Anuncio

‘Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido’, un libro excepcional de Walter Riso

En “Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido”, Walter Riso
En “Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido”, Walter Riso reúne una serie de estrategias muy eficientes para hacer la separación más llevadera.
(Editorial Planeta.)
Share

En este libro, Walter Riso es una suerte de adivino. En el proceso de rompimiento de las parejas, los seres humanos parecemos todos cortados con la misma tijera. Pasamos por las mismas etapas, por las mismas conductas.

En una conversación reciente Riso comentaba. “Si, todos nos convertimos en policías, en detectives tratando de descubrir cualquier indicio que nos permita entender lo que ocurrió. Buscamos la ayuda de oráculos y pitonisas para tratar a atraer el amor perdido. Con el tiempo el dolor va pasando y por fin logramos salir adelante”.

En “Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido”, Riso reúne una serie de estrategias muy eficientes para hacer la separación más llevadera, ayudándonos a superar el dolor en cada una de las etapas de lo que Riso define como el “duelo afectivo”: la negación, la ira, la depresión, la negociación y la aceptación.

Anuncio

Para conseguirlo, nos guía a través de todo el proceso haciendo hincapié en no perder nunca el respeto hacia uno mismo y en encontrar un proyecto de vida personal. “Si logras desvincularte de tu ex (o de cualquier amor imposible que ronda tu vida) de manera adecuada, podrás reinventarte como te dé la gana. El tiempo ayuda, es cierto, pero hay que ayudar al tiempo”, nos indica el autor.

En este proceso, asegura Riso, la tentación de hacer hasta lo imposible por obtener el amor de la persona amada, está siempre latente, el problema es que la única parte en la que no se debe transigir ni permitir es perder la dignidad y el respeto. “Cuando se pierde la dignidad y el respeto, lejos de atraer al ser humano, se le aleja aún más”.

Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido es un libro importante de leer en el proceso de rompimiento, pero sobre todo, en esa etapa de reconstrucción de la vida. Es como ver la luz al final del tunel.

Editorial Planeta
(Editorial Planeta)

Aquí un fragmento del libro:

Hay relaciones afectivas y personas que nos marcan a fuego, como si se enquistaran en nuestro

ADN y en la esencia que nos define. Cuando esto ocurre, no solo vivimos con ellas, sino por

ellas, lo cual complica cualquier rompimiento o disolución. Perderlas genera un vacío angustiante y devastador. En estos casos, la gente que se separa o es abandonada por su compañero o compañera, se pierde a sí misma en un laberinto de dolor y desesperación. ¿Cómo superar la ausencia de quien fue vital para nuestra vida amorosa?

Pues no se trata de olvidar, literalmente, a quien quisiste alguna vez o aún amas, ni ignorar su existencia o desconocer la historia del vínculo que sostuviste. Lo que logra un duelo afectivo “bien llevado” es poder recordar sin dolor, sin amor y sin resentimientos. No es una amnesia profunda, es una transformación y un desvanecimiento de aquellos sentimientos que te ataban a la persona que fue tu pareja: “extinción del afecto” o, si se quiere, una forma de “olvido emocional”.

Si has llegado a la conclusión de que “ya no sientes nada” por tu ex, significa que te has vaciado de cariño, que te has liberado. Tu cuerpo ya no reconoce aquello que sintió una vez o lo recuerda a duras penas, pero ese “recuerdo” es básicamente cognitivo y no emocional.

Desde este punto de vista, cuando de amor se trata, decir “te olvidé”, es sinónimo de “ya no te amo” o “ya no me dueles”.

Aceptar una pérdida, en última instancia, significa desvincularse, desligarse o desapegarse de la persona que ya no está, lo cual no implica odiarla o desearle el mal, porque eso también te sometería a tu ex.

El odio puede atarte tanto como el más fuerte de los amores. Más bien se trata de alcanzar cierta “imperturbabilidad afectiva” o, de ser posible, una amistad, tal como sucede en aquellas parejas que terminan su relación cordialmente y de común acuerdo.

No obstante, es verdad que a veces llegar a esta “neutralidad sentimental” se complica bastante si hubo violaciones a los derechos personales y maltratos físicos o psicológicos, pero aun en estos casos, la experiencia terapéutica muestra que es posible alejarse emocionalmente de quien fue tu media naranja, por más agria que haya sido, para que no te siga lastimando.

Aunque en este instante lo veas imposible y lejano, lo que sientes se evaporará como lo hace el aroma de un perfume que dejó de utilizarse.

El dato

Título: Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido

Autor: Walter Riso

Editorial: Planeta

Anuncio