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Enfrenta dura reacción el movimiento ‘anti-vacunas’

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El resurgimiento del sarampión en Estados Unidos ha provocando una dura reacción contra los opositores de las vacunas, ya que audiencias del Congreso investigan la propagación de información errónea sobre las vacunas. Las nuevas medidas estatales impedirán a los padres la opción de no inmunizar a sus hijos.

En el estado de Washington, donde el peor brote de sarampión en más de dos décadas ha enfermado a casi 70 personas y costado más de $ 1 millón, se desarrollan dos medidas a través de la Legislatura estatal que prohibiría a los padres usar exenciones personales o filosóficas para evitar la inmunización de su hijo en edad escolar.

Ambos cuentan con apoyo bipartidista a pesar del fuerte sentimiento anti-vacunas en varias partes del estado.

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Por primera vez, en Arizona, Iowa y Minnesota, los legisladores introdujeron medidas similares.

Los esfuerzos han provocado una respuesta emocional, a veces desagradable, por parte de quienes protestan por lo que ven como empeño de pisotear sus derechos. Los opositores al proyecto de ley de Arizona, que se anuló inmediatamente, describieron al número de requisitos de vacunas más estrictos, como un Holocausto y compararon al patrocinador del proyecto de ley, quien es judío, con un nazi.

En Vermont, los legisladores están tratando de eliminar la exención religiosa del estado, cuatro años después de eliminar la exención filosófica.

En Nueva Jersey, donde los legisladores han intentado sin éxito endurecer las exenciones religiosas, recientemente se enmendó un proyecto de ley para revocarlo en la Asamblea General.

Sin embargo, aún es demasiado pronto para que la legislatura decida cuántos de los esfuerzos estatales para restringir las exenciones de vacunas se convertirán en ley, algunos defensores de la salud pública dicen que el brote de enfermedades prevenibles por vacunación está creando un cambio en la conciencia pública.

“Las cosas están cambiando”, dijo Michelle Mello, profesora de investigación y políticas de derecho e higiene en la Universidad de Stanford.

Diane Peterson, de Immunization Action Coalition, un grupo sin fines de lucro de Minnesota, dijo que “existe un consenso creciente para que las autoridades estatales tomen la decisión de exigir la vacunación de todos los niños, con la única excepción de quienes no pueden recibir la vacuna por razones médicas.”

En medio de la creciente presión pública, los sitios web que han sido una plataforma para el movimiento contra la vacunación también están haciendo cambios.

Pinterest ha bloqueado todas las búsquedas de vacunas para detener la propagación de información errónea, mientras que Facebook está considerando eliminar el contenido sobre las vacunas de sus sitios recomendados, YouTube también está eliminando anuncios de videos contra las vacunas, alegando que violan sus políticas contra actos “dañinos o peligrosos”.

La Cámara de Representantes y el Senado de los Estados Unidos han programado audiencias bipartidistas para esta semana y ordenado investigaciones sobre las razones detrás de los brotes recientes.

“Si las dudas sobre las vacunas persistieran, o incluso se expandieran, podrían socavarse seriamente estos importantes avances”, dijeron los senadores Lamar Alexander (R-Tenn.) y Patty Murray (D-Wash.) – la presidente del Comité Senatorial de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones y prominente demócrata - a funcionarios federales de salud.

Todas estas acciones se están produciendo en un contexto de creciente preocupación mundial por las dudas sobre las vacunas, ya que los casos de sarampión han aumentado debido a la falta de cobertura de vacunación.

Por primera vez, la Organización Mundial de la Salud mencionó la falta de vacunación como una de las 10 principales amenazas mundiales del año.

No se han reportado muertes por sarampión en Estados Unidos desde el 1 de enero, pero el virus puede ser mortal, especialmente para los niños. Según la OMS, casi 1.000 personas, en su mayoría niños, murieron a causa de la enfermedad en Madagascar este año, lo que ofrece una ventana a la rapidez con que la enfermedad puede devastar un país con bajas tasas de vacunación.

En Europa, los casos de sarampión se encuentran en su punto más alto en 20 años, con 60.000 casos y 72 muertes. Una cuarta parte de ellos se encuentra en Italia, donde los grupos antivacunas aliados con políticos populistas ganaron la aprobación el año pasado en una ley para poner fin a las vacunas obligatorias, una ley derogada poco tiempo después debido a los crecientes casos de sarampión.

Ese miedos no desaparecerán pronto.

La introducción de proyectos de ley contra la vacunación en las legislaturas estatales refleja una alarma continua sobre la seguridad de las vacuna, dijo Barbara Loe Fisher, quien encabeza uno de los grupos anti vacunas más antiguos y mejor establecidos, el Centro Nacional de Información sobre Vacunas.

“No se puede pasar por encima de la opinión de las personas y obligarlas a obedecer cuando el riesgo no se comparte por igual”, dijo, y agregó que las personas tienen diferentes riesgos genéticos.

“Los padres deben tener el derecho de tomar decisiones voluntarias sin que a sus hijos se les niegue una educación escolar”. “Consideramos que esto es un derecho de los padres, un problema de derechos humanos”, dijo Fisher.

