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El FBI aborda a una segunda mujer que acusó a Brett Kavanaugh de conducta sexual inapropiada

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El FBI comenzó a contactar personas como parte de una investigación adicional de antecedentes del juez Brett Kavanaugh; entre ellas se encuentra una segunda mujer que alega que el candidato al Tribunal Supremo la atacó sexualmente, según personas familiarizadas con la indagación en curso.

La oficina se comunicó con Deborah Ramírez, una compañera de Kavanaugh en la Universidad de Yale, quien alega que el hombre le puso los genitales en la cara en una fiesta en la cual ella había estado bebiendo y se había desorientado, relató su abogado el 29 de septiembre.

“Ella acordó cooperar con la investigación”, afirmó el abogado de Ramírez, John Clune, a través de un comunicado. “Por respeto a la integridad del proceso, no haremos más comentarios en este momento”.

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El presidente Trump ordenó la nueva investigación de antecedentes de su candidato el viernes 28, ante la presión de miembros clave de su partido.

El FBI también sigue las acusaciones de Christine Blasey Ford, profesora de psicología en la Universidad de Palo Alto, en California, quien testificó esta semana ante el Senado que Kavanaugh la agredió sexualmente a principios de la década de 1980, cuando ambos estaban en la preparatoria, en los suburbios de Washington, D.C.

Ford relató en detalle cómo Kavanaugh y un amigo de éste, Mark Judge, al parecer la atacaron en un dormitorio durante una pequeña reunión en una casa, en la cual los adolescentes estaban borrachos. Ford aseveró que el presunto ataque le causó un trauma duradero y se la vio notablemente angustiada mientras recordaba los eventos ocurridos, el pasado jueves 27 de septiembre ante el Comité Judicial del Senado.

Después del testimonio de Ford, Kavanaugh negó enérgicamente las acusaciones ante el comité y acusó a los demócratas de montar un intento de última hora para descarrilar su nominación. El candidato a la Corte Suprema calificó el proceso de confirmación como un “circo”.

El viernes, los republicanos en el comité se expresaron para proceder a una votación completa en el Senado sobre la nominación de Kavanaugh, pero una serie de negociaciones en la trastienda llevaron a un sorpresivo giro en lo que ya fue un proceso de confirmación tortuoso para un candidato al máximo tribunal, entre los más polémicos de la historia reciente.

El senador Jeff Flake, republicano por Arizona y un voto decisivo para confirmar a Kavanaugh, dijo que se expresaría para proceder a una votación completa en el Senado, pero que ésta debería estar precedida por una nueva investigación ampliada por parte del FBI de las acusaciones contra Kavanaugh.

Al reconocer que Flake y un puñado de votos de otros senadores parecían estar supeditados a la investigación, los líderes republicanos y la Casa Blanca cedieron. Más tarde ese día, Trump ordenó la investigación; pidió que sea de alcance limitado y que esté completa para el próximo viernes 5 de octubre.

El Comité Judicial del Senado afirmó el 28 de septiembre por la tarde, que la investigación complementaria del FBI se limitaría a “acusaciones creíbles actuales”. Los portavoces del comité no devolvieron una solicitud de comentarios de este periódico para explicar en detalle qué son específicamente esas acusaciones.

Los legisladores y los funcionarios de la administración Trump tenían pocas expectativas de que el FBI resuelviera las declaraciones opuestas de Ford y Kavanaugh. Una investigación de antecedentes es, por su naturaleza, más limitada que una requisa penal, y los agentes del FBI no podrán obtener órdenes de allanamiento ni emitir citaciones para obligar a potenciales testigos a hablar. Las entrevistas del FBI, que demorarán unos días, no se convertirán en una investigación extensiva de todos los sujetos con quienes Kavanaugh fue a una fiesta en la preparatoria, afirmó alguien familiarizado con la investigación.

Pero ya dos testigos potencialmente cruciales señalaron que cooperarán con el FBI, lo cual aumenta la posibilidad de que se agreguen al menos más declaraciones y recuerdos, incluso si finalmente no son concluyentes.

