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¿Qué es la terapia? Una guía para principiantes sobre la salud mental

La terapia de grupo
La terapia de grupo es uno de los muchos tipos de terapia.
(Ramona Integrated Treatment Center)
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Teniendo en cuenta lo que estamos viviendo, probablemente todos debamos recibir terapia.

Si nunca ha hecho terapia antes, el concepto puede parecer un poco abrumador. ¿Está sentado en una habitación (o, en estos días, en una video llamada) con un extraño, contándole sus secretos más oscuros?

Bueno, sí. Un extraño que sabe hacer preguntas específicas, buscar patrones de comportamientos específicos y enseñarle formas más productivas de manejar su vida.

Básicamente, es como tener una conversación profunda con un amigo cercano en la que solo hablas de ti mismo, dijo Joy Harden Bradford, psicóloga licenciada y fundadora de Therapy for Black Girls.

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“La diferencia es que la persona está capacitada, por lo que, a diferencia de hablar con tu amigo, hay ciertas cosas que escuchamos”, explicó Harden Bradford. “Estamos prestando atención al lenguaje corporal. Estamos prestando atención a algunas cosas a las que probablemente no esté prestando atención alguien que no está capacitado como terapeuta”.

Es una oportunidad de hablar sobre lo que está experimentando y cómo se siente en un lugar libre de juicios, con alguien que solo escucha para ayudar. Es un tiempo dedicado exclusivamente a usted, donde puede procesar los factores estresantes y hablar a través de las emociones confusas o abrumadoras por las que pueda estar pasando. No existe tal cosa como ser “demasiado inteligente” para que la terapia sea efectiva, o tener problemas que son muy grandes o pequeños para ser tratados.

Hay muchas razones diferentes por las que la gente busca terapia, y también hay distintos tipos de terapia disponibles. Algunas personas tienen un objetivo específico de reducción de síntomas, como disminuir los ataques de pánico o abordar las fobias. Otros buscan terapia porque sienten que tienen problemas para tomar buenas decisiones o luchan por adaptarse a nuevos desafíos. Para algunos, es una oportunidad para comunicarse regularmente con ellos mismos.

Puede buscar terapia si ha experimentado un evento significativo que está afectando su salud mental, como la muerte de un ser querido, un divorcio, un aborto espontáneo, la pérdida del trabajo, o una pandemia en toda regla que ha trastornado todos los aspectos de su vida y la de los demás. Un terapeuta no puede arreglar esas cosas, pero podría ayudarlo a aprender a adaptarse y seguir adelante.

“Definitivamente no podemos agitar una varita mágica y hacer que 2020 sea mejor que el problema que es”, dijo Harden Bradford. “Pero creo que a veces puede ser útil saber que no está solo en eso, y que puede ayudar que alguien le dé un poco de base”.

Sus primeras sesiones

Una vez que encuentre un terapeuta, su primera sesión será lo que se conoce como admisión, dijo Dorian Traube, profesor asistente en la Escuela de Trabajo Social Suzanne Dworak-Peck de USC. Su terapeuta se presentará, le contará sobre sus antecedentes y especialidad, y le preguntará qué le trae a la terapia.

No hay una respuesta correcta o incorrecta a esa pregunta: “Todo es mucho en este momento”, así que es una razón perfectamente válida el buscar la ayuda de un experto.

“Mucha gente se resiste a buscar terapia porque lo que están experimentando puede parecer indescriptible, por lo que les preocupa no obtener lo que necesitan”, expuso Traube. “Un terapeuta está capacitado para hacer preguntas y así llegar a la raíz de lo que está buscando en la experiencia de la terapia”.

Su terapeuta podría darle una encuesta sobre los síntomas que está experimentando y otros indicadores de su salud mental, como sus hábitos de sueño, su situación laboral y el uso de drogas y alcohol. Estos no son para que su terapeuta pueda juzgarlo; es para que puedan obtener una imagen más completa de usted y de su vida y usarla para guiar sus respuestas.

Después de procesarlo, que puede durar hasta tres sesiones, dijo Traube, pasa a las sesiones de terapia regulares. Por lo general, su terapeuta le informará sobre lo que ha estado sucediendo desde su última sesión.

Mucho de lo que sucede entonces depende del tipo de terapia que esté haciendo.

Generalmente, tendrá espacio para hablar sobre lo que tenga en mente y para procesar lo que está sucediendo en su vida. Su terapeuta puede buscar patrones y señalárselos, o trabajar en habilidades para mitigar los sentimientos negativos que está teniendo, o darle deberes para poner esas habilidades en práctica. Es un espacio abierto para que exprese sus sentimientos con palabras y evalúe si los mecanismos para enfrentarlo que ha desarrollado realmente le funcionan. Si está haciendo algo como hipnoterapia o EMDR (siga leyendo para saber si esas terapias podrían ser adecuadas para usted), su terapeuta trabajará con usted en ese proceso.

