OPINIÓN: La legítima lucha de las mujeres

En el Día Internacional de la Mujer, no puedo dejar de pensar en mi ‘amá’. Es más justo recordarla en este día que cuando se festeja a las madres. Y es que ella representa uno de esos símbolos de lo que son las mujeres, ya sea por elección o porque no les queda de otra.

Al verse sola (mi padre se alejó cuando yo estaba por nacer), se encargó de estudiar lo que le faltaba de secundaria. Después ingresó a la carrera de Enfermería, y mientras estudiaba vendía terrenos y casas.

Ya como enfermera, salía a trabajar en el turno nocturno del hospital, y entonces se enfrentaba a los murmullos de las vecinas que se preguntaban, con el Jesús en la boca, ¿a dónde irá esa mujer de noche dejando solos a sus hijos? Implicando que su trabajo no era la enfermería.

Nada de eso la detuvo. Trabajó, trabajó y trabajó para sacarnos adelante, y en el transcurso de esos años, nos enseñó con el ejemplo, una ética de trabajo que hasta hoy me acompaña.

Por eso, en este Día Internacional de la Mujer, va un reconocimiento a todas las mujeres que conozco. A las que luchan en las calles por sus derechos, a las que tienen que responder como madres y padres, a las que trabajan de sol a sol, a pesar de ganar menos que sus compañeros hombres.

Un reconocimiento a las que emprenden, a las que investigan, a las que educan, a las que con su creatividad hacen de este planeta, un lugar mejor para todos.

Laura Berman, educadora sexual y defensora de la salud sexual señala que los efectos de este trauma pueden ser de por vida.

(AP)

Con el tiempo, las historias tienden a ‘suavizarse’, a convertirse en motivos de celebración y elogios. Se ha olvidado, por ejemplo, que el antecedente de esta celebración fue el trágico incendio en una fábrica de ropa en Nuerva York el 25 de marzo de 1911, en el que murieron 146 mujeres, debido a que estaban encerradas por sus patrones para evitar que les robaran.

En los días siguientes miles de personas marcharon para expresar su solidaridad con las víctimas y su repudio a los patrones.

Aunque mucha gente se opone a “las celebraciones”, lo cierto es que en el caso del Día Internacional de la Mujer, es importante recalcar una y otra vez la desigualdad que persiste entre un género y otro, y que mientras eso exista, la lucha, en todas sus manifestaciones, es legítima y debe ser apoyada por toda la sociedad.