Un abogado de Leland Keyser, una amiga de Ford que, según ella, estaba en la fiesta, dijo que Keyser también estaba dispuesta a cooperar con la investigación del FBI. Pero el abogado enfatizó que Keyser no recuerda nada de la reunión en la cual Ford alega que Kavanaugh la agredió.

“Cabe destacar que la señora Keyser no refuta lo dicho por la doctora Ford, y ya le dijo a la prensa que cree en lo afirmado por la doctora”, escribió el abogado Howard J. Walsh III en un correo electrónico dirigido al Comité Judicial del Senado. “Sin embargo, la verdad simple e inmutable es que no puede corroborarlo porque no tiene ningún recuerdo del incidente en cuestión”.

Judge, el amigo de la escuela secundaria de Kavanaugh -quien, según Ford, estuvo en la habitación durante el presunto ataque- también acordó cooperar con el FBI. Su reporte de los hechos era particularmente buscado porque, a diferencia de Kavanaugh, Judge no ha negado las acusaciones de Ford, pero dijo que no recuerda que ese ataque hubiera tenido lugar.

Ford le dijo al Comité Judicial que, algunas semanas después del presunto incidente, se encontró con Judge en una tienda local donde trabajaba durante el verano.

“Le dije ‘hola’”, recordó. “Su rostro estaba blanco y muy incómodo cuando me respondió con otro ‘hola’”.

Ford continuó: “Estaba nervioso y no quería hablar conmigo, y parecía un poco enfermo”.

Los hallazgos del FBI no necesariamente se harán públicos. Cuando los investigadores hayan completado su trabajo, todo lo que hayan descubierto será entregado a la Casa Blanca como una actualización del archivo de verificación de antecedentes de Kavanaugh. La Casa Blanca entonces probablemente compartirá el material con el comité del Senado.

En ese punto, todos los senadores, así como un grupo muy pequeño de asistentes, tendrán acceso a él.

La Casa Blanca o el Senado decidirían si, al menos algo, debería revelarse públicamente. El trabajo de la agencia probablemente consistirá en informes de entrevistas con testigos y acusadores. La oficina no llegará a una conclusión sobre si las acusaciones son creíbles y no hará una recomendación sobre qué debería ocurrir con la nominación de Kavanaugh.

Además de Ford y Ramírez, otra mujer, Julie Swetnick, quien dijo conocer a Kavanaugh desde la escuela secundaria, alegó en una declaración jurada a finales de septiembre, que el candidato a la Corte Suprema y Judge emborrachaban a adolescentes en fiestas, donde las chicas eran atacadas sexualmente, a veces por grupos de varones.

Documento

También fui testigo de los intentos de Mark Judge, Brett Kavanaugh y otros para que las chicas se emborracharan y desorientaran, para que luego pudieran ser “violadas en grupo” en una habitación lateral o dormitorio, por una “fila” de numerosos varones. Tengo un recuerdo firme de haber visto a muchos muchachos aguardando en línea fuera de los cuartos en muchas de estas fiestas, esperando su “turno” con la chica que estaba dentro. Estos chicos incluían a Mark Judge y Brett Kavanaugh.

— Declaración de Julie Swetnick.

Ver el documento.

Swetnick afirmó que ella había sido violada por un grupo así, en una fiesta donde Kavanaugh y Judge estaban presentes. No obstante, no ha acusado a Kavanaugh de violarla. Swetnick lo describió como un “borracho malvado” en la preparatoria, que era agresivo física y verbalmente con las chicas.

El abogado de Swetnick, Michael Avenatti, adelantó que no ha sido contactado todavía por el FBI, pero que espera que los investigadores lo hagan pronto. “No sé cómo podrían decir que esta investigación está ‘completa’ si no la contactan”, resaltó el letrado.

Kavanaugh negó las acusaciones de Ramírez y Swetnick, y ha afirmado enfáticamente que nunca abusó ni agredió a nadie. También habló de una media docena de comprobaciones de antecedentes que el FBI le realizó, para otros puestos federales a lo largo de los años, ninguna de las cuales arrojó evidencia o acusaciones de agresión sexual.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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