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Mientras crecen las muertes por coronavirus, la falta de datos raciales preocupa a los funcionarios del condado de L.A.

L.A. County Department of Public Health Director Barbara Ferrer
Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del Condado de L.A.
(KTLA)
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A medida que ciudades como Chicago y Filadelfia informan sus marcadas disparidades raciales entre pacientes con coronavirus y aquellos que mueren a causa de la enfermedad, los funcionarios del condado de Los Ángeles intentan recopilar datos faltantes sobre la raza o el origen étnico de las víctimas locales.

La directora de salud pública del Condado reconoció este lunes estar preocupada por informes de otros estados, que sugieren que los pacientes negros se infectan y mueren por COVID-19 en números desproporcionados, pero destacó que los datos faltantes impiden que su personal determine si ello también está ocurriendo a nivel local.

Las autoridades no han podido obtener información completa sobre la raza o el origen étnico de las personas hospitalizadas con COVID-19 porque muchos proveedores de salud no lo informan, según Bárbara Ferrer, quien dirige el Departamento de Salud Pública del Condado de L.A. “Nos faltan datos de más del 50% de los encuestados para completar ese campo”.

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La información sobre la raza o el origen étnico de los fallecidos también están incompletos, agregó. “Por lo tanto, estamos tratando de obtener todos los certificados de defunción, en pos de tener mejor información”.

Ferrer agregó que su equipo trabaja arduamente para determinar la demografía de los fallecidos, así como las tasas de hospitalización y los “posibles problemas en torno a quién se hizo la prueba y quién tuvo acceso a ella”.

“No estamos ocultando datos que ya tenemos; [lo que ocurre es que] estamos intentando realmente encontrar esa información para nosotros”, remarcó la funcionaria.

Recientemente, un análisis de Los Angeles Times descubrió que muchos de los enclaves más blancos y ricos del condado de Los Ángeles informaban tasas de infección mucho más altas que los vecindarios de color más pobres.

Sin embargo, los funcionarios de salud pública remarcaron que esas disparidades no necesariamente significaban que el virus se estaba propagando más en los barrios ricos que en los pobres.

En lugar de ello, el informe probablemente se veía sesgado por un acceso desigual a las pruebas y, en algunos casos, por los residentes adinerados que viajaron al exterior y sus infecciones se confirmaron con anticipación.

El hallazgo, según algunos expertos, podría ser una mala noticia para los esfuerzos locales de controlar la propagación del COVID-19, ya que sugiere una disparidad en el acceso a las pruebas según la raza, los ingresos y el estado inmigratorio, que podrían estar ocultando posibles zonas rojas en comunidades desfavorecidas y dar la falsa impresión de que estas tienen menos que temer acerca del virus.

La semana pasada, los funcionarios de salud del Condado reconocieron que había “disparidades geográficas” en las pruebas de coronavirus, aunque destacaron que siguen teniendo dificultades para obtener información completa sobre quién ha sido examinado.

Esto se debe, en parte, a que los laboratorios sólo informan los resultados positivos y dudosos, lo cual hace imposible determinar si las pruebas se brindan por igual en todo el Condado.

Ferrer reconoció que el Condado sigue trabajando para comprender quién está siendo más afectado por el brote. “Tenemos muchos informes incompletos, y ha sido un desafío”, reconoció. “Por lo tanto, debemos volver a hacer algunas revisiones de los registros médicos, para obtener información más precisa”.

Ferrer prometió poner a disposición del público dichos datos, y espera para fines de la semana tener un informe demográfico más completo, tanto de muertes como de hospitalizaciones, algo “que realmente nos dé una mejor idea de quién se está enfermando”. “Tan pronto como tengamos esa información y la analicemos, estará disponible para todos”, aseguró.

“Nos preocupamos tanto como todos por abordar de frente cualquier problema relacionado con las inequidades”, agregó Ferrer. “Y nos sentimos alarmados, cuando los datos muestran desigualdades en otros sitios”.

Según la funcionaria, los afroamericanos y los nativos americanos se encuentran entre los grupos en el condado de Los Ángeles que “tienen una carga desproporcionada de enfermedad al entrar en una pandemia” y son “bastante propensos a tener tasas más altas de casi todas las enfermedades sobre las que recopilamos información”.

“Padecer afecciones de salud subyacentes delicadas los hace tener un riesgo mucho mayor de enfermedades graves e incluso de morir por COVID-19”, destacó.

“Por lo tanto, queremos hacer todo lo posible para comprender los datos, asegurarnos de que nuestras comunidades tengan acceso a toda la información disponible sobre cualquier inequidad, y luego trabajar juntos para tratar de minimizar la distribución desigual de alguna enfermedad, y ciertamente de la muerte”.

Funcionarios en otros condados de California señalaron el lunes que están abiertos a divulgar datos demográficos sobre los pacientes, y alegaron que es simplemente una cuestión de tiempo y recursos.

El director de salud de San Francisco, el Dr. Grant Colfax, destacó que la ciudad proporcionará un mayor nivel de información sobre la propagación del coronavirus “muy pronto”; ello incluirá un rastreador de datos que ofrecerá información demográfica, la cantidad de hospitalizaciones y otros detalles.

Según una portavoz del departamento de salud pública en el condado de Santa Clara, donde ocurrió el primer gran brote de coronavirus en California, debido a que fueron un epicentro temprano intentaron brindar tanta información como fuese posible sobre a quién ha afectado más.

Los datos sobre los antecedentes raciales y étnicos de los pacientes podrían publicarse en el futuro, remarcó el Condado.

Por su parte, autoridades del condado de San Bernardino aseguraron que revisarán los registros para recopilar números demográficos de pacientes con coronavirus una vez que el brote esté más contenido.

Susanne Rust, reportera de planta de The Times, contribuyó con este artículo.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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