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NOAA concluye expedición que estudiaba profundidades en P.Rico e I.Vírgenes

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EFE

Una medusa psicodélica y los restos de un terremoto submarino de 1918 se encuentra entre los muchos descubrimientos de una expedición de 22 días alrededor de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. que concluye hoy, dirigida por un grupo de expertos y científicos de la Oficina Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, en inglés) para estudiar sus profundidades.

Según detalles difundidos por la Oficina de Exploración e Investigación de la NOAA, la expedición “Océano Profundo 2018” halló la medusa el pasado 8 de noviembre mientras exploraban una cresta montañosa en la zona de La Parguera en Lajas, municipio en la costa suroeste de Puerto Rico.

En un comunicado la NOAA detalló que las aguas profundas de Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses contienen una gran diversidad de hábitats de corales y peces de aguas profundas, cañones submarinos, montes submarinos, trincheras, características geológicas únicas y otros hábitats pocos conocidos.

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Otros descubrimientos, nunca observados anteriormente, son las imágenes de un embrión vivo de tiburón gata moviendose dentro de un huevo, una langosta achaparrada y diversos tipos de estrellas de mar y de erizos, incluyendo uno tipo “panqueque”, y crinoideos.

Asimismo, los exploradores captaron imágenes a bordo del buque Okeanos Explorer y utilizando un vehículo de última generación operado por control remoto (ROV, en inglés) -capaz de sumergirse a profundidades de 6.000 metros- un pez escorpión, lirios de mar, anémonas de mar, un pez trípode y hasta un pepino de mar.

La NOAA arrancó la expedición el 30 de octubre, saliendo desde el puerto de San Juan, moviéndose por el noreste de la isla, pasando el Pasaje Virgen hasta llegar a la costa sureste de la isla-municipio de Vieques, donde se sumergieron a 1.312 pies (400 metros) para localizar peces, como “chillos” (pargos), y corales.

Al día siguiente, el ROV se sumergió a más de 900 pies (275 metros) y durante dos horas exploró la zona y avistó diversos tipos de pargos, corales oscuros, crinoideos y gasterópodos, que es una clase de moluscos acuáticos.

La agencia prosiguió su expedición hacia el este de Vieques y al sur de la isla de Saint Thomas, sumergiendo el ROV entre los 1.520 y 2.530 pies (460-772 metros), con el fin de localizar peces de aguas profundas y vida marina, encontrando así 16 tipos de especies de peces, así como corales, esponjas e invertebrados.

Los expertos aprovecharon la expedición y colectaron tres tipos de especímenes biológicos para futuras investigaciones.

Luego, los científicos se movilizaron hacia las aguas profundas de la Reserva Natural Inés Mendoza en Yabucoa, municipio en el sureste de la isla, donde a unos 2.085 y 2.875 pies de profundidad (636-877 metros) divisaron varios tiburones, entre ellos, un quelvacho, de peinetas y de gata.

Una de las expediciones más esperadas fue la del décimo día, donde durante una inmersión de diez horas en el Cañón de la Mona, exploraron primero una parte en la que encontraron un derrumbe entre 8.320 y 9.075 pies de profundidad (2.536-2.766 metros), que creen ocurrió por un gran terremoto en 1918.

La segunda parte de la expedición consistió en atravesar transversalmente las aguas profundas desde los 985 a los 6.560 pies (300 y 2.000 metros) con el fin de explorar la fauna oceánica del área.

Mientras tanto, en las expediciones 11 y 12, hacia el norte del municipio de Vega Baja y en la muralla este del Cañón de la Mona, respectivamente, los expertos localizaron un mínimo de tres tipos de estrellas de mar, entre ellas, una conocida como abisal, de las que solo se encuentran doce en el mundo.

Los expertos destacaron que la inmersión en la parte este del cañón nunca se había explorado con ningún tipo de vehículo.

En la decimoquinta inmersión, celebrada al oeste de la isla de Desecheo, al noroeste de Puerto Rico, donde los expertos de la NOAA y a 820 pies (250 metros) de profundidad, encontraron el embrión de lo que pareció ser un tiburón de gata.

El organismo científico, asimismo, destacó que la inmersión de ayer, lunes, fue la más profunda de la expedición, y posiblemente una de las más insondables que haya llegado al fondo de esta parte del mundo, a 5.000 metros del monte submarino de isla de Mona, territorio al oeste de Puerto Rico.

Esta expedición será una de varias que realizará hasta el año 2020.

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