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Mantenga sus manos limpias, pero evite estos desinfectantes peligrosos, advirtió la FDA

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En la era del COVID-19, el desinfectante para manos se ha convertido en un producto tan presente que hemos llegado a dar por sentado sus virtudes y su seguridad.

Pero ya no. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) advirtió a los estadounidenses que ciertos productos desinfectantes para manos vendidos bajo una amplia gama de etiquetas podrían ser peligrosos, o incluso fatales.

Beberlos podría causar ceguera, daño hepático y renal o la muerte. Por lo tanto, también podría afectar untarlo en la piel, ya que pasa rápidamente a través de la epidermis y hacia los tejidos más profundos. Los niños son particularmente vulnerables a este daño potencial.

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El culpable es el metanol, un primo pobre del alcohol isopropílico o alcohol etílico, los ingredientes activos aprobados en los productos desinfectantes para manos. Desde finales de julio, la FDA comenzó a detectar un “fuerte aumento” en desinfectantes para manos que afirmaban estar hechos con alcohol etílico pero en realidad estaban contaminados con metanol.

El metanol huele, se siente, sabe y se evapora tal como el alcohol etílico -el de los cócteles- y el alcohol isopropílico -que limpia las heridas y alivia los músculos-. Mientras que esos dos alcoholes tienen dos átomos de carbono, el metanol tiene solo uno. Cuando se consume o absorbe a través de la piel, los primeros efectos del metanol, que incluyen confusión, respiración agitada, arrastre de palabras y percepción alterada, serán familiares para cualquiera que se haya sentado en un taburete de bar durante demasiado tiempo.

Pero cuando el cuerpo humano lo metaboliza, el metanol produce ácido fórmico y formaldehído, que atacan el sistema nervioso. El nervio óptico es la primera línea de defensa en caer, y una víctima de envenenamiento por metanol a menudo comenzará a experimentar visión “nevada” y ceguera potencialmente permanente.

En algunos casos, puede producirse la muerte por envenenamiento.

A veces llamado alcohol de madera o alcohol de quemar, el metanol se usa ampliamente en anticongelantes, barnices, colonias, fluidos de máquinas copiadoras, pintura y combustible. También puede ser el resultado no deseado en la producción de alcohol, cuando no hay buenos controles de calidad.

En todo el mundo, el metanol se consume ampliamente como estupefaciente y también como veneno. Los estudios de casos abundan en la literatura médica de pacientes que tratan fiebre, dolor y otras afecciones con aplicaciones tópicas de metanol y terminan hospitalizados.

El Dr. William Banner, director médico del Centro de Control de Envenenamiento de Oklahoma, indicó que hasta ahora, el desinfectante de manos contaminado no ha causado un aumento notable en las llamadas a los centros de control de envenenamiento.

Pero a medida que el desinfectante de manos se suma a la línea de defensa de los estadounidenses contra la infección por coronavirus, los funcionarios de salud saben que hay un mal uso. Los padres lo aplican no solo en las manos de los niños sino también en sus caras, brazos y cuerpos, una práctica que Banner desaconsejó. Otros experimentan bebiendo un sorbo. Los niños y adolescentes lo prueban por curiosidad, o como desafío.

Cuando el desinfectante está contaminado con metanol, ese mal uso podría presentar peligros inmediatos. Y para los pequeños, que pesan mucho menos que los adultos pero tienen casi la misma cantidad de piel, una dosis de metanol podría causar una rápida concentración en los tejidos, indicó Banner. Eso podría significar un desastre, advirtió.

Los 115 productos desinfectantes para manos que la FDA prohibió se vendieron en tiendas minoristas y en línea. Todos menos tres fueron hechos en México, y esas importaciones ahora están bloqueadas en Estados Unidos, pero es probable que todavía estén en circulación.

La FDA publicó una lista de marcas y lotes que ha retirado del mercado. Con nombres como Blumen, LumiSkin, Scent Theory, Born Basic y Urbane Bath & Body, no lucen diferentes de los desinfectantes recomendados para evitar la transferencia del coronavirus de las manos a las membranas mucosas en la nariz y la boca, donde pueden establecerse y replicarse.

“Realmente no se puede identificar el metanol por el olor o la vista”, señaló Banner, ex presidente de la Asociación Estadounidense de los Centros de Control de Intoxicaciones. Agregó que los adultos deben tener cuidado de no exagerar al cubrir a sus hijos con cualquier desinfectante para manos, ya que el alcohol que contienen puede ser absorbido por la piel.

Pero si un niño se ha empapado o ha sorbido el producto tiene un cambio inexplicable de comportamiento, como respirar con dificultad o actuar ebrio, se debe llamar al Centro de Control de Envenenamiento local, al (800) 222-1222. Los expertos allí podrán verificar si el desinfectante para manos que utilizó se encuentra entre los que han sido retirados del mercado.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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