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Los demócratas restringen quién recibirá cheques de $1.400 en el proyecto de ley de ayuda por COVID-19

Sen. Charles E. Schumer accompanied by two staff members
El líder de la mayoría del Senado, Charles E. Schumer (demócrata de Nueva York.), sale de una conferencia de prensa en Washington, D.C.
(Kent Nishimura / Los Angeles Times)
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Los líderes demócratas del Senado y el presidente Biden acordaron establecer un objetivo más estricto sobre qué estadounidenses serían elegibles para un estímulo de $1.400 en la última medida de alivio COVID-19.

Para facilitar el camino del proyecto de ley con los demócratas moderados del Senado, la nueva versión propuesta permite que los contribuyentes individuales con ingresos anuales inferiores a $75.000 reciban el monto total, eliminándolo por completo para aquellos con ingresos de $80.000 o más.

Los contribuyentes conjuntos con ingresos anuales de menos de $150.000 recibirían cada uno el monto total, pero los que superen los $160.000 no recibirían ningún cheque. Aquellos que presenten una declaración como cabeza de familia y ganen menos de $112.500 recibirán el monto total, que se eliminará en los $120.000.

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Todavía se espera que decenas de millones de estadounidenses obtengan un cheque, pero menos personas recibirán uno, en comparación con la versión aprobada la semana pasada por la Cámara. Según el proyecto de ley de esa institución, los pagos se eliminaron en $100.000 para individuos, $200.000 para parejas y $150.000 para jefes de familia.

“Creo que es una forma apropiada de llevar esto a una conclusión exitosa”, comentó el senador Michael Bennet (demócrata de Colorado).

No todos los demócratas aceptaron de inmediato el cambio propuesto.

“La gente necesita recursos desesperadamente y tenemos que enviar estos cheques”, señaló la Senadora María Cantwell (demócrata de Washington). “Creo que el paquete, tal como se diseñó originalmente, está listo para usarse”.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó el miércoles que Biden también habría preferido el umbral de ingresos más alto en el proyecto de ley de la Cámara, pero entiende que se necesita un acuerdo.

“Tiene la esperanza de que este sea un paquete que los demócratas de todos los orígenes políticos puedan respaldar”, indicó Psaki.

Se esperaba que los demócratas del Senado presentaran su versión final del proyecto de ley de ayuda económica de $1.9 billones más tarde, el miércoles por la noche, pero todavía estaban esperando las estimaciones de costos necesarias antes de poder continuar. La presentación del proyecto de ley al Senado iniciará un maratón de esfuerzos contra la oposición republicana, para aprobar la iniciativa y enviarla de vuelta a la Cámara la próxima semana.

Los republicanos parecen resignados porque carecen de votos para bloquear el paquete y se comprometen a utilizar todas las tácticas a su disposición para retrasarlo.

Como parte de la nueva propuesta, los demócratas del Senado mantendrían el suplemento de desempleo federal semanal de $400 que Biden solicitó y la Cámara aprobó, en lugar de reducirlo a $300, como solicitaron algunos moderados.

El otro cambio más notable de la versión de la Cámara será eliminar el aumento del salario mínimo federal a $15 la hora. La parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, advirtió la semana pasada que, debido a que los demócratas están utilizando un proceso especial de reconciliación presupuestaria para impulsar el proyecto de ley rápidamente sin el apoyo de los republicanos, no pueden incluir cambios de política, como aumentar el salario mínimo nacional.

Otra opción que se estaba considerando era proporcionar la ayuda federal ampliada por desempleo hasta septiembre, en lugar de terminarla en agosto.

El proyecto de ley también incluye miles de millones de dólares para vacunas contra COVID-19 y pruebas de coronavirus, así como para escuelas y gobiernos estatales y locales; un cuarto de billón en prestaciones de emergencia por desempleo; y ayuda dirigida a las industrias restaurantes y aeronáuticas en crisis.

Los republicanos han calificado el proyecto de ley como demasiado caro, y dicen que no gasta lo suficiente para combatir directamente la enfermedad, o para reabrir escuelas y negocios. Han criticado el paquete por incluir prioridades demócratas no relacionadas con el virus, como proyectos de tránsito en Silicon Valley y Nueva York, así como apuntalar los presupuestos de los gobiernos estatales y locales.

Ambos proyectos de tránsito fueron eliminados de la iniciativa el martes por la noche.

Una vez que el Senado toma medidas para aprobarla, se desencadenan hasta 20 horas de debate, divididas en partes iguales entre las dos partes, incluidas las posibles enmiendas al proyecto de ley. Algunos republicanos están considerando insistir en que se lea en voz alta la iniciativa en su totalidad, lo que podría llevar 10 horas más.

Luego comienza un proceso en el que los senadores pueden ofrecer cientos de enmiendas para modificar el proyecto de ley. No hay límite de tiempo para esta fase, que puede durar hasta las primeras horas de la mañana o durante la noche, hasta que los senadores opositores se cansen y se rindan. Se espera que los republicanos, molestos con el paquete de ayuda, presenten la mayoría de las enmiendas como una técnica para detenerlo, incluido el intento de prolongarlo durante días. Es probable que los demócratas tengan los votos para rechazar las enmiendas.

“Lucharemos contra esto de todas las formas que podamos”, indicó el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (republicano de Kentucky). “Tengo la esperanza de que al final, los republicanos del Senado se opongan unánimemente, al igual que lo hicieron los de la Cámara”.

Eso sigue sin estar claro. La senadora republicana de Alaska, Lisa Murkowski, comentó a los periodistas el miércoles que mantiene la mente abierta y planea escuchar el debate durante los próximos días antes de decidir cómo votar.

“No puedo soportar el hecho de que, después de todo lo que hemos atravesado el año pasado, estemos considerando $1.9 billones que no están específicamente enfocados, muchos de los cuales no se han asignado claramente, para el alivio por el COVID”, indicó Murkowski. “Pero vengo de un estado en el que la gente dice: ‘Necesitamos ayuda, Lisa’”.

Dijo que ha estado trabajando para eliminar el “exceso” del proyecto de ley “para mejorarlo”.

La aprobación final de la iniciativa, por parte del Senado, podría ocurrir el viernes o sábado, dependiendo de qué tan exitosas sean las tácticas de demora procesal. Se necesita una mayoría simple de votos para aprobar un proyecto de ley de reconciliación, lo que significa que los 48 demócratas de la Cámara y dos independientes pueden hacerlo por su cuenta, con la ayuda de la vicepresidenta Kamala Harris para romper el empate.

“Espero un debate cordial. Anticipo algunas noches en la sala”, comentó Schumer a los periodistas. “Pero el pueblo estadounidense apoya de manera abrumadora esta legislación”.

Uno de los moderados que los líderes del Senado esperan tranquilizar, el senador Joe Manchin III (demócrata de Virginia Occidental), señaló el miércoles que se reserva el juicio hasta que inspeccione la propuesta final.

“Simplemente creo que el proyecto de ley tiene verdaderamente suficientes cosas buenas, realmente tiene bastantes elementos positivos, por lo que deberíamos poder hacer que esto funcione”, expresó Manchin. “Estoy muy satisfecho con las discusiones y diálogos, así como algunos cambios que se han acordado”.

Debido a las modificaciones del Senado, la Cámara deberá aprobar la versión revisada antes de enviarla al escritorio de Biden.

Los demócratas se apresuran a llevar el proyecto de ley a Biden antes de que los beneficios por desempleo ampliados terminen el 14 de marzo, posiblemente limitando la ayuda hasta 10 millones de estadounidenses. Para cumplir con ese plazo, la Cámara tendría que aceptar cualquier cambio que el Senado haga a la legislación.

El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny H. Hoyer (demócrata de Maryland), señaló que esta institución trabajó con el Senado para redactar la versión que aprobó y que no le preocupan los cambios que este cuerpo legislativo podría hacer.

“No puedo creer que cualquier enmienda que el Senado pueda adoptar, con el complemento en el Senado en este momento, sea una enmienda tan atroz que la Cámara no votaría”, indicó Hoyer.

Varios legisladores progresistas dijeron que quieren ver detalles sobre cuántos estadounidenses menos recibirán un cheque antes de decidir si el cambio propuesto afectaría su apoyo. Para muchos, la mayor prioridad era no reducir el subsidio federal de desempleo de $400.

“Si este es el único cambio, eso es una cosa. Si hay otros, será diferente”, señaló la presidenta del Caucus Progresista del Congreso, Pramila Jayapal (demócrata de Washington).

Eli Stokols, contribuyó a este artículo.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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