Mientras que 11 estados están considerando los proyectos de ley para restringir o eliminar las exenciones de vacunas, su grupo apoya 60 de las 141 medidas estatales relacionadas con la vacuna, “lo cual ha sido el mayor número de proyectos de ley que hemos apoyado en una sesión legislativa”, dijo.

Grupos como el de Fisher enmarcan su mensaje en términos de derechos individuales, insistiendo en que los padres, no el gobierno, son los que deben decidir si vacunan o no a sus hijos, un argumento defendido por padres con alto nivel socioeconómico y que resuena entre los liberales y conservadores.

Los responsables de proteger la salud pública consideran que las inmunizaciones están diseñadas para proteger a comunidades enteras, no sólo a unos cuantos, especialmente, cuando se compromete la salud de miembros de la comunidad que no pueden vacunarse, como los niños pequeños, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunológicos débiles.

Al caer las tasas de inmunización por debajo de cierto nivel, entre 93% y 95% para el sarampión, las personas vulnerables tienen un riesgo mucho mayor. Es un razonamiento que repetidamente ha persuadido a los jueces para que respeten los programas de vacunación obligatorios.

La ejecución de tales preceptos dio lugar a la eliminación del sarampión de Estados Unidos en 2000.

Sin embargo, a medida que el terror causado por las epidemias de sarampión se ha desvanecido de la memoria pública, las dudas sobre la aplicación de vacunas ha aumentado, a menudo incitadas por afirmaciones que vinculan las inyecciones con el autismo. De acuerdo con un estudio de 2014, entre los años 2009 al 2013, el uso de exenciones no médicas para niños de kindergarten aumentó en un 19% en todo el país.

Eso creó núcleos como el del condado de Clark, el epicentro del brote del estado de Washington, donde las tasas se ubicaron muy por debajo del umbral necesario para crear inmunidad comunitaria.

Desde principios del año, se han reportado 159 casos de sarampión en Estados Unidos, una cifra mayor que la suma total en 2017, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Todos vinculados a viajeros que trajeron el sarampión de otros países, como Israel y Ucrania.

Nueva York ha luchado por contener el brote más grande de sarampión en décadas, con más de 200 personas enfermas desde el pasado octubre a lo que va del año. Texas está lidiando con un brote que ha infectado a nueve personas, incluidas cuatro en el Condado de Harris, que incluye a Houston.

Después del brote de sarampión, el gobernador Jay Inslee, un demócrata en el estado de Washington, declaró estado de emergencia a una escuela de Portland, Oregón, donde el hijo de Rachel Hall es estudiante de kindergarten, se les comunicó a los estudiantes, miembros del personal y padres que no estaban vacunados contra el sarampión que se les solicitaba quedarse en casa por dos o tres semanas en caso de confirmarse la existencia del virus en la escuela. El número de niños sin vacunar en esta escuela es muy alto.

Hall dudaba en ponerle las primeras vacunas a su hija primogénita. “Intentaba encontrar una opción natural”, dijo. Aún así, se decidió por vacunar a sus dos hijos.

Sin embargo, el hecho de que las medidas para imponer las vacunas como un requisito sean más estrictas, provocan una feroz oposición.

En Washington, la semana pasada, casi 1.000 personas se presentaron a la audiencia pública sobre un proyecto de ley del Senado estatal que eliminaría todas las exenciones personales para todas las vacunas. La mayoría de los ahí presentes se oponía al proyecto de ley.

Jill Collier, una enfermera registrada, le dijo a los legisladores que estaba en contra de la ley porque creía que perjudicaría la relación médico-paciente. “No podemos imponer la vacuna a un niño sometiendo su educación por incumplimiento”, dijo.

La patrocinadora del proyecto de ley, la senadora estatal Annette Cleveland, una demócrata cuyo distrito se encuentra en el epicentro del brote, dijo que la medida reduciría la amenaza de exposición en un 75%.

“No sé cómo llegamos al punto de no confiar en el milagro de que las vacunas erradican enfermedades”, dijo Cleveland en una entrevista.

De acuerdo con un estudio realizado el año pasado, las declaraciones contra las vacunas funcionan particularmente bien en las redes sociales porque las anécdotas personales y el contenido sensacionalista les atrae más que la seca recitación de hechos científicos.

Los defensores de las vacunas son una pequeña minoría, aunque en las redes sociales pueden parecer la mayoría.

Los activistas contra las vacunas están aprendiendo a aprovechar su fuerza en la opinión pública. Un número cada vez mayor ha aparecido en las reuniones públicas de un grupo asesor de vacunas a nivel nacional, llamado Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, que hace recomendaciones al CDC y se reúne tres veces al año en Atlanta.

La página de Facebook de un grupo recientemente formado, Inundate the CDC ACIP, publicó una foto de un grupo de personas asistiendo a la reunión de octubre con el encabezado “Los Guerreros de la Verdad de la Vacuna llegan a la reunión del CDC ACIP”.

Lynette Marie Barron, quien administra la página de Facebook, dijo que comenzó como una forma de dar voz a padres como ella que afirman que a sus hijos los han afectados las vacunas.

“Queremos que conozcan las historias de los casos ocurridos y sobre aspectos de la ciencia que se niegan a admitir”, dijo Barron, de 38 años, de Pell City, Alabama.

Más de 400 personas se han registrado para asistir a la próxima reunión del panel de inmunización, este miércoles.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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