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Culpan a guardias del sheriff de L.A. por la muerte de dos reos malnutridos y enfermos

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Eran reos con enfermedades mentales, se rehusaron a comer por días, y finalmente murieron; todo esto mientras eran observados por los guardias de seguridad de la cárcel del Departamento del Sheriff de Los Ángeles (LAUSD) e inclusive personal médico.

Esto apunta un reporte del condado sobre la muerte de dos reclusos, dado a conocer esta semana y por el cual activistas están exigiendo que las autoridades responsabilicen a los implicados.

Los dos individuos, cuyos nombres no son revelados, se habían negado a comer durante días.

Sin embargo, ni los guardias ni el personal de servicios de salud pudieron identificar “la acumulación de alimentos en sus celdas y su drástica pérdida de peso”, según la Oficina del Inspector General (OIG).

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“En un caso, el personal médico (de la cárcel) fue notificado por otro prisionero en lugar de los guardias a cargo, sobre cómo los reos se habían negado a comer hasta ocho días en una ocasión”, indicó el reporte.

Los dos reos eran parte de un total de nueve reclusos que murieron mientras estaban en custodia del Sheriff entre el 1 de enero y el 1 de marzo de este año.

De acuerdo a la agencia de la ley, ocho de las muertes fueron atribuidas a causas naturales, mientras una fue considerada como suicidio.

“Una y otra vez, durante los años, hemos estado pidiendo que los funcionarios locales hagan algo para que el abuso de los agentes y la negligencia hacia los arrestados o reos, pare de una vez por todas”, dijo Jessica Hamilton, miembro de Stop Más Encarceration Network.

“Estas muertes son un ejemplo más de la crisis de brutalidad y falta de respeto por la vida humana que se vive en las cárceles. Exigimos que todo implicado en estas muertes sea investigado y que les caiga el peso de la ley encima”, añadió.

Desde las muertes, el Departamento del Sheriff revisó sus políticas de manejo de reclusos que se niegan a comer, aunque los cambios no fueron detallados en el reporte de la OIG.

Gil Brown, activista de Black Lives Matter, sostiene que el problema es la aplicación pobre de las reglas dentro y fuera de la cárcel.

“No sirve de mucho añadir o enfatizar las reglas que los guardias y los agentes deben seguir si estos no las obedecen. Lo que se necesita es que el personal que no las obedece, sea investigado, arrestado, que pase por un juicio y finalmente por la prisión”, demandó Brown.

Respecto a las muertes, el Inspector General, Max Huntsman, dijo esta semana a los supervisores del condado que la atención médica sigue siendo un desafío en las cárceles, a pesar de los cambios en la estructura, incluyendo la consolidación de la atención bajo el Departamento de Servicios de Salud.

“Los tiempos de espera siguen siendo altos [en el Clínica de Recepción de Reclusos]. Han habido muertes este año por las que estamos muy preocupados”, dijo Huntsman.

Actualmente, el tiempo promedio de espera para ser atendido en la clínica es de 10 a 16 horas. Sin embargo, hay pacientes que han tenido que esperar días en la cárcel de las Torres Gemelas, del centro de L.A., de acuerdo a la OIG.

El OIG apunta varias anomalías dentro de las cárceles tales como la falta de cooperación entre los agentes y el personal médico.

Asimismo, señala que hay acusaciones de los guardias en contra de algunos médicos, alegando que éstos solo revisan a pocos reclusos e inclusive el rechazo de enfermeras por atender a los reos y fingir no
hablar inglés.

El reporte admite que varias reuniones multidisciplinarias entre la custodia, el personal de salud médica y la salud mental, se han establecido en unidades de “alta observación” como la cárcel de Century Regional Detention Facility y Twin Towers.

No obstante, agrega que debe haber más comunicación para solucionar estos problemas.

La junta de supervisores de L.A. se han abstenido de dar declaraciones sobre el reporte, hasta que llegue la nueva actualización de los esfuerzos para mejorar el servicio carcelario y la contratación de más personal.

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