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OPINIÓN: ¿Cuáles fueron los objetivos de la reunión AMLO-Biden?

El presidente Joe Biden, derecha, se reúne con su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador
El presidente Joe Biden, derecha, se reúne con su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador, izquierda, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el martes 12 de julio de 2022, en Washington.
(Susan Walsh / Associated Press)
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El reciente encuentro entre los presidentes de México y Estados Unidos, a pesar de la gran publicidad que se le dio en México y que en Estados Unidos pasó desapercibido, no deja grandes resultados ni significa el gran avance que sin duda el gobierno mexicano tratará de transmitir.

Este viaje surge para dejar claro que, a pesar de haber echado a perder la reciente Cumbre de las Américas, la relación entre los dos presidentes es buena. En este renglón se puede decir que AMLO fue exitoso y se regresa con la sensación de haber zanjado las diferencias. Por lo menos hasta el próximo exabrupto mañanero.

El encuentro ocurre en un muy mal momento para Biden. Uno de los más bajos en cuanto a su aceptación por la sociedad estadounidense. Según una encuesta dada a conocer por el New York Times un día antes del encuentro con AMLO, más de tres cuartas partes de los electores estadounidenses consideran que el país va en la dirección equivocada y el 64% de los demócratas, su partido, consideran que no debe postularse como candidato en las próximas elecciones presidenciales de 2024.

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En este contexto, de por sí negativo, personalidades relevantes del partido republicano, para criticar a Biden, se sirven de AMLO quien de manera quizá inconsciente se presta al juego. Justo el día de la visita, varios congresistas importantes exigieron a Biden que, entre otros temas, cuestionara a AMLO sobre la protección a periodistas o la inseguridad en México.

Por último, para la sociedad estadounidense y los medios de ese país, inmersos entre otros temas de mayor interés, como las audiencias en el congreso para fincar responsabilidades a Donald Trump por la toma violenta del capitolio el 6 de enero de 2021, el encuentro es irrelevante.

Hubo cuestiones de forma. AMLO no entendió que el encuentro con medios en la oficina oval de Biden era solo dar un saludo, dejar que los medios tomarán fotos y transmitir el mensaje de que la relación entre los dos países es buena. Así sucede con todas las visitas oficiales de mandatarios. El presidente mexicano, usó esa parte de la visita para presentar lo medular de su planteamiento. Ni siquiera era claro si le hablaba a Biden o a los medios. Me pregunto de que habrán hablado después.

Hubo de todo. AMLO intentó dar clases de historia a Biden, sobrevaloró el papel de Roosevelt (a quien más tarde rindió un muy extraño homenaje), sobre todo en cuanto a la muy discutible relación que ese presidente tuvo con México. Ahora resulta que Roosevelt y Elías Calles son el ejemplo a seguir.

Propuso una especie de reedición del programa bracero de tan triste memoria para los mexicanos y hasta lo asesoró en como ignorar a sus adversarios. Ofreció gasolina barata y subsidiada por los mexicanos para estadounidenses en la frontera, incluso como para convencerlo, habló de los precios específicos de uno y otro lado y puso a disposición los gasoductos mexicanos. De todo y de nada. Contra lo que prometió no habló de Julian Assange, ni de eliminar la Estatua de la Libertad.

De pasada, muy de pasada y casi al final de su muy larga intervención, pidió la regularización de los mexicanos indocumentados en Estados Unidos.

Gran parte del mensaje y como han hecho prácticamente todos los presidentes mexicanos que visitan Washington, está dirigido a México y a los mexicanos. Fiel a su austeridad que tan exitosa le resulta para su imagen, no se hospedó en uno de los varios hoteles de lujo que hay en Washington y a los que tradicionalmente llegan los presidentes, sino en uno confortable pero no lujoso. Incluso las decenas de mexicanos que viven en Estados Unidos, organizados alrededor de una extraña representación de MORENA en Nueva York y que le fueron a echar porras a su llegada y le llevaron mariachis a la mañana siguiente, proyectan la imagen de que los millones de mexicanos en ese país lo apoyan. Él les devolvió el desplante con un “los defenderé en la Casa Blanca” y bueno, la línea que dijo frente a Biden, para esa organización basta y sobra.

Si el objetivo era hacer creer en México que se resanan los daños del desplante de la Cumbre de las Américas, que cuenta con el apoyo de los mexicanos en Estados Unidos y que él fue quien puso la agenda y las propuestas, AMLO fue exitoso y desde que pise México a su regreso así lo dirá ad nauseam. Insistirá en que los temas ahora están del lado de Estados Unidos. Diagnosticando y encontrando responsables de los problemas como desde hace 20 años.

Si el propósito era mejorar la relación entre los dos países, las condiciones de vida de los mexicanos en Estados Unidos, encontrar vías legales y sin riesgos para los migrantes mexicanos o una mejor gestión de las fronteras y los flujos migratorios, el encuentro no arroja ningún resultado.

Los otros temas como el comercio, la gestión de recursos naturales o las cadenas productivas no requerían de la reunión.

* Jorge Santibáñez es presidente de Mexa Institute

TW: @mexainstitute

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