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La mayoría de los hogares de L.A. enfrentan problemas financieros en medio de la pandemia

Una pareja con mascarillas faciales camina por César E. Chávez Boulevard, en Los Ángeles.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)
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La mayoría de los hogares de Los Ángeles enfrentan serios problemas financieros debido a la pandemia de COVID-19, y los residentes latinos y negros son los más afectados por la economía, según una nueva encuesta realizada en las cuatro ciudades más grandes del país.

Alrededor del 56% de los hogares sondeados en Los Ángeles informaron tener tales inconvenientes económicos, incluido el 64% de aquellos con ingresos anuales por debajo de $100.000. La encuesta ofrece una prueba más de que el efecto más fuerte del brote lo han sentido los hogares negros y latinos, con 52% y 71%, respectivamente, de los grupos estudiados en Los Ángeles que reportaron “problemas financieros graves”, en comparación con el 37% de los blancos.

El estudio encontró resultados similares en Nueva York, Houston y Chicago, las otras tres urbes examinadas.

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“Hubo miles de millones de dólares de parte de los gobiernos federal y estatal para proteger nuestras comunidades; sin embargo, lo que vemos en cuatro grandes ciudades es que más del 50% de esas comunidades reportan serios contratiempos financieros”, advirtió Julie Morita, vicepresidenta ejecutiva de Robert Wood Johnson Foundation, para la cual se realizó la encuesta, junto con NPR y la Escuela T.H. Chan de Salud Pública de Harvard. “Eso es significativo. Implica cuestiones como tener que echar mano o usar todos los ahorros, o dificultades para pagar otras deudas”.

En todo Estados Unidos, los latinos y los negros han sido desproporcionadamente víctimas del virus. Los residentes de dichas comunidades y quienes viven en vecindarios de bajos ingresos están entre los más afectados por el virus en el condado de Los Ángeles. Los funcionarios argumentan que la causa es, en gran parte, el acceso limitado a las pruebas que hubo allí al comienzo de la pandemia, y al hecho de que muchos de sus residentes trabajaban en entornos esenciales y de alto riesgo, con frecuencia sin equipos de protección adecuados -como mascarillas faciales- antes de que estos fuesen obligatorios.

Aunque representan aproximadamente el 39% de la población de California, los latinos son el 60% de los casos positivos y el 48% de las muertes, según el Departamento de Salud Pública del estado. Durante el pico de transmisión, en julio, los residentes negros “tuvieron una tasa de cuatro decesos por cada 100.000 personas”, detallaron los funcionarios del condado en ese momento. Ese promedio fue tres veces mayor que el de los residentes blancos durante el mismo período.

“Cuando observamos otras emergencias de salud pública, ya sean otras enfermedades infecciosas, como el sarampión, o desastres naturales como olas de calor o huracanes, lo que vemos es que las comunidades de color, negras o latinas, sufren más debido a las estructuras y sistemas establecidos”, comentó Morita. “Para empezar tienen menos, y por ende cuentan con menor amortiguación para sobrellevar estos momentos de estrés... Y ellos soportan la peor parte de los impactos”.

La encuesta, la primera de cinco realizadas por los investigadores, consultó a 3.454 adultos desde el 1º de julio al 3 de agosto, incluidos 512 en la ciudad de Nueva York, 507 en Los Ángeles, 529 en Chicago y 447 en Houston. El margen de error es de 3.3 puntos porcentuales en general y de 7.1 puntos porcentuales para Los Ángeles.

En general, la mayoría de los hogares en las cuatro urbes informaron graves problemas financieros que obstaculizaron muchos aspectos de sus vidas, entre ellos la extinción de sus ahorros y la dificultad para pagar la renta.

Más de uno de cada tres encuestados informó haber gastado todos o la mayoría de sus ahorros, y el 35% reconoció haber tenido serios problemas para pagar sus tarjetas de crédito, préstamos u otras deudas, según la encuesta. Casi tres de cada 10 reportaron problemas graves para pagar su hipoteca o sus facturas de servicios públicos.

“Es desalentador y preocupante”, remarcó Morita. “La clave es cómo miramos las políticas en el futuro, para evitar que esto se agrave. Es una oportunidad para que los gobiernos vean qué pueden hacer mejor”.

La pandemia también afectó gravemente al empleo en Los Ángeles, y el 61% de los hogares informó que un miembro ha perdido su trabajo, ha sido dado de baja o le han reducido el salario o las horas desde el inicio del brote. A nivel nacional, el 46% de los hogares de EE.UU informaron pérdidas de empleo o sueldo, según la encuesta.

Para Saba Waheed, directora de investigación del Centro Laboral de UCLA, que no participó en el estudio, los resultados reforzaron la idea de que la rápida propagación del COVID-19 “hizo que muchos problemas preexistentes fueran más visibles”. “La gente ya vivía de cheque en cheque”, afirmó, “y pocas familias tenían los fondos necesarios para cubrir un par de meses de gastos”.

Los datos también apuntan a posibles dificultades en la respuesta del gobierno a la pandemia, observó. “Por un lado, los datos fueron una llamada de atención en términos de desigualdad estructural, porque muestran claramente que esto afecta a las comunidades negras y latinas. Por otro, la Ley CARES -el proyecto de ley de estímulo económico, de $2.2 billones de dólares, aprobado por el Congreso y promulgado por el presidente Trump la primavera pasada- “no fue suficiente para mantener a las familias. Se quedó corto, y ahora vemos las dificultades económicas que la gente tiene que soportar debido a eso”.

Además de las dificultades económicas, muchos angelinos tuvieron problemas con el cuidado de los niños. Casi el 70% de los hogares encuestados donde hay pequeños reportaron serios dilemas para cuidarlos. Eso incluyó al 52% que afirmó tener problemas para “mantener al día la educación de los niños” y el 39% que respondió que no podía “ayudarlos a adaptarse a los cambios importantes en sus vidas”, según el sondeo.

Alrededor del 54% de los hogares con menores reconocieron que estaban teniendo inconvenientes graves con su conexión a internet para hacer las tareas escolares o trabajar, o que no tenían una conexión de alta velocidad en casa.

“Son problemas serios, y esta no es la primera vez que sucede”, destacó Morita. “[La crisis] Subraya la necesidad de solucionar estos desafíos estructurales”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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