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Editorial: La muerte de migrantes en un centro de detención mexicano simboliza el fracaso de las políticas de inmigración

Police officers carry an injured migrant following a fire that killed and injured dozens of migrants
Agentes de policía trasladan a un migrante herido tras un incendio que mató e hirió a decenas de migrantes, en la estación de inmigración en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, el 28 de marzo.
(Herika Martinez / AFP/Getty Images)
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La muerte de al menos 39 migrantes en un centro de detención mexicano cerca de la frontera entre México y Estados Unidos esta semana, demuestra que las políticas de inmigración en los dos países están fracasando estrepitosamente a la hora de abordar el número histórico de migrantes que escapan de regímenes opresivos.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prometió el miércoles que su gobierno llevaría a cabo una investigación exhaustiva y castigaría a los responsables de las muertes y posibles violaciones de los derechos humanos de los detenidos en el centro de detención de migrantes de Ciudad Juárez. Se trata de una medida necesaria, sobre todo teniendo en cuenta que un vídeo autentificado por el secretario de Gobernación de México muestra a dos guardias abandonando a los detenidos en una habitación cerrada mientras un incendio se propaga rápidamente en el centro de detención.

Además de una investigación sobre el incendio, estas muertes de migrantes exigen que los funcionarios gubernamentales de ambos lados de la frontera reexaminen las políticas restrictivas de inmigración que jugaron un papel importante en esta tragedia.

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Los gobiernos inestables en países como Guatemala, Venezuela y Haití están impulsando a un número récord de migrantes a buscar seguridad y trabajo en otros países, y muchos de ellos tienen la intención de llegar a Estados Unidos. El número de migrantes detenidos por las autoridades estadounidenses en la frontera sur ha aumentado de más de 977.000 en 2019 a más de 2,3 millones en 2022. Estas cifras están motivando a los legisladores republicanos a pedir políticas fronterizas cada vez más restrictivas, aunque ese enfoque no ha logrado disuadir a los migrantes.

En los últimos años, el gobierno de Estados Unidos ha promulgado políticas con el objetivo de disuadir a los migrantes de llegar a la frontera restringiendo severamente quién puede solicitar asilo. La más notoria es el Título 42, una orden sanitaria que otorga a los funcionarios del gobierno el poder de prohibir la entrada a los migrantes para evitar la propagación de enfermedades transmisibles. Fue utilizada por primera vez por el expresidente Trump en plena pandemia de COVID-19 y ampliada por el presidente Biden. Los que no cumplen los requisitos para el asilo son expulsados a México. Un acuerdo de este tipo requiere la cooperación del gobierno mexicano, aunque ese país está mal preparado para hacer frente a la afluencia de migrantes.

México detiene a decenas de miles de migrantes cada año en lo que es uno de los mayores sistemas de detención de inmigrantes del mundo, según el grupo de defensa de los migrantes sin ánimo de lucro Global Detention Project, con sede en Ginebra. En respuesta a la presión de Estados Unidos, el gobierno mexicano ha aumentado las detenciones de migrantes.

En los últimos meses, miles de migrantes con la esperanza de cruzar la frontera han sobrecargado los recursos y el refugio en Ciudad Juárez. Los migrantes buscan trabajo o venden chicles y otros artículos en la frontera, pero algunos tienen que mendigar dinero y dormir en la calle. Las autoridades mexicanas detienen regularmente a los migrantes para llevarlos a centros de detención, donde las condiciones son de hacinamiento, según los migrantes de la ciudad.

Antes de que se llevara a cabo la investigación, el presidente mexicano pareció culpar a los migrantes de la tragedia al iniciar el incendio para protestar por las condiciones del centro de detención, que, según dijo, está dirigido por funcionarios de migración del gobierno y una empresa de seguridad privada. El miércoles, tras la publicación del terrible vídeo, López Obrador adoptó un tono diferente y más apropiado, ofreciendo sus condolencias.

La mayoría de los migrantes muertos en el incendio procedían de Guatemala, donde la corrupción, la violencia, la extorsión y la pobreza son los principales motivos de migración, según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Las políticas a ambos lados de la frontera están poniendo a los migrantes en situaciones peligrosas y violando su derecho a solicitar asilo. Con el Título 42 a punto de finalizar en mayo, un enfoque más eficaz y humano a los altos niveles de migración sería que los gobiernos de ambos países crearan un proceso de inmigración más ordenado.

En Estados Unidos, los responsables políticos deberían garantizar que dicho sistema cuente con el personal necesario para permitir a los migrantes solicitar asilo y determinar a tiempo si cumplen los requisitos, de modo que no queden atrapados en un peligroso limbo en la frontera. De lo contrario, será cuestión de tiempo que otra tragedia se cobre la vida de más migrantes.

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