Atacan y roban a inmigrante latino vendedor de flores en Marina del Rey
Con serias lesiones quedó un vendedor ambulante que fue víctima de un ataque y robo en Marina del Rey, cuando ofrecía a los transeúntes sus productos en la esquina del bulevar Lincoln y la avenida Maxella, en una agresión perpetrada por un hombre de unos 32 años.
El vendedor, identificado como Oswaldo Sánchez, quedó inconsciente como resultado del golpe y relató que nunca había visto a su agresor.
“Miré que tenía algo en la mano, me golpeó, pues yo caí inconsciente”, dijo el comerciante en declaraciones que recogió Telemundo.
“No entendí la razón, porque realmente a esa persona en mi vida la había visto”, agregó Sánchez.
De acuerdo a la policía, el atacante es un afroamericano que ahora enfrenta cargos por asalto criminal.
Al trascender este hecho, la población ha condenado lo ocurrido con el vendedor ambulante que sufrió una fractura en la mandíbula.
“Realmente es brutal e injusto, no tiene justificación para hacer ese tipo de cosas a ninguna persona que está trabajando y luchando por su familia”, escribió Ana Doris Acosta en Facebook.
En cambio, Adrián Hernández cuestiona que cuando el agredido es un afroamericano hay otro trato, contrario al que se ve cuando alguien de esa comunidad es el atacante.
“Porque cuando un negro es agresor nunca ponen la foto, pero no fuera el agredido porque luego, luego, sacan la carta racial”, criticó Hernández en Twitter.
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El caso ocurrido en Marina del Rey se suma al ataque que sucedió hace dos semanas en Long Beach, en donde dos hombres armados robaron y asaltaron a un vendedor ambulante, crimen que fue capturado en un video de seguridad.
En entrevista con Los Angeles Times en Español, Juan Rodríguez, organizador de la Unión Popular de Vendedores, asegura que se trata de un ataque racial hacia los más pobres y en parte es el efecto de los mensajes incendiarios que emite el presidente Donald Trump denigrando a los latinos.
El activista recuerda que en el 2017 un latino atacó a un elotero mexicano identificado como Benjamín Ramírez, tirándole la mercancía, en un acto que fue considerado de racismo.
El activista sostiene que el mayor peligro para los vendedores ambulantes es desplazarse en lugares solitarios y con poca vigilancia de la policía.
Al mismo tiempo, el organizador asegura que es más seguro para estos comerciantes vender en comunidades como Lincoln Heights, Boyle Heights y El Sereno, en donde hay una población latina.
“Es parte de una discriminación”, valoró Rodríguez, quien representa en su asociación a unos 60 vendedores. “Siempre va a permear el ataque racial sobre todo hacia la gente más pobre”, apuntó.
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