Latinos dan bienvenida a Biden en Los Ángeles en medio de elevadas medidas de seguridad
En la medida que la ceremonia de toma de posesión avanzaba en Washington D.C., se incrementaba la vigilancia del centro de Los Ángeles ante la amenaza de disturbios por la salida de Donald Trump, en operativos que realizaban agentes de policía y sheriff en diferentes puntos de la ciudad.
“Yo nomás vine, porque supe que iba a pasar algo”, expresó Yessy Camacho, residente de Irvine, que acudió temprano al parque adyacente al Ayuntamiento angelino.
Camacho, de 24 años, participó en enero de 2017 en la marcha que bajo la lluvia salió del bulevar Olympic hacia el centro cívico local, en protesta por la llegada de Trump. Cuatro años después, aunque no comulga con ningún partido politico, se unió a otros jóvenes que celebraban el cambio de gobierno.
“Espero que sea un poco mejor”, manifestó Camacho.
A primeras horas del día, en el centro de la ciudad se observaban a policías en bicicleta y montados a caballo sobre la calle Temple. En la esquina con la calle Broadway, agentes del sheriff habían cerrado con cinta amarilla y patrullas ese tramo hasta el bulevar César Chávez, frente al Hall of Justice.
Esto ocurría mientras Joe Biden y Kamala Harris eran juramentados en el Capitolio, en Washington D.C., en quienes depositan sus esperanzas miembros de la comunidad después de que Trump abandonara la Casa Blanca, en un mandato que algunos no quieren recordar por sus ataques a los inmigrantes.
“Estamos celebrando que por fin se fue el presidente más racista que haya habido en la historia de Estados Unidos”, dijo Héctor Trovaillet, miembro de una organización sindical que a media mañana se concentró junto a otros miembros frente a la estación de la policía, sobre la calle 1st.
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Trovaillet, residente de Pacoima, considera vital el tema de la reforma migratoria, por eso le mandan un mensaje a los nuevos inquilinos de la Oficina Oval.
“Que cumplan sus promesas de campaña”, manifestó.
Con una pancarta en mano, el sindicalista Andrés Tinajero expresaba su euforia por el cambio de gobierno. Este inmigrante viajó desde Long Beach convencido de que la nación tendrá un nuevo rumbo.
“Estamos cansados de lo que estuvo sucediendo bajo la presidencia y regimen de Trump”, manifestó Tinajero, con la expectativa de que Biden apoye a la clase trabajadora.
En la misma esquina, entre las calles 1st y Spring, se congregaron jóvenes simpatizantes del movimiento Black Lives Matter y los miembros del sindicato United Union of Roofers.
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A la 1:15 pm aproximadamente arribó un autobús, identificado como Hoop Bus, ante el júbilo de los jóvenes que estaban dispersos en esa zona.
“Hay mucho trabajo por delante, bastantes cosas por las cuales necesitamos cambios”, manifestó Ezequiel González, joven radicado en Venice, quien ha viajado con ese autobús a diferentes ciudades promoviendo el arte.
“No es mucha diferencia, con Biden hay una mejor posibilidad de que realice el cambio que esperamos, pero al igual se tiene que luchar por eso”, apuntó González.
La llegada del autobús provocó un momento de tensión cuando en la escena se hizo presente una cuadrilla de policías en motocicletas.
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Al tenerse presente los casos de brutalidad policial recientes, las personas congregadas escoltaron a los policías con celulares y cámaras en mano, grabando las placas de las motos de la agencia de la ley.
“No van a hacer nada”, dijo un joven que pidió identificarse como “Astro”, poco después de que los policías habían salido del área.
Este muchacho acudió en solidaridad con la gente de color. A su juicio, el nuevo presidente hará algo por los inmigrantes, lo que celebra porque sus padres llegaron del extranjero.
“No va a haber tanto racismo”, aseguró Astro, algo que a su criterio es ganancia después de los cuatro años de Trump en los que se generaron mensajes que exacerbaron los ataques hacia los inmigrantes.
Los jóvenes utilizaron esta ocasión como una fiesta cívica. A un costado del Ayuntamiento, estacionaron el autobús, donde algunos de ellos realizaban maromas en la acera y montados en bicicleta.
Asimismo, otros jugaban baloncesto o salta cuerdas, en un ambiente donde se mezclaban latinos, anglosajones y afroamericanos.
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Camacho, por su parte, antes de retirarse tomó algunas fotografías de sus compañeros con quienes coincidió en la celebración, la cual fue promovida en las redes sociales.
“Representa mucho alivio para todos, especialmente porque vengo de una familia inmigrante”, aseguró Camacho, al referirse al cambio de gobierno, pero para ella tiene más valor la despedida del presidente anterior.
“No estamos aquí porque nos sentimos felices de que haya ganado Biden, estamos contentos porque Trump se va”, concluyó.
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