Tipos de terapia

Hay más tipos de terapias de las que se pueden cubrir en un artículo. Y sobre todos estos tipos de terapias se han escrito libros completos sobre ellas. Así que considere esto como un manual muy conciso: un punto de partida para que investigue el tipo de terapia que podría ser mejor para usted.

A menudo, los terapeutas combinarán o recurrirán a múltiples enfoques terapéuticos. Puede buscar un terapeuta según el tipo de enfoque que practique o por los problemas de presentación en los que se especializan, como el duelo o la terapia matrimonial o los trastornos alimentarios.

Terapia de conversación: La terapia de conversación, o terapia psicodinámica, es el tipo de terapia que normalmente ve en la televisión y en las películas. Es un espacio estructurado para hablar sobre sus sentimientos y experiencias y cómo su pasado está dando forma a su presente. La terapia de conversación es adecuada para la depresión, la ansiedad y una amplia gama de otros problemas y afecciones. Por lo general, es más a largo plazo que los otros tipos de terapias que se enumeran aquí: puede resolver las cosas en unas pocas sesiones o puede seguir acudiendo a su terapeuta en el transcurso de meses o años.

Terapia cognitivo-conductual: La terapia cognitivo-conductual, o TCC, tiende a ser una forma de terapia más a corto plazo con un objetivo específico que busca lograr, como identificar y reemplazar patrones de pensamiento negativos o desafiar creencias irracionales. Esto puede funcionar mejor para personas con ansiedades específicas, fobias, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos de la alimentación y abuso de sustancias, problemas en los que hay creencias o patrones involucrados que el paciente quiere cambiar. La terapia de conversación tradicional generalmente se trata de sentimientos y emociones, mientras que la TCC se centra más en los comportamientos.

La TCC son “objetivos más dirigidos por el terapeuta, más centrados, más específicos, plazos más cortos y objetivos observables y medibles”, expuso Emanuel Maidenberg, profesor clínico de psiquiatría y ciencias bioconductuales en la Facultad de Medicina David Geffen de UCLA y director de la Clínica de Terapia Cognitiva Conductual de UCLA. “Es más orientado a objetivos o específico, destinado a desarrollar habilidades y herramientas para enfrentar las circunstancias de la vida o los factores estresantes de manera más efectiva”.

La TCC centrada en el trauma y las terapias conductuales, como la terapia de aversión y la desensibilización sistemática, son subconjuntos bajo el paraguas de la terapia cognitivo conductual. La terapia conductual dialéctica es una rama de la TCC que se centra en regular las emociones.

Terapia humanista: La terapia humanista es un enfoque más integral que ayuda a los pacientes a tomar decisiones. Es particularmente beneficioso para las personas con problemas de autoestima o que se enfrentan a la indecisión o que no confían en sí mismas para tomar decisiones.

“La terapia humanista es una [terapia] exploratoria a largo plazo más existencial, que busca cosas sobre uno mismo”, dijo Maidenberg. “Es un descubrimiento personal. Puede ser muy útil para abordar algunas de las preguntas existenciales que tenemos”.

Desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular: También conocido como EMDR, este es un tipo más nuevo de terapia que ha demostrado ser particularmente útil para las personas que enfrentan un trastorno de estrés postraumático, recuerdos traumáticos o experiencias de vida perturbadoras. Los terapeutas deben estar específicamente capacitados y certificados para realizar EMDR, lo que implica que los pacientes vuelvan a visitar los recuerdos negativos mientras siguen de la mano del terapeuta mientras proceden.

Terapia de grupo: Ciertos problemas podrían abordarse mejor en un entorno de grupo dirigido por un terapeuta, expuso Harden Bradford, fundador de Therapy for Black Girls. Dijo que, por ejemplo, si tiene ansiedad social o dificultad para relacionarse con los demás, “la terapia de grupo será la mejor manera de hacer ese trabajo, porque podrá obtener retroalimentación en tiempo real de otras personas”.

Arteterapia, biblioterapia, musicoterapia, danzaterapia: “Cuando se desarrollaron todas estas teorías [de la terapia], fue principalmente por hombres blancos heterosexuales”, dijo Harden Bradford. “La idea era que hablar era lo mejor para todos”.

Ahora, sabemos que ese no es el caso. Estas modalidades alternativas de comunidad son las más adecuadas para las personas que luchan por comunicarse o expresarse con palabras.

Nuevamente, esta no es una lista completa de todas las terapias disponibles. Tampoco es una imagen total de lo que implican estos tipos de terapia. Esto es para ayudarlo a comenzar y desmitificar lo que implica la terapia.

La parte más difícil de hacer terapia es decidir buscar ayuda en primer lugar.

“Lo más difícil es comenzar algo”, manifestó Maidenberg. “Una vez que comienza el proceso, generalmente no es tan aterrador o abrumador como puede parecer, particularmente cuando hablamos de sentarnos con una nueva persona que se conoce por primera vez y contarle sobre nuestra vida y secretos o cosas que puede dudar en decírselo a otras personas. Pero al final vale la pena”.

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