defensa involucrado en el caso.

“Obviamente no quieren sentar un precedente para ICE”, dijo Elberth. Los defensores han presentado denuncias de derechos civiles con el Departamento de Justicia y el Departamento de Policía de New Llano, alegando de un patrón más grande de elaboración de perfiles, agregó.

El incidente pone de relieve el debate -- incluso dentro del gobierno -- sobre cómo la agencia de inmigración debe tratar a las personas que se encuentran en el país ilegalmente y que son detenidos por la policía local. El año pasado, el presidente Obama desechó un programa llamado Comunidades Seguras debido a los casos en los cuales los inmigrantes fueron deportados después de ser atrapados por realizar delitos de tráfico u otros cargos menores y luego fueron detenidos.

Bajo la nueva versión, conocida como el Programa de Aplicación Prioritaria, los agentes deben centrar sus esfuerzos de extracción sobre los delincuentes graves, los infractores reincidentes en materia de inmigración y las personas que llegaron al país después de 01 de enero del 2014.

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