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Los latinos han sido clave en la base demócrata, ¿pero por cuánto tiempo más lo serán?

U.S. Rep. Tony Cardenas
El representante Tony Cárdenas fue uno de los primeros patrocinadores de la campaña presidencial 2020 de Joe Biden. El demócrata de Los Ángeles dice que su partido necesita mejorar su acercamiento a los votantes latinos.
(Ethan Miller / Getty Images)

El diputado Tony Cárdenas, que ha colaborado en la divulgación, dice que su partido tiene mucho trabajo por hacer.

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Tony Cárdenas cree que los demócratas tienen un problema con los latinos.

Cada elección genera quejas de que el partido está dando por sentado ese electorado clave, aplicando una estrategia única para todos, gastando muy poco en publicidad y participación, confiando en la misma camarilla de consultores de Washington y pasando por alto a estrategas conocedores, con vínculos estrechos con las comunidades latinas.

Como muchas cosas en la política, es una lucha por el dinero y el poder. Pero lo que está en juego aumentó a medida que los latinos se convirtieron en uno de los grupos de votantes de más rápido crecimiento en la nación; las lealtades formadas hoy probablemente perdurarán durante muchas elecciones por venir.

Cárdenas, un congresista demócrata del Valle de San Fernando que jugó un papel clave en el acercamiento a los latinos durante los últimos tres ciclos electorales, espera y reza para que su partido retenga el control del Congreso después de las elecciones de mitad de mandato, en 2022.

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Pero, afirmó Cárdenas en una entrevista, “va a costar mucho trabajo” y requerirá que los demócratas construyan una relación mucho más sólida con latinos de diversos orígenes y culturas.

La analítica puede estar de moda en estos días. Cuando se trata de registrar a los votantes, los estrategas saben prácticamente a qué hora se acuesta una persona por la noche y qué desayunó a la mañana siguiente. Pero más difícil que armar esos perfiles personales, remarcó Cárdenas, es forjar una conexión personal.

Simplemente dirigirse a los votantes latinos en español -o traducir el discurso del partido con Google Translate- no es suficiente, expresó. Los demócratas también deben dominar una variedad de “lenguajes culturales”. “Tienen que saber qué es lo que los hace reír”, señaló, sobre los latinos de diferentes orígenes. “Entender qué les causa gracia, qué les molesta. Intuir qué los emociona”.

Hace un año, los demócratas lograron su principal objetivo político, remover a Trump de la Oficina Oval. Pero las elecciones de 2020 dejaron un sabor agridulce en la boca de muchos partidarios, debido a los decepcionantes resultados en la votación.

Los abogados del ex concejal de Los Ángeles, José Huizar, dicen que los fiscales no han cumplido el estricto estándar establecido por el Tribunal Supremo para probar el soborno.

Oct. 27, 2021

Los demócratas tomaron el control del Senado, con la vicepresidenta Kamala Harris sirviendo como desempate en una cámara estancada al 50-50. Pero eso estuvo muy lejos de las esperanzas demócratas y le dio a cada uno de esos 50 senadores el control total sobre los nombramientos y la agenda del presidente Biden. De muestra sirven estos últimos meses, con los senadores Kyrsten Sinema y Joe Manchin III sirviendo efectivamente como copresidentes junto al acosado Biden.

El resultado de las elecciones a la Cámara fue aún más desalentador para los demócratas, quienes anticiparon por completo ampliar su margen y dar a la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, considerablemente más espacio para respirar. En cambio, perdieron una docena de escaños, algo que los dejó aferrados a la mayoría más estrecha que cualquiera de los partidos ha tenido en décadas.
Una de las razones de lo ocurrido en 2020 fue un resultado peor de lo esperado entre los votantes latinos (visto de otra manera, Trump y sus compañeros republicanos superaron significativamente las expectativas).

Trump ganó aproximadamente el 28% del voto latino en 2016, que fue casi el promedio para la mayoría de los candidatos presidenciales republicanos de los últimos 50 años. Después de las muchas cosas viles que el exmandatario expresó sobre las personas de color y las agresivas políticas antiinmigrantes que impulsó, parecía poco probable que aumentara su apoyo entre los latinos. Pero así fue, y ganó entre el 32% y el 38% de los votos del sector en 2020, según la encuesta.

Si los demócratas pensaban que el comportamiento intolerante de Trump haría todo el trabajo por ellos, enojando a los latinos con el partido republicano y sus candidatos, se equivocaron. Los republicanos también ganaron terreno en las contiendas del Congreso en Florida y Texas, entre otros estados, que inclinaron a su favor varios escaños en la Cámara.

Después de las elecciones, mientras se acercaba a su cuarto mandato, Cárdenas buscó la presidencia del Comité de Campaña del Congreso Demócrata, como una forma de poner en práctica sus ideas.

Aunque no la obtuvo, continúa asesorando informalmente a candidatos y otras personas a quienes llegó a conocer como líder del comité de acción política del Caucus Hispano del Congreso. Recientemente, compartió su receta a los demócratas sobre un plato de sopa de pollo en un restaurante familiar de comida mexicana en el soleado San Fernando.

Un paso importante, señaló, es que el partido se involucre con los votantes latinos temprano y con frecuencia, en lugar de esperar hasta los últimos meses de una campaña. Los demócratas, sugirió, también deben atraer a otros sectores, además de a los jóvenes de tendencia izquierdista.

“Si solo te comunicas y dices: ‘Bueno, los latinos son progresistas’, probablemente obtendrás la atención positiva de un joven de 18 a 25 años”, ejemplificó. Pero eso corre el riesgo de alienar a alguien que tiene dos o tres trabajos y cría una familia, o a alguien que trabaja -señaló, enfatizando la palabra- y necesita un techo sobre su cabeza o requiere atención médica.

“Muchos latinos son muy, muy orgullosos y les gusta ganar lo que obtienen”, afirmó Cárdenas, de 58 años. “Pero si les dices que simplemente se lo vas a regalar, no te irá muy bien con los votantes latinos mayores”.

Los demócratas también deben resistir con más fuerza, exhortó, contra las acusaciones de que el partido es opuesto a la policía o tiene mano blanda con el delito, y apreciar mejor cuando los republicanos los acusan de esparcir el “socialismo”, que puede parecerles descabellado, pero que todavía infunde miedo en algunos latinos que huyeron de regímenes opresivos o autoritarios.

Todos esos pasos, sugirió Cárdenas, requieren el tipo de conciencia y sensibilidad que viene con la contratación de estrategas que tengan más fluidez cultural y estén conectados orgánicamente con los votantes que los demócratas esperan ganar. “La presa se romperá tarde o temprano”, agregó, y traerá una avalancha de consultores latinos, negros y otros, que reemplazarán a los trabajadores contratados de hoy y brindarán una nueva perspectiva a las campañas en todo el país. “Quiero que todos los aspectos de lo que hacemos en Washington se parezcan a Estados Unidos”, finalizó. “Cuando hagamos eso, obtendremos resultados asombrosos” tanto en política como en las leyes.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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