Opinión: Un muro invisible nos separa

Definitivamente el coronavirus ha cambiado nuestras vidas, no solo en Tijuana si no en todo el mundo. Lo veíamos tan lejano que nunca pensamos que se volvería una realidad en nuestro día a día, ahora la mayoría de mi familia y amigos estamos en cuarentena.

Tijuana ha perdido un poco de su movimiento ajetreado por el tráfico y actividades laborables o sociales. Es común ver a las personas en el supermercado con cubrebocas, comprando las necesidades básicas. En cuestión de un día fue difícil encontrar productos desinfectantes, algunas personas entraron en pánico, pero algo muy singular en Tijuana es que un porcentaje alto de la población aún no cree que el virus sea verdadero y no toman las medidas de seguridad que por todos lados se muestran. No sé si es ignorancia o falta de acceso a la información.

El pasado 30 de marzo el gobierno de México emitió un decreto por emergencia sanitaria debido al covid-19, lo que provocó que en todos los estados se tomaran medidas severas.

En la ciudad de Tijuana, a partir de ese día, muchos empleadores mandaron a trabajar en casa a las personas mayores de 60 años, y enfermos de diabetes, hipertensión etcétera, sin embargo también hay otras empresas que siguen funcionando sin acatar las recomendaciones de seguridad para sus empleados. Algunas envían al trabajador a casa, pero sin el goce de un sueldo o a cuenta de sus vacaciones, lo cual ha generado una fuerte preocupación por parte de los trabajadores no solo aquí en Tijuana, sino en todo México.

En mi caso particular, desde una semana antes que se promulgara dicho decreto, mi compañía cerró y todos trabajamos vía remota, nos dedicamos asesorar en materia de comercio exterior a la industria maquiladora, la cual a pesar de que se han detectado algunas personas con diagnostico positivo siguen operando, señalando que su actividad es esencia0. Cabe mencionar que esto es de suma relevancia ya que en el sector maquilador trabajan miles de personas en esta ciudad.

A bares, gimnasios, estéticas, por no considerarse actividades esenciales, se les solicitó el cierre por orden del gobernador, únicamente restaurantes funcionan bajo el esquema de comida para llevar.

Las escuelas y guarderías cerraron 2 semanas antes de las vacaciones de semana santa. Los niños y maestros siguen trabajando en un esquema de enseñanza en línea. A pesar de los esfuerzos de muchas familias para estar en casa, también hay otras personas que siguen como si nada pasará, asistiendo a los famosos mercados sobreruedas, a la playa y al aeropuerto para viajar a disfrutar de sus vacaciones a pesar de las alertas del gobierno para no hacerlo.

El estado de Baja California ha sido señalado el día 6 de abril con la tasa de mortalidad más alta en México debido al coronavirus, siendo la ciudad de Tijuana la que tiene el mayor número de casos actualmente en el estado. Aún no estamos en una fase 3, sin embargo, ya se puede ver la crisis por falta de suministros para la atención de pacientes con esta enfermedad.

Los hospitales de la ciudad no cuentan con los ventiladores que los expertos prevén que se requerían conforme avance la pandemia, por lo que grupos de ciudadanos estamos uniendo esfuerzos para poder comprar equipo de protección para todos aquellos héroes sin capa como lo son: bomberos, paramédicos, doctores, enfermeras y personal de mantenimiento.

El problema en Tijuana principalmente es que no existen pruebas suficientes para determinar quién es positivo para coronavirus y la mayoría de diagnósticos son neumonía atípica.

Finalmente, Tijuana es conocida por ser una de las ciudades fronterizas con mayores cruces de personas a Estados Unidos, muchos viven en Tijuana y trabajan en San diego. También es parte importante de la economía de muchas familias hacer compras en San Diego para poder vender en sus negocios o bien solo comprar sus necesidades básicas de alimentos y ropa, ir a la escuela o visitar al familiar que vive en Estados Unidos.

Nadie pensó que una pandemia como esta fuera a cambiar la dinámica de nuestra ciudad, ahora muchos tijuanenses no podemos ir a San Diego debido al cierre de la frontera para personas que cuentan con visas de turistas, lo cual ha impactado no solo en los negocios locales de Tijuana si no que estoy segura que también en la economía de la ciudad de San Diego.

Esta pandemia ha creado un muro invisible imposibilitándonos de estar con nuestros seres queridos aunque estén a unos cuantos minutos de distancia.

Rodríguez trabaja como socia directora de JC Advisors, reside en la colonia de Otay en Tijuana.