Ataques de Israel al programa nuclear iraní son devastadores, pero ¿podrán destruirlo?
- Share via
El ataque a gran escala de Israel en Irán alcanzó el corazón de su programa nuclear, asestando un duro golpe a la capacidad del país para enriquecer uranio y retrasando potencialmente sus ambiciones nucleares por meses o años.
Además de matar a cargos militares clave y científicos nucleares, el operativo israelí destruyó parte de una planta donde se enriquecía uranio a niveles muy por encima de los necesarios para las centrales de energía nuclear. Los ataques destruyeron también el sistema energético de respaldo para la parte subterránea de la instalación, lo que podría haber dañado equipos más sensibles.
El programa nuclear de Irán ha avanzado rápidamente desde 2018, cuando Estados Unidos se retiró del acuerdo con las potencias internacionales para limitar la capacidad de Teherán de enriquecer uranio, un elemento clave para la construcción de un arma nuclear. Irán sostiene que su programa es pacífico, pero el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica ha advertido repetidamente que el país tiene suficiente uranio enriquecido para fabricar varias bombas nucleares si decidiera hacerlo.
Los reguladores nucleares apuntaron que era poco probable que el asalto elevara los niveles de radiación, incluso en el sitio donde destruyó parte de la planta de enriquecimiento de combustible.
A continuación, un análisis más detenido de la ofensiva israelí y sus probables efectos en los esfuerzos nucleares de su rival.
¿Qué impacto tendrán los ataques en el programa nuclear iraní?
No hay “ninguna duda” de que los ataques de Israel causaron daños importantes, afirmó Fabian Hinz, un experto en el programa nuclear de Teherán en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres.
David Albright, experto en armas nucleares, especuló con que la oleada inicial de ataques podría retrasar alrededor de un año cualquier intento iraní de desarrollar un arma nuclear.
Para Hinz, una cuestión clave es saber si Israel golpeó también a los proveedores de componentes especializados como centrifugadoras y a subcontratistas.
La estrategia de Israel parece ser la de “destruir los cerebros” que están detrás del programa y “tantos equipos como sea posible”, apuntó Albright, quien coincidió en que Israel podría haber infligido un “daño tremendo” al programa.
Se cree que Israel estuvo detrás de una serie de ataques perpetrados en los últimos años contra científicos nucleares iraníes y de sabotajes a instalaciones nucleares.
¿Qué daños se causaron a las instalaciones nucleares de Irán?
Hinz sugirió que un objetivo clave de Israel era socavar la capacidad de Teherán para fabricar centrifugadoras, que son cruciales para enriquecer uranio. Aunque el uranio enriquecido es una pieza clave para construir un arma nuclear, Irán necesitaría desarrollar también un detonador. Para lanzar la posible bomba con un misil, haría falta resolver otros desafíos técnicos.
Irán tiene dos sitios de enriquecimiento de uranio, y el miércoles anunció que ha construido y activará una tercera instalación.
En la madrugada del viernes, Israel atacó la principal instalación, y la más antigua, en Natanz, a 220 kilómetros (135 millas) al sureste de Teherán. Estaba protegida por baterías antiaéreas, cercas y por la Guardia Revolucionaria paramilitar iraní.
Horas después, el director del OIEA, Rafael Grossi, dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que la parte superficial de la planta donde se enriquecía uranio hasta un 60% quedó destruida, además de la infraestructura eléctrica —que incluía una subestación—, el edificio principal de suministro eléctrico, el sistema de suministro de energía de emergencia y los generadores de respaldo.
Según Grossi, no se produjeron cambios en los niveles de radiación tras el ataque ni indicios de daños en la sección subterránea de la planta. Esa parte está enterrada para protegerla de ataques aéreos y alberga la mayor parte de las instalaciones de enriquecimiento de Natanz, con 10.000 centrifugadoras que enriquecen uranio hasta un 5%, afirmó Albright. Pero Grossi indicó que el corte del suministro eléctrico podría haber dañado las centrifugadoras.
Hay muchas posibilidades de que los ataques hayan dejado “daños masivos”, dijo Hinz, porque muchas de las centrifugadoras probablemente estaban operando en aquel momento.
Albright explicó que a las centrifugadoras “no les gusta la vibración”, y que la onda expansiva o el corte del suministro podrían romperles piezas delicadas cuando giran a alta velocidad.
¿Qué pasa con Fordo?
La mayoría de las centrifugadoras de la República Islámica están en Natanz, dijeron los expertos, porque se precisan muchas para enriquecer uranio al 5%, que es el nivel máximo utilizado normalmente para estaciones centrales nucleares.
Pero, enterrada bajo una enorme montaña en Fordo, a unos 100 kilómetros (60 millas) al suroeste de la capital, hay otra instalación nuclear donde también se enriquece uranio al 60%, que está a un pequeño técnico del nivel de grado armamentístico del 90% necesario para un arma. Según el OIEA, Teherán tiene la mayoría de sus centrifugadoras más potentes en Fordo.
Un medio iraní cercano al gobierno reportó el viernes que se escucharon dos explosiones cerca de las instalaciones de Fordo. Pero, aunque Israel podría golpear la entrada y bloquear temporalmente el acceso, no se cree que tenga el tipo de bombas penetrantes que se necesitan para volar la montaña y llegar al centro nuclear en su interior, declaró Hinz.
Esa capacidad la tiene en Estados Unidos, que ha desarrollado una bomba masiva que solo puede ser lanzada desde aviones de gran tamaño con los que Israel no cuenta, añadió.
La posibilidad de nuevos ataques se cernía sobre la República Islámica. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que su operativo continuará “durante tantos días como sea necesario para eliminar esta amenaza”.
Según Hinz, los ataques demostraron que la inteligencia israelí tenía un conocimiento “absolutamente excepcional” del programa nuclear de su rival y la capacidad de atacar objetivos clave “con precisión”. Esto podría significar que Israel podría sabotear la planta, en lugar de intentar penetrar en la montaña.
Albright, por su parte, sugirió que Israel podría intentar cortar la electricidad en Fordo, lo que podría inutilizar las centrifugadoras.
¿Existe riesgo de radiación?
Aunque Grossi dijo que parte de la instalación de enriquecimiento en Natanz quedó destruida, señaló que los niveles de radiación no habían aumentado.
Incluso en el caso de que se filtrara la radiación, la cantidad sería muy pequeña como para representar un riesgo para los residentes en la región o incluso para quienes estén cerca de las propias instalaciones alcanzadas, indicaron los expertos.
“En este tipo de ataques se libera muy poco uranio”, afirmó Albright.
El uranio en sí no es especialmente tóxico, añadió, y es común en algunos elementos en el medio ambiente. Una persona que esté cerca de una instalación de enriquecimiento con una fuga probablemente no estaría expuesta a más radiación que alguien que tomara varios vuelos transatlánticos, que reciben dosis de radiación ligeramente más altas porque la radiación es mayor a grandes altitudes, indicó.
Para enfermar habría que ingerir grandes cantidades de uranio, explicó Albright, señalando que el elemento se puede encontrar de forma natural en el agua de mar y en la corteza terrestre.
Más que la radiación, el mayor peligro podría venir del flúor, que se usa para enriquecer uranio y puede ser letal para quienes están cerca si se liberara durante un ataque.
El flúor se mezcla con el uranio durante el proceso de enriquecimiento para convertirlo en un gas llamado hexafluoruro de uranio. Es extremadamente volátil, se corroe rápidamente y puede quemar la piel. Es especialmente letal si se inhala.
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.