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Demandan al Gobierno por la elección de secretario interino de Veteranos

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EFE

Diversas organizaciones sociales denunciaron hoy al Gobierno por saltarse la debida jerarquía al designar a Robert Wilkie como secretario interino del Departamento de Asuntos de Veteranos, lo cual, según los demandantes, atenta contra las leyes federales.

“La denuncia busca que el tribunal se pronuncie y declare que Wilkie no es el secretario interino legal”, explicaron las organizaciones denunciantes en una nota conjunta divulgada por la asociación Democracy Forward en su portal de internet.

Según la denuncia, presentada este lunes ante un tribunal del Distrito de Columbia, el Gobierno incumplió las leyes al designar a dedo a Wilkie, quien ostentaba el cargo de subsecretario de Personal de la agencia, en vez de entregarle el cargo al vicesecretario del Departamento de Asuntos de Veteranos, Thomas Bowman.

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De esta manera se suma un capítulo más en la serie de polémicas en las que se ha visto envuelta en las últimas semanas una cartera que gestiona un presupuesto anual de 186.000 millones de dólares y tiene una plantilla de aproximadamente 360.000 empleados, dedicados sobre todo a la atención médica de los excombatientes.

La designación de Wilkie se produjo a consecuencia del despido de su predecesor en el cargo, David Shulkin, quien fue destituido por el presidente Donald Trump a finales de marzo debido a las numerosas acusaciones de uso irregular de fondos públicos que pesaban sobre él.

La legislación vigente dictamina que en caso de que el secretario “muera, dimita o por cualquier otra causa no pueda cumplir con las obligaciones inherentes al cargo”, el presidente podrá designar a su sucesor. Sin embargo, alegan los denunciantes, esta premisa no se aplica en caso de despido.

Según explican desde Democracy Forward, este mecanismo tiene por objetivo evitar que el jefe de Estado pueda eludir el control del Congreso en caso de querer cambiar el rumbo de una agencia gubernamental.

Las quejas por el nombramiento temporal de Wilkie se apaciguaron cuando Trump anunció la nominación del jefe de los servicios médicos de la Casa Blanca, Ronny Jackson , para dirigir el gigantesco departamento.

Sin embargo, antes de que Jackson pudiera someterse a una audiencia de confirmación por parte del Senado, diversas informaciones que alertaban de la afición del galeno a beber en horas de trabajo y de su laxitud a la hora de prescribir opiáceos, llevaron al médico militar a retirar su candidatura la semana pasada.

Más allá de las formas empleadas, los denunciantes ven en Wilkie a un defensor de la privatización de los servicios sanitarios a los que tienen acceso los veteranos de las Fuerzas Armadas, medida que ha sido defendida en numerosas ocasiones por el propio Trump.

De hecho, al día siguiente de su destitución, Shulkin aseguró que su despido no se debió a sus presuntas irregularidades, que él negó, sino a las luchas intestinas de su departamento, motivadas por intereses políticos y por el deseo de algunos funcionarios de privatizar diversos servicios.

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