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Un nuevo tratamiento con inmunoterapia hizo desaparecer el cáncer de una mujer

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En un esfuerzo colectivo para aprovechar los poderes del sistema inmune en la lucha contra el cáncer, los científicos informaron un nuevo enfoque que eliminó todas las pruebas de cáncer de mama en etapa avanzada en una mujer de 49 años, que se había quedado sin opciones de tratamiento.

La “remisión completa y duradera del cáncer” en la paciente fue consecuencia de una sola infusión de sus propias células inmunitarias, que fueron minuciosamente elegidas por su capacidad de reconocer y combatir sus tumores, y luego expandidas a un ejército de 82 mil millones de células idénticas.

Más de tres años después, la paciente Judy Perkins no solo está viva, sino que aparentemente está libre de cáncer, según un informe publicado en la revista Nature Medicine, el 4 de junio. “Definitivamente gané el premio mayor”, afirmó Perkins, una ingeniera retirada de Port St. Lucie, Florida.

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En el vertiginoso mundo de la investigación sobre el cáncer, el nuevo informe es aclamado como un desarrollo que podría abrir un nuevo y amplio frente en la inmunoterapia contra ese mal.

Los medicamentos de inmunoterapia existentes han demostrado poca o ninguna efectividad contra los tipos de tumores sólidos que representan el 90% de las muertes por cáncer, incluidos los de mama, próstata y colon. Este nuevo enfoque podría cambiar ese hecho, consideraron los expertos.

“Es elegante en su simplicidad”, dijo la Dra. Crystal L. Mackall, directora fundadora del Centro de Terapia Celular contra el Cáncer de la Universidad de Stanford, que no participó en el nuevo trabajo.

Cuando Perkins recibió su terapia experimental, justo antes de la Navidad de 2014, sintió el optimismo de los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer que habían ideado este nuevo enfoque hacia la inmunoterapia.

El método se basa en las células del sistema inmunitario conocidas como linfocitos infiltrantes de tumores (TIL, por sus siglas en inglés). Las que se usaron en Perkins fueron seleccionadas porque podían albergar cuatro proteínas mutantes que estaban presentes en todas sus células cancerosas. Una búsqueda exhaustiva de su sangre y una muestra de su tumor arrojó solo 11 de estas células inmunes súper capaces, por lo cual los científicos pasaron cuatro meses haciendo miles de millones de copias en el laboratorio.

Las células “eran sus bebés”, indicó Perkins. “Los doctores estaban emocionados”.

Pero después de no haber tenido buenos resultados con una docena de tratamientos diferentes, incluidos varios tipos de quimioterapia, la paciente no se sentía tan optimista.

“Yo pensaba: ‘Sí, que sea lo que sea. Probablemente no funcionará, pero tal vez aprendan algo y eso ayudará a la próxima generación”, reconoció.

Pero ocurrió que las células TIL sobrevivieron, se replicaron y se negaron a ceder ante el cáncer de Perkins, dondequiera que lo encontraran. En el transcurso de cinco meses, descompusieron y eliminaron los dos tumores grandes que crecían en la pared de su pecho, junto con otros cuatro tumores del tamaño de una pelota de tenis que estaban alojados en su hígado.

“Ahora”, aseguró Perkins, “soy el conejillo de indias de oro”.

De hecho, la respuesta de Perkins al tratamiento de inmunoterapia “no tiene precedentes”, escribió Laszlo G. Radvanyi, del Instituto de Ontario para la Investigación del Cáncer, en un comentario que acompaña el estudio. “Ahora estamos en la cúspide de una gran revolución”.

El éxito con el cáncer de mama de Perkins sigue los informes de respuestas similares en pacientes que tenían el mal en etapa avanzada sobre el conducto biliar, el colon y el cuello uterino. Todos son ejemplos de cánceres comunes que generalmente no responden a otras inmunoterapias.

“Este enfoque, si bien es incipiente, es capaz de tratar una amplia variedad de tipos de cáncer”, expuso el Dr. Steven A. Rosenberg, un pionero de la inmunoterapia en el Instituto Nacional del Cáncer, quien dirigió el equipo que trató a Perkins.

Si el procedimiento intensivo pudiera adaptarse para ser administrado a cientos de miles de pacientes, podría dar a aquellos con cánceres avanzados “un tratamiento muy altamente personalizado”, consideró Rosenberg. Gracias a su naturaleza específica, incluso puede evitar los efectos secundarios debilitantes de la quimioterapia, agregó.

Los expertos señalaron que las TIL serían una adición bienvenida a la creciente variedad de tratamientos de inmunoterapia.

Una clase de medicamentos que ya están en el mercado -los “inhibidores del bloqueo del punto de control” como Yervoy, Opdivo y Keytruda-, levantan los frenos al ataque inicial del sistema inmune contra el cáncer. Eso permite que la lucha continúe en lugar de detenerse, lo cual ocurre por razones que los científicos no entienden del todo.

Para aproximadamente un tercio de los pacientes con melanoma metastásico o cáncer de pulmón avanzado, estos medicamentos pueden llevar a la remisión. Pero tienden a funcionar mejor en cánceres que están influenciados por factores ambientales y son impulsados por muchos genes mutados.

En un tipo muy diferente de inmunoterapia, llamada terapia CAR-T, las células T de un paciente se extraen y se rediseñan genéticamente en un laboratorio para que reconozcan mejor el propio cáncer del sujeto. Las células fortificadas se multiplican y se vuelven a infundir en el paciente.

El enfoque CAR-T parece funcionar en gran medida en los cánceres de la sangre y los que surgen en los niños, tumores malignos que tienen relativamente pocas mutaciones para servir como balizas para las células inmunes que combaten los tumores. Dos tratamientos de inmunoterapia CAR-T, Kymriah y Yescarta, fueron aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), y hay más en preparación.

Según Mackall, el siguiente paso lógico es extender la inmunoterapia a cánceres como los de mama, colon y próstata.

Los científicos ya sabían que “existe una cierta reacción inmune” a estos cánceres, consideró. “Es solo que necesita ser amplificada”.

Eso es exactamente lo que hace el nuevo tratamiento. Pero las perspectivas de convertirlo en una opción viable para una enorme población de pacientes dependerán de que los científicos puedan encontrar formas más rápidas, simples y baratas de hallar, aislar y multiplicar el pequeño subconjunto de células inmunes que todavía están en la lucha, advirtió la Dra. Mackall.

“Requiere de mucho trabajo”, indicó la especialista. Por otra parte, también ocurre lo mismo con los otros tipos de inmunoterapia contra el cáncer. “Hay muchas cosas que hacemos en medicina que son complicadas. Si funciona, lo hacemos. Vamos a resolverlo”.

Y justo a tiempo, indicó el Dr. Patrick Hwu, oncólogo e investigador de inmunoterapia del M.D. Anderson Cancer Center, en Houston. “La mayoría de los pacientes con cáncer aún no responden a la inmunoterapia”, dijo. “Esa es la gran área de necesidad. Y eso sienta las bases de por qué esto puede ser tan emocionante”.

Hwu agregó que, además de encontrar maneras de hacer que la terapia con TIL sea más económica, rápida y sencilla de administrar, los investigadores necesitan descubrir qué pacientes tienen más probabilidades de responder tan fenomenalmente como lo hizo Perkins. “Ese es el trabajo arduo que tenemos por delante”, consideró. “Pero es alentador